Capítulo 14

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—Debes doblar aquí —le dijo Natasha a Alicia mientras señalaba una entrada.

        Los chicos habían estado en el auto unos treinta minutos, varias veces le habían preguntado a Natasha su destino, pero esta se negaba a contestar.

        Alicia dirigió el auto hacia la entrada que le habían señalado y siguió en un camino perfectamente pavimentado. A los diez minutos de seguir por este camino los chicos empezaron a divisar enormes mansiones. La mayoría tenía las cortinas cerradas, era muy temprano como para que alguien estuviera despierto. Conforme avanzaban cada mansión se hacía más y más lujosa, cambiaban sus fuentes por enormes piscinas y el número de ventanas aumentaba gradualmente.

—¿Dónde estamos Natasha? —le preguntó Alicia algo extrañada.

Claros del amanecer. Pensó Natasha. Estaban en el lugar más lujoso de todo Opes, el lugar al que ella había intentado no pisar jamás.

—Simplemente sigue conduciendo —le dijo Natasha—, yo te avisaré cuando debes detenerte.

—¿Nos vamos a meter a la casa de un famoso? —preguntó Daniel emocionado.

—Creí que esto era un poco más… legal —dijo Lisa mostrando una sonrisa.

—¿Acaso lo has hecho antes? —le preguntó Alicia—. ¿Así es como vives tus locos años adolescentes?

—¿Se pueden callar por favor? —les dijo Natasha enojada—. Alicia detente aquí, hemos llegado.

        Alicia se detuvo al frente de una gigantesca mansión. De hecho, era  la más grande del área. Todos, menos Natasha, admiraron sus paredes de un blanco impecable y la majestuosa fuente que había en la entrada.

—¿Estás segura que podemos colarnos a esta casa? —preguntó Daniel—. Se ve algo… Segura.

—No nos vamos a colar —explicó Natasha en medio de un suspiro—. Esta es mi casa. O mejor dicho, la casa de mi madre.

        Los tres chicos la miraron. Todos con una profunda expresión de sorpresa en sus rostros.

—¿Que demonios? —preguntó Alicia— ¿Cuál es tu apellido?

—Ya ustedes lo saben… Sparks —dijo Natasha algo incómoda.

—Ese no, tu segundo apellido Natasha.

—Dufresne — medio murmuró esta.

—¿Dufresne? ¿Eres hija de Celine Dufresne? ¿La Celine Dufresne?

—El que lo repitas tanto no lo hará más falso —le respondió Natasha algo irritada—. Sí, soy hija de la famosa conductora de televisión. Ahora ¿Podemos entrar a la casa y poner a Oliver en una cama decente?

—Y le dice a esto casa…—dijo Daniel en un tono sarcástico—. Esta cosa es más grande que el edificio Grey.

—Gracias por tu exageración, ahora podemos entrar ¿no? —dijo Natasha.

—Un momento…—interrumpió Lisa— ¿Cómo demonios le explicarás a tu madre que vienes con cuatro amigos, uno inconsciente y los otros tres manchados de sangre y sucios, y un auto con agujeros de bala por todas partes?

—No lo haré —les explicó la mentalista—. Esconderemos el auto en el bosque, trasladaremos a Oliver a mi habitación, que tiene puerta independiente y luego tocaremos el timbre como si nada… Mi mamá pensará que venimos de una fiesta temática o algo parecido.

—Una mamá normal preguntaría qué demonios está sucediendo —dijo Alicia, dándole la razón a Lisa.

—Ahí está la cuestión, Alicia. Mi mamá no es una mamá normal.

Peligro (la mentalista #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora