Primera parte de la saga BeMT.
Pueden encontrar la segunda parte llamada "el inicio del final".
... en la vida aparecen personas de alguna parte que te marcan la existencia, es un juego del destino que coloca a gente que, por arte de magia, o sin el...
—Te dije que no estuvieras aquí—yo tengo la cabeza agachada pero puedo reconocer la voz.
Alzo mi vista y me encuentro con un Aarón muy guapo, una chaqueta negra de cuero, pantalón de mezclilla y camisa blanca, cabello despeinado, pero peinado, ¿Me entienden?.
Al ver su rostro noto como no está nada contento.
—Yo emm, estaba en la habitación no iba a bajar pero me dio sed—evito su mirada se que no está feliz por verme aquí, bueno en realidad nunca está feliz de verme.
—Esta no es una fiesta para personas como tú—
—¿Como es la gente como yo?—lo reto.
—Débil, aburrida—suelta una carcajada a lo que yo lo miro indignada, ¿me dijo aburrida?.
—Yo no soy aburrida, tú no me conoces—
—Y no quiero hacerlo, ahora vete a la habitación o mejor de la casa, no te quiero ver de nuevo—se da la vuelta y toma por la cintura a una rubia, ella gustosa le sonríe, yo solo me limito a hacer una mueca de asco.
Esquivando a la gente subi a mi habitación, pero para mi sorpresa había tres personas, si ¡tres! tendiendo relaciones en la cama donde yo dormía.
—Ni yo tengo sexo en mi cama como para que otros lo tengan—
Asqueada bajo a buscar a Aarón para que los saque, pero en este mar de gente va a ser difícil, doy vueltas por toda la sala pero nada, sigo sin encontrarlo.
—Luciérnaga—escucho atrás de mi volteo y está Connor, el chico del bar, sonrío, al fin una cara "familiar"
—Hola Connor—le sonrío de oreja a oreja.
—¿Qué haces aquí?, este no es un lugar para ti— me mira preocupado.
Ahí vamos de nuevo..
—¿Porque todos dicen eso?—susurro un poco alto pero a causa de la música el no me escuchó–. Estoy buscando a Aarón, ¿sabes dónde está?—pregunto y el sonríe al recordar algo.
—Debe de estar con la rubia sexy—dice mordiéndose el labio por lo que hago una mueca de asco—. Creí que Aarón no quería verte aquí, como hiciste para convencerlo.
—No lo convencí, de hecho no me quiere aquí— lo miro con inocencia.
—Pero aquí estas... en la fiesta que no te quiere—me mira pensativo— ¿Te gusta hacer lo contrario a lo que te dicen?— yo niego.
—No es que sea así, pero no me voy a arriesgar a que me quieran secuestrar de nuevo—digo a lo que el abre los ojos como platos.
—¿Como que te iban a secuestrar?—pregunta alarmado.
—Si, el día que fui al bar el estupido de Aarón me dejo ahí sabiendo que no sabía cómo regresar y al querer volver un auto me perseguía y luego alguien se bajó, pero para mí suerte pude salir corriendo—
Al escucharme se hecha a reír, yo lo miro raro, ¿como le puede causar risa eso?, ya debe estar borracho.
Indignada decido irme pero el toma de mi bazo, al voltear a verlo el aún sigue riendo.
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