Te quiero

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[ Jimin ]
Mi segundo nombre es causador de problemas.
Yo tan solo quería desaparecer por un tiempo, hasta que todos mis problemas se desvanecieran pero lo único que conseguí es asustar a las personas que más quiero en este mundo.

Sin embargo sigo pensando que no me merezco a Hoseok, cuando pueda superar todos mis complejos, podré ser feliz con otra persona.
me miré al espejo y observe mi figura.
me toqué los mofletes.- Gordo.
me toque la frente.- Granoso.
me toque el pelo.- Asqueroso.
- ¿Como Hoseok me podía querer a alguien como yo?- la decisión que tomé...

-Yo quiero que sea feliz, pero me gustaría darle su felicidad y no otra persona.- me siento egoísta.

Yo... yo necesito saber la verdad.

- Lo siento mamá, volveré lo prometo.- mi madre estaba dormida. Normal, la pobre estaba agotada después del día de hoy.

Sin pensármelo dos veces salí corriendo de casa.
Corría por las calles como si no hubiera mañana, no quería mirar hacia dónde iba tan sólo seguía mis pies y mis sentimientos.
Cerraba los ojos mientras corría pero no pude lograr encerrar para siempre mis lágrimas.
Corría y corría hasta que me detuve, había llegado a mi destino.

Corrí hacia su ventana, eran las 3 a.m tampoco querría despertar a sus padres, ellos no tienen la culpa de que sea un gilipollas. Agarré una piedra cualquiera, no muy grande para que no rompiera la ventana y con toda la puntería y fueza que disponía en ese momento se la tiré al centro de la ventana.
No tardó más de 30 segundos en encender la luz y abrir la ventana.
- ¿Que haces aquí?- su cara de sorprendido y dormido era todo un poema, intentaba susurrar pero su voz ronca de dormido no se lo permitía.
- Yo...- intenté hablar pero no conseguía decir ni palabra, todo el coraje que tenía lo tiré con aquella piedra.
- Espérame ya bajo.- no parecía enfadado, más bien medio sobado y normal que te vengan a molestar a las tres de la mañana pues como que no es gracioso, le hago esto a Yoongi y vivo ya no estoy, creedme, tiene muy mal despertar y aún peor si no ha salido el sol.

No tardó mucho en bajar, sin embargo traía consigo una chaqueta en los brazos y llevaba la chaqueta que usaba para ir a la nieve encima.
No había percatado de que era una noche glacial, había salido de mi casa con solo el polo que llevaba.
- Toma es para ti.- me dió la chaqueta que llevaba en la mano.- no quiero que te resfríes.- mi corazón dió un brinco, o más de uno, como no, su actitud de principe que se preocupa por la gente no cambia ni a las tres de la mañana, aún que yo le hubiera roto el corazón el seguía siendo como es, que asco doy.

- Gracias..- susurré.
Me puse su chaqueta y tenía su aroma, el aroma que tanto me vuelve loco.

- ¿Que quieres Jimin?- me dijo mientras se apoyaba en el árbol de su patio y cruzaba los brazos. Lucía genial con su pelo despeinado, todo le quedaba demasiado bien para ser real hasta un estúpido pijama.
Sin embargo había algo que no me agradaba, sus ojos no lucían como siempre, lucían más cansados, como más apagados.

- Hoseok yo...- es ahora o nunca.

Pero como no, la impotencia me pudo y la única solución que mi cerebro encontró coherente fueron las lágrimas.

Comencé a llorar sin más, sin un porqué, sin una razón, sin que ni siquiera una palabra saliera de mi boca.

Me agaché y abracé mis piernas mientras intentaba calmarme, pero mis nerviosos me traicionaron, todo me fallaba, no paraba de temblar y no precisamente de frío, yo...

Bored. - TaegiWhere stories live. Discover now