Bienvenida

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—Parece que tienes mala fama Anya— comento él mientras yo rompía el papel con la tinta escurrida en miles de pedacitos.

—En realidad no la tengo, ya te dije la razón por la que todos me tratan como si tuviera un virus mortal— comente mientras agarraba el bolso con una mano y con la otra señalaba mi refresco— mira lo que has hecho, ahora tendré que esperar por otro— dije mientras reía, no podía creer que estuviera peleando por una bebida tan asquerosa como esa.

—Cuando entre no parecía como si tuvieras mucha sed— entonces si me había visto poner una cara de asco mientras intentaba beber esa asquerosidad.

—Siempre tan conservativo— comente mientras comenzaba a acercarme a la bebida para recoger el vaso pero antes de que pudiera alcanzarla, Appleby coloco su mano sobre el desastre que había creado y lo hizo desaparecer frente a mis ojos.

—Un Hsiesma— dijo Liam mientras se sentaba en una mesa de la cafeterías como si hubiera vivido en este lugar desde hace años, solo ese pensamiento me saco una sonrisa del rostro—no sabía que había una de ellos en el campus.

—Hay muchas cosas que no conoces sobre el campus Liam— dije mientras me iba a sentar en la mesa con él, mientras que lo hacía note como él veía a todos lados con una sonrisa de oreja a oreja plasmada en el rostro—¿Qué ocurre?

Él dirigió su sonrisa hacia mi rostro y luego me señalo con un movimiento rápido de su boca a los demás.

Todos estaban de pie viéndonos como si fuéramos dos alienígenas comiendo cerebros de híbridos en la cafetería, sus caras solo me hicieron sonreír pero fue el rostro de consternación que tenia plasmado James, lo que realmente me hizo echarme a reír, las lágrimas que había llorado segundos atrás completamente olvidadas.

—¿Siempre son así de raros?— pregunto Liam.

—No, solo están actuando así porque piensan que tú también eres parte de un plan maestro en el cual yo no tengo nada que ver— dije mientras recordaba de lo que estaba siendo acusada.

—¿A qué te refieres?— pregunto mientras enarcaba una ceja.

— Tú ya sabes lo básico, dos demonios me atacaron alegando que me tenían que llevar a donde su ama— comente— días después desaparezco y regreso con Johan, pues ellos piensan que los demonios de alguna manera me controlaron mentalmente para que yo me reuniera con ellos y les dijera donde quedaba el campus, obviamente lo de su ama no eran más que palabras para encubrir que me querían afuera para que los guiara dentro del campus, tal y como hice con Johan — justo cuando termine mi explicación, Liam se echo a reír a tal punto que un par de lágrimas comenzaron a correr por sus mejillas.

—Esa es la explicación más ridícula que he escuchado en toda mi vida— por el rabillo del ojo pude ver la cara de James crisparse ante las palabras de Liam, después de todo el vampiro estaba insultando indirectamente a los padres de James. Liam noto la mirada asesina que le estaba dirigiendo James, fue por eso que lo volteo a ver.

—¿Quién es él?— pregunto mientras señalaba al daempiro.

—James Adelgrieff, el hijo de los directores— dije mientras entrelazaba mis manos, me sentía un poco estúpida al saber que James no me quería ni un poco y yo lo amaba con locura.

—Ya entiendo— Liam le lanzo una sonrisa amplia y sincera a James— lamento haberte insultado pero esta chica ha pasado por demasiado para que la estén inculpando de algo que no hizo.

James, quien nunca había escuchado sobre lo que me había ocurrido fuera del campus se vio ligeramente alterado, sonreí, después de todo si le preocupaba lo que había ocurrido.

Escuela de híbridosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora