1

1.7K 111 1
                                    

Salgo del camerino lo más rápido que pueda. La chica aquella empieza a correr detrás de mí como una loca.

— Richard, por favor haz algo por el bebé— me toma del brazo, sus ojos proyectaban dolor—. Olvídate de mí si es posible, pero no olvides que tienes un bebé hermoso, y a él le encantaría sentir el calorcito de su padre.

— Te voy a ser sincero, no sé quién eres ni de donde apareciste, así que no vengas a decir que tengo un hijo contigo— le digo enojado, no iba a permitir que me hicieran una broma de muy mal gusto.

— ¡Es real Richard! Sé que no me crees y sé que tampoco vas a hacerlo, pero te pido que hagas algo por mí— me ruega, era una chica llena de dolor y de sufrimiento.

— ¿Es la única forma para que te alejes de mí?— le pregunto.

— Siempre voy a insistir para que conozcas a tu hijo. Yo solo quiero un lugar para vivir con él. Mis padres solo me dieron hasta esta noche para irme y no tengo la más mínimo idea de donde ir.

— Tengo un apartamento a dos cuadras, está solo, si quieres quédate allí con el bebé hasta que encuentres un lugar mejor— saco las llaves de mi bolsillo—. Cuídate, y no vuelvas con esa broma de nuevo.

— Lo que digas.

La dejó allí sola, no sabía que cosa que cosa le estaba pasando por la cabeza a esta chica. ¿Cómo iba a ser yo el padre de ese niño? Si esto era un jueguito de las fans, se estaban verdaderamente pasando, con cosas así no se juega.

Llegamos con los chicos al hotel, no tuve una buena noche, solo pensaba en el dolor que proyectaba aquella chica y lo de ese bebé que era mío.

Me levanto muy de madrugada; hago mis ejercicios como todos los días. Salgo del hotel, voy al supermercado a comprar todo tipo de alimento necesario para una madre y cosas necesarias para un bebé recién nacido.

Llego a mi apartamento, donde se están quedando ellos dos, la razón por la cual no he podido dormir bien.

Toco la puerta.

— ¿Quién es?— ella sale simplemente con la blusa de la pijama puesta y unos bóxer—.  Disculpa— se sonroja—. No acostumbro a dormir así.

— Descuida— no le despego los ojos de su enorme trasero y ella lo nota—. Perdona, no quise.

— No hay ningún problema, ya me habías visto así— ella pone cara de sería y hace señas de que lo olvide.

— Algún día tendré que recordar eso que dices, ¿no?— pongo las bolsas sobre la mesa.

— Mi sueño es que recuerdes todo lo que pasó hace un año cuando estabas borracho.

— ¿Estaba borracho?— me quedo pensando. Hace un año estuve en una fiesta familiar y terminé tan borracho que no recordé nada de lo de anoche anterior.

— Sí Richard— me mira fijamente. Empiezo a sentir escalofríos en todo el cuerpo.

— ¿Puedo ver al bebé?— quiero quitarme la duda de una vez por todas.

— Cuando se despierte— se da cuenta de los nervios que tengo y me ofrece asiento.

Busca un vaso de agua a la cocina.

— ¿Me quieres contar porqué te pusiste así?— se sienta a mi lado y me ofrece el vaso con agua.

— Hace un año tuve una recaída con la bebida que lo olvidé todo, de lo único que me puedo recordar de esa noche es de un nombre, Valeria— le digo.

— Yo me llamo Valeria— me mira con sus ojos llenos de lágrimas.

Una Fan Más |Richard Camacho| Where stories live. Discover now