Romántico empedernido, excesivamente egocéntrico, chantajista nivel profesional, capitán de americano e irresistiblemente atractivo. No es su culpa (o tal vez si) que sea perfecto, tiene más años de los que quiere admitir y adora crear fantasías en...
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—¿¡Cómo mierda quieres que me calme!?— grita James— ¡se han llevado a Grecia!—se jala las ebras de su cabello en señal de irritación y preocupación
—¡la vamos a encontrar!— le grito al chico que quise golpear alguna vez, estoy manejando el yate a toda la velocidad máxima, el aire nocturno me golpea pero no me importa, no me importa nada más que encontrar a Grecia.
Alaska no ha dicho nada desde que salimos y nos hemos ido de ahí, no ha hablado pero sus ojos no dejan de ser color azul fuerte.
¿Cómo mierda hace unas horas estábamos bien?
Y, mientras más pienso en lo que paso más me gusta... más me atrae. Nunca había sentido algo así con nadie y Alaska llega y rompe todos mis esquemas, rompe todas mis expectativas respecto al amor. No puedo decir que nuestro amor fue muy rápido por que así es con todos los cambiantes.
Mierda, todas las fantasías que le he dado no se superan con nada... por primera vez prefiero la realidad que la fantasía. Quiero repetirlo... quiero hacer de todo con ella, quiero ser su mejor amigo, su confidente, su novio, su alma gemela. Alaska es todo para mi y si ella esta mal, yo estoy mal.
Aún no se ve la playa de Malibú, solo el mar... tan silencioso y tan calmado. Mi chica sigue al lado mío, callada y viendo al horizonte.
Pongo mi mano encima de la suya, en señal de apoyo. Y ella, por unos minutos parece ser que no la siente pero, por fin entrelaza su mano con la mía.
—mi padre no se puede enterar de esto, haz que se quede en Malibú—asiento, eso es lo que pensaba hacer. Espero a que diga algo más pero no dice nada, no hace nada. Suspiro sin dejar de agarrar su mano. Esta vez no esperaremos a que los cambiantes líderes hagan su trabajo, esta vez yo mismo lo haré, yo mismo rescataré a Grecia. Pero, aunque tenga poderes muy buenos necesito ayuda. Tengo una idea.
—¿Preciosa?— pregunto, mi chica hace un gesto con su cabeza en señal de que me esta escuchando— ¿no te caerá bien la presencia de mi padre en este momento... verdad?— ella por fin frunce el ceño. Detengo el yate en medio del mar y aunque James ya esta gritando y preguntando por que lo he parado no le hago caso, saco mi celular y escribo un simple mensaje a Ethan, Asher, Dominic e inevitablemente a Cassidy.
Los necesito. Rastreen mi ubicación.
-Scott
Le doy enviar y en menos de un minuto tengo a mi familia justo delante de mi. Asher sale corriendo a vomitar al mar.
—¿Qué ha pasado?— pregunta mi padre y si, el puede teletransportarse a el mismo o con muchas personas. Y en unos segundos, le cuento todo.
