Crónicas de Gaia: Libro Primero

Capítulo 4

-¡¡FUEGOOOOO!!-

La artillería de los navíos tronaba en cada tiro, y atacaban a los Ventrios que defendían una de las entradas de su país con enormes bolas de hierro cubierta de brea en encendida en llamas.

–¡Vamos! ¡Vamos! ¡Avancen!– Las explosiones obligaban a gritar a los Capitanes de los pelotones Danhairo que bajaban de sus barcas y avanzaban por el frente de la batalla, las enormes banderas ondeaban violentamente por el duro clima que los Ventrios pusieron en el campo de batalla, una tormenta de relámpagos azotaba a los guerreros que avanzaban a paso firme por la playa Haoma, en Volaris. Los Ventrios podían controlar el aire a su antojo, con ciertas limitancias si luchaban individualmente, pero en conjunto podían provocar enormes tormentas y ciclones, cosa que dificultaba a las unidades navales de Fragua.

– ¡Vamos guerreros! ¡Por Fragua! –.

Entre los soldados que avanzaban, se encontraba el poderoso Quagga "El destripador", título otorgado por el asesino que mató a todo un pueblo rebelde con sus propias manos hasta morir a manos de un feroz Oso que se enfrento a el por la carroña.

Quagga era un Ignio enorme de grandes brazos, espalda ancha y su calva brillaba con cada relámpago. Como dominador del fuego era muy poderoso, ya que podía hacer marejadas de fuego solo con su encendedor, o cubrir sus manos en llamas y destrozar a sus enemigos con ellas. Avanzaba junto las tropas en el frente de batalla, y por delante se encontraban miles de Ventrios lanzando una ventolada poderosa para hacerlos retroceder, mientras los rayos electrocutaban a los guerreros.

Algunos Ignios canalizaban con sus manos la energía eléctrica de los rayos que provocaban las numerosas bajas, y con esa energía atacaban a los Ventrios que protegían a los causantes de las tormentas, Pero la cantidad de los dominadores de fuego era mucho menor debido a la extensa guerra, y los pocos titulados. Además que los dracones no permitían por ningún motivo una aceleración en el egreso de contingente Ignio para aumentar las filas, debido a que la calidad de poder de los titulados seria mucho menor añadiendo ademas que va en contra de las creencias chamánicas de los Danhairo.

– ¡QUAGGA! – grito Froy "Fuego Gris" en la retaguardia– ¡No Avances!... Cuidado! –.

El Destripador estaba canalizando los relámpagos para proteger a los dos pelotones que estaban en el frente, y poder detener a los Ventrios que creaban la tormenta. Los poderosos rayos llegaban a su mano izquierda como un pararrayos, y con la derecha los lanzaba a los peones de Volaris, al parecer cada vez que Quagga soltaba una ráfaga de electricidad, hacia disminuir la canalización de su mano izquierda, haciendo que los rayos electrocutaran a los guerreros que avanzaban junto el.

– ¡Vamos! ¡Avanceeeeen! – Gritaba Quagga, ignorando su compañero que le gritaba en la retaguardia.

De pronto comenzó a hacerse un enorme espiral de nubes en los cielos y comenzó a conectarse con otro hecho de arena, escombro y cadáveres desde el suelo. Los rayos centelleaban haciendo mas difícil poder ver el campo de batalla, Quagga lo veía lejos, y cerca a la vez, era un tornado, nunca había visto uno tan grande, se veía a guerreros elevándose por los aires y otros caían como sacos de tierra en el suelo. No podía dilucidar su dirección, lo único que quedaba era avanzar y vencer a los responsables de esa fuerza.

A pesar de las advertencias que le hacia su amigo Froy en la retaguardia, Quagga miraba atrás y allí lo veía, estaba avanzando junto a él, y mas atrás había otros pelotones, estaban todos avanzando juntos, los ignios tomaban posiciones laterales para defender a los guerreros de los rayos, en el horizonte se podía ver la destrucción del enorme tornado que azotaba las costas violentamente, entre la arena y los escombros se podía ver barcos Danhairo, entre rayos y llamas luchando contra el tornado, elevándose en los cielos de manera violenta. Faltaba poco, solo unos pasos más y ya alcanzaban al enemigo.