II

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Intenté abrir mis ojos, pero al hacerlo una fuerte luz me cegó por unos segundos. Solo podía abrir mi ojo izquierdo, porque el otro estaba muy hinchado, me duele demasiado. Mis manos al igual que mis pies estaban atados fuertemente con una soga que me lastimaba. Sentía como si mi cuerpo pesara y ardiera cada parte de el.

Mire a mis lados, todas estábamos atadas, unas estaban intentando quitarse las sogas. Las demás tenían una cinta en la boca, yo era la única que no.

Sally me miró y con sus ojos me suplicó ya que no podía hablar, alcé la silla con todo y mi cuerpo para después regresarla fuertemente al piso y que se rompiera, lo bueno es que era de madera, lo volví a intentar otras dos veces más hasta que se rompió y me pude desatar, desaté a las demás, sus manos estaban ensangrentadas y no paraban de temblar. Cuando ya tenían las manos ensangrentadas se quitaron las cintas de la boca haciendo muecas de dolor.

Estábamos en una habitación donde lo único que había eran las sillas y una puerta, me acerqué a la puerta lentamente, pero como era de esperarse, estaba cerrada. Traté de patearla, no conté cuantas veces lo hice, pero no logré que se abriera, no me rendí y sigue pateando.

Tienes que parar pequeña conejita, no querrás que me enoje, ¿cierto? - Se podía escuchar su voz, pero no podíamos ver su rostro, mire toda la habitación hasta encontrar unas bocinas. - Debo felicitarte, hasta ahora has sido la más valiente.

¿Quién demonios eres y qué quieres de nosotras? - Preguntó Lora mirando a la bocina, estaba desesperada, su voz lo podía decir todo.

Mi nombre es Mateo. - Hubo un silencio incómodo. - Yo no quiero nada, él quiere a una de ustedes. Por esta razón solo una de ustedes sobrevivirán y las demás morirán. 

La puerta se abrió y entraron cuatros hombres con armas y unos antifaces escalofriantes, nos agarraron de los brazos, nos pusieron un saco en la cabeza y nos sacaron de la habitación, no tenía idea a donde íbamos, solo podía escuchar los gritos de Pam, Sally, y Lora. Yo era la más callada. 

Nos detuvimos y nos quitaron los sacos de la cabeza, cuando logre ver algo solo vi muchas armas, entre ellas había: Pistolas, machetes, cuchillos, encendedor, jeringas, arcos y flechas, espada y muchas más. 

Había un papel sobre la mesa y como las demás estaban hablando entre ellas preguntándose que significaba esto, yo tome el papel y había algo escrito:

Se perfectamente que se están preguntando para que son todas estas armas, aquí se los explicaré. 

Una de ustedes se volverá la asesina y las demás serán las víctimas, la asesina podrá escoger tres armas y las víctimas no tendrán nada con que defenderse. Al final de esto o la asesina mató a todas o las inocentes matan a la asesina. 

Que la mejor asesina gane.

Les enseñé a las demás es el papel y todas nos quedamos paralizadas, obviamente nadie quería ser la asesina. 

Una pantalla que estaba arriba de la puerta se iluminó y el nombre de cada una pasó rápidamente hasta que paró en el nombre de Lora, después de eso apareció un mensaje que decía "Lora es la asesina". Todas la miramos, pero ella estaba viendo las armas. - Lo siento chicas, quiero vivir. 

Tomó una pistola, un machete y una jeringa, los hombres que nos habían traído la metieron a una habitación y después nos llevaron a otra habitación completamente obscura, era parecido a un laberinto. Me acerqué a Sally y Pam para crear un plan, pero ellas ya me habían dejado atrás. 

Me armé de valor y avancé lentamente, era difícil decir que camino tomar. Me decidía por el que se veía más seguro, pero hablando en serio, aquí nada era seguro. 

Escuché unos disparos y me agaché, los gritos sonaron por todo el lugar haciendo que mi corazón comenzara a palpitar más rápido. Se escuchaba como si estuvieran corriendo y las pisadas se acercaban cada vez más, me paré, pero ya era demasiado tarde, sentí como algo atravesó mi cachete, me estremecí del dolor, la sangre salía cada vez más y más. Distinguí el rostro de Lora y pude ver como se acercaba con el cuchillo, pero logre esquivarla. Tomé su cabello y lo jalé con tanta fuerza que su cabeza chocó contra el suelo, me encimé en ella y le quité el cuchillo, ella se movió de un lado a otro, pero no logró quitarme. - Lo siento Lora, quiero vivir. - Tomé el cuchillo enterrándoselo en el pecho y poco a poco se fue desangrando hasta quedar muerta. 

Las luces se prendieron y logre visualizar a Pam y Sally, ellas se acercaron corriendo y cuando miraron el cuerpo de Lora cubierto de sangre y con un cuchillo enterrado retrocedieron un poco. 

¡Me sigues impresionando, conejita! - La voz de Mateo nos sacó de nuestros pensamientos, mire mis manos y estaban cubiertas de sangre, se siente horrible el saber que mataste a alguien, que estarías con ese sentimiento el resto de tu vida. Las lagrimas salieron de mis ojos sin darme cuenta, cayendo en mis manos. Me levanté y seque mis lagrimas, me acerqué al cuerpo de Lora y retiré el cuchillo de su pecho dejándolo en el suelo. 



No aceptes a un desconocido.Where stories live. Discover now