Te protegeré siempre

CAPITULO 41 FIN DE UNA ETAPA

Los días siguientes pasaron como si de un suspiro se tratase, Lucas no se apartaba del lado de Lex cosa que a ella le encantaba, por respeto a su padre Lucas decidió marcharse a su apartamento a dormir ya que aún estando enormemente agradecido con el joven no podía dejar de sentir cierto recelo hacia él.

La mañana de su graduación Lex esperaba tumbada en su cama mientras miraba la toga colgada en el el armario, no sólo era la mas joven de su curso en graduarse sino que lo hacía con honores, lo cual despertaba el interés de muchas empresas sedientas de becarios inteligentes para formar parte de sus empresas internacionales, Lex rechazó todas las ofertas incluso la de su padre, había decidido hacer caso a Bárbara y dedicar un año a especializarse en las mejores universidades del planeta.

Suspiraba feliz pensando en el último curso vivido, no todo había sido idílico ni mucho menos, se había peleado con Nico salvajemente, Alex le había declarado su amor incondicional y le había rechazado lo más dulcemente que pudo y como no, en unos días sabría si realmente estaba embarazada, entornó los ojos pensando en ese último punto, a sus 20 años y con una carrera universitaria a sus espaldas seguia sin comprender como podía haber sido tan estúpida, intentó compensar la balanza de su vida pensando en las cosas buenas que le habían sucedido, Aba era su madre, su relación seguía como antes de saberlo, pues para Lex Aba había sido su madre a efectos prácticos y aunque no se había planteado llamarla “mamá” no podía editar sentirse dichosa al saber que su madre biológica estaba viva y nunca se había separado de su lado.

Había conocido a Lucas, no podía evitar que una risa nerviosa se le escapase al recordar lo mucho que le odió al conocerle, para en solo unos días estar totalmente enamorada de él, Lucas había sido su primer todo, su primer novio formal, el primero con él que hizo el amor y muy a su pesar todo indicaba que su primer embarazo también había sido con él, sentía como el corazón se le aceleraba pensando que en su interior una vida se estaba formando, un nudo en la garganta empezó a apretar con fuerza cuando alguien llamó a la puerta.

-Me esperas en la cama tumbada....- dijo con ojos lascivos y esa media sonrisa que deja totalmente vulnerable a Lex

- Estaba pensando- dijo petulante- podría haberlo hecho de pie, pero mira, me va mas el pensar en horizontal.

- Eres malvada- dijo Lucas teatralmente- me voy.

- Espera!- grito Lex asustada

- Lo ves pequeña diabla- dijo Lucas mientras se acerba a ella divertido- no puedes evitarlo....

- Evitar?- Lex puso sus brazos bajo su cabeza intentando parecer auto-suficiente- no se de que me hablas- suspiró

- No puedes vivir sin mi- susurro en su oído mientras le rozaba con la punta de la lengua el lóbulo de la oreja de Lex haciendo que esta se estremeciera- me amas.

- Si... tu lo dices- respondió la muchacha intentando controlar el temblor de sus labios, el sentirle tan cerca hacía que Lex perdiera el control de sus actos, no necesitaba mas que su presencia para dejar de tener los pies en la tierra y únicamente desear ser suya.

- Dime una cosa- intentaba decir cuando despegaba los labios del cuello de la muchacha, has decidido la primera parada?

- Parada?

- La primera universidad princesa... Ya has decidido cual será?

-Ah... si Barcelona!!!- dijo mientras se giraba lentamente para poder acariciar el cuerpo de su chico mientras entrelazaba sus piernas con las suyas.

- España.... no he estado nunca.

- Es genial, una de las mejores ciudades del mundo, sabes que el palacio de la música y el parque Gúell construido este último por el gran arquitecto Gaudí es patrimonio protegido por la UNESCO? Y la Sagrada Familia? Ohhh, eso si que es maravilloso!!!! Gaudí acabó los planos de toda la basílica antes de morir y después de tanto tiempo los ingenieros y arquitectos siguen fielmente las instrucciones del maestro! Y como....- Lucas la interrumpió besándola con pasión, Lex olvidó el discurso que estaba impartiendo y abrazó con fuerza a Lucas acercándose más a él, su respiración agitada provocó que el joven empezara a perder la cabeza y sin pensarlo dos veces introdujo su mano bajo la camiseta de Lex.