Cap 48: Invitación

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Kushina se sorprendió por la reacción de Lenard, él había sido muy precavido y cuidadoso, pero aun así había sido descubierto. Tenía que admitirlo, ese detective no solo era astuto e inteligente, también era alguien muy intuitivo y de cuidado, con esos actos lo había probado y había ganado su respeto.

Con el sigilo de un gato se alejó del departamento del detective y se dirigió a su propio centro de operaciones a informar de las novedades curiosas y de por seguro nada gratas para sus jefes.

Ni bien hubo llegado a la mansión de Haddadrimon se dirigió al despacho de Ian donde Kato y él discutían muy amenamente acerca de los resultados de la nueva droga que estaban investigando los científicos secuestrados de Adler.

Al parecer habían logrado un gran avance acerca del suero que inyectaron en Melina. Ese era un veneno altamente letal, los niveles de toxinas presentes en las pruebas eran alarmantes, y de casi imposible sobrevivencia, ahora podían entender parcialmente porque deseaban tanto encontrarla. Ningún humano normal podría resistir y salir victorioso a semejante veneno.

―Ahora es cuando más debemos protegerla ―dijo Kato.

―Informaré al jefe acerca de estos avances, pero lo más seguro es que no esté muy tranquilo al respecto.

El rostro serio y preocupado de ambos no era para pasar por alto. Un leve golpe en la puerta llamó la atención de ese par.

―Señor, ―dijo Kushina ingresando a la habitación.

―¿Qué novedades traes? ―preguntó sin preámbulos.

―El detective ha descubierto algo― explicó ―pero no hablará hasta que vea a la señorita.

―Maldito desgraciado, como se atreve a siquiera pensar en eso. ― gruñó Kato furioso.

―Al parecer logró descubrir algo de notorio interés para nosotros pero no lo compartirá con nadie salvo que vea a la señorita Katniss.

La molestia que causó esa respuesta era palpable, tanto Kato como Ian no estaban ni de por mas complacidos con el accionar de ese loco detective, primero casi hace que lo maten, segundo casi se hace matar por Melina, ¿y ahora quiere morir definitivamente?

―La obsesión de ese detective de quinta me está llegando hasta la coronilla ―gruñó Kato molesto incapaz de guardar por más tiempo su irritación ―¿Qué se trae ese tipo que la busca tanto? ¿Qué no entiende que a ella no le interesa? ―preguntó en voz alta sumamente molesto.

―No creo que a ella le interese en lo absoluto ―señaló Ian, ―pero estoy seguro que a nosotros sí.

Kato lo miró con cara de molestia, le irritaba saber que otros tenían la razón, pero no le quedaba más que aceptarlo si es que quería ver a su hermana sana y salva, y el sabia por demás que para conseguirlo el francesito se había convertido en un mal necesario.

―Señor ―llamó Kushina ―esta mañana el detective tuvo la visita de un hombre sospechoso, alto, buen porte y extranjero. He mandado a dos de mis hombres a seguirlo y averiguar de quien se trata.

―Bien.

―Estos últimos días el detective ha estado haciendo muchas investigaciones acerca de narcotráfico y al parecer tiene buenos e interesantes avances.

―No creo que mejores que las nuestras ―respondió agresivo.

―No lo sabemos Kato, el detective resultó ser muy perspicaz cuando se lo propone, no conocernos el alcance de sus investigaciones ―respondió Ian pensativo ―y hasta no saberlo, lo mejor será seguirle el juego. Kushina, ―lo llamó ―irás a su departamento y le dejarás un teléfono celular, el cual solo servirá para comunicarse con nosotros, necesitamos saber qué es lo que sabe y que rayos es lo que descubrió. Y para eso necesitamos estar informados. ―Kushina asintió ante la orden que le era encomendada ―ve con Xian, dile que te facilite un celular explícale para qué lo necesitamos y antes de dejarlo con el detective lo traes conmigo para inspeccionar.

Enamorándose del demonio #BNEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora