No aceptes a un desconocido.

V

Seré sincero contigo. - Detuvo el coche y quito las llaves para mirarme directamente a los ojos.- Todo comenzó cuando mi hermano cortó con su novia y se volvió loco diciendo que no existía la mujer perfecta, decidió venir conmigo. Él estaba dispuesto a ver como las chicas morían para encontrar a la perfecta y volverla su esposa, acepté porque él hizo algo bueno por mí, le debía una. Han muerto demasiadas chicas, más de las que podría contar, pero ninguna ha sido igual que tú. Estamos muy lejos de la ciudad, esta mansión solía ser de nuestro abuelo, pero mi hermano se quedó con ella y la convirtió en un lugar de sufrimiento. Hay 10 chicas vivas en ese sótano, han esperado tu llegada para pelear entre ellas. ¿Por qué tú? Porque al igual que yo, mi hermano está enamorado de ti desde que te vio la primera vez en esa fiesta de Halloween. Mi hermano se llama Nathan. - Me dio una sonrisa pícara. - Estoy esperando mi beso.

Me acerqué lentamente a él, hasta que mis labios estaban muy cerca de los suyos, pero me detuvo y con su mano retiró la jeringa de mi cachete haciendo que mucha sangre saliera de el. Me ardía demasiado y toda la sangre estaba cayendo a mi vestido hasta que que él agarró su bata de vampiro y se la quitó para ponerla en mi cachete.

Mire al suelo, pero el agarró mi cara y me beso desesperadamente, como si hubiese guardado las ganas de besarme antes.

Entonces el plan perfecto surgió a mi cabeza, esperaba que saliera, sino las cosas empeorarían. ¿Cuál es mi plan? Conquistar a Mateo y que él me ayude a ser la sobreviviente para lograr conocer a Nathan y matarlo así podré acabar con todo esto.

Se comenzó a descontrolar y al tenerlo tan cerca y en lugar tan pequeño las posibilidades de escapar eran pocas, dejó su asiento y se colocó encima de mí y continuó con el beso hasta que llegó a mi cuello, no estaba disfrutando esto, era lo más incomodo que me había pasado. Estaba a punto de quitarse los pantalones, pero lo detuve. - No creo que sea el momento indiciado, creo que las demás chicas están esperando. - Solo tienes que mentir, Mía. - Estoy esperando la hora de terminar con todas ellas...tal vez prefiera quedarme contigo, estoy comenzando a sentir algo por ti. - Mentí y lo besé para que me creyera.

Ya esperaron mucho, no importa si esperan un poco más. - Giré mi cabeza antes de que me besara.

Yo creo que en algún momento nosotros dos podremos estar juntos, por ahora llévame con las demás. - Lo mire con una sonrisa, pero se volvió una mueca por el dolor de mi cachete.

Está bien, te llevaré con las demás y prométeme que harás lo posible para sobrevivir. - Metió las llaves pero aún no aceleraba, no sin que yo aceptara su trato.

Haré lo posible por sobrevivir. - Me sentía alguien tan desagradable por fingir sentir algo por alguien como él.

Apenas terminé de hablar y el coche ya estaba acelerando a toda velocidad, sentía que me volvía parte del asiento mientras enterraba mis uñas en él y cerraba mis ojos.

Llegamos en pocos segundos a la mansión, un horrible lugar que algún día podría ser un gran museo. Mateo me guió hasta llegar al sótano, pero antes de entrar me besó. Tuve que aguantar el asco que sentía.

Al abrir la puerta pude ver a nueve chicas, conmigo éramos diez y siendo sincera, ninguna se veía nada agradable. La mayoría tenía demasiados moretones alrededor de todo su cuerpo y las demás los ojos hinchados, había una chica sin un brazo. Otra que me veía de mala manera tenía la mitad de la cara quemada. Todas dirigieron su mirada hacia mi y se acercaron lentamente con odio en su rostro.

Debes ser la conejita.- Dijo la del rostro quemado. - Parece que te pusieron las fases más simples, si tan solo te hubieran tocado nuestras fases, estarías muerta.

Pero no te preocupes...muy pronto lo estarás. - Dijo la que no tenía un brazo.

No les tengo miedo. - No me iba dejar intimidar por alguien como ellas. - Estoy dispuesta a matar, aunque no es lo que estoy buscando.

¡Basta de hablar chicas! Les aviso que ustedes fueron las afortunadas de quedar vivas, son las más fuertes y con ustedes usaremos nuestras fases más difíciles para encontrar a la chica perfecta. - Al escuchar la voz de Mateo todas nos callamos. - Y para las que quieren saber cuál es su siguiente fase pues espero que les guste nadar y amen a las pirañas.

¿Qué demonios? - Se levantó una chica que estaba rompiendo la almohada de su cama. - ¿Pirañas?

Exactamente, entrarán en una cápsula la cual se irá llenando poco a poco de agua y cuando el agua llegue al borde, las pirañas saldrán y se comerán viva a la que no descifre el código que habrá en cada una de las cápsulas, tendrán que utilizar su inteligencia. - Al terminar de dar el aviso la puerta del sótano se abrió y volvía a ver a los mismos hombres que siempre nos llevaban a las fases.

¿Iremos con la ropa que traemos? - Preguntó una de las chicas y el hombre solo asintió. No podía mojar todo el vestido, no iba a poder continuar con los demás desafíos mojada.

¿Me puedo quedar en ropa interior? - Se que sonaba loco, pero tendría ventaja en correr si el vestido no estaba mojado.

No me importa lo que hagas. - Respondió el mismo hombre.

Al llegar a las cápsulas me quité el vestido mientras las demás solo me veían como si estuviera loca. Nos metieron a cada una en una cápsula y adentro de ella había una pantalla digital donde había algo que tenía que descifrar, pero no entendía nada. El agua comenzó a subir mojando mis pies.

Hola

Oigan esta nota es para decirles que esta historia no es +18. No lo es, entonces no se preocupen si leen algo feo, no voy a escribir algo así en esta historia, no se si tenga lectores menos que no les guste eso entonces nop.

Los adoro <3

Lex