~Forgive me, but I love you (fanfiction)~

Capitulo -54-

CAPITULO -54-

Zayn había dejado de llorar, pero seguía abrazado a mi. Sus ojos estaban fijos en el cielo, y se reflejaba en ellos todo el dolor que había sufrido.

-Zayn... - susurré, intentando no volver a equivocarme – lo... lo siento mucho. No debería de haber...

Zayn me miró a los ojos, e intentó dibujar en su rostro una pequeña sonrisa.

-He sido yo el que te he traído aquí – me miró muy fijamente, y me acarició la mejilla, apartando un mechón de pelo de mi cara – sabes... eres la única persona que sabe esto.

Bajé la mirada. No podía seguir soportando aquello.

El bajó su mano hasta mi barbilla, e hizo que volviera a mirarle a los ojos.

-Eres la única persona en la que confío ciegamente princesa – Zayn acercó sus labios a los míos, y me besó muy lentamente.

Un fugaz pensamiento cruzó mi mente: “Te quiero Zayn”. Mi estómago, mi corazón, mis ojos... todo mi cuerpo lo decía. Todo mi cuerpo, menos mis labios, que seguían besando los de Zayn. Y todo por ese maldito miedo a que el, si me oía, se alejara de mi.

Mis labios temblaban. Necesitaba decírselo. Necesitaba decirle que estaría a su lado pasase lo que pasase. Que no necesitaba a nadie mas que el a mi lado para sentirme feliz. Que solo sentir su olor, mi corazón palpitaba muy rápidamente, y oír su voz me hacía llegar al cielo en tan solo un instante.

Un pequeño escalofrío recorrió mi cuerpo al sentir la mano de Zayn en mi espalda. Me atrajo mas hacia el, y me rodeó con sus brazos, sin dejar de besarme.

Me separé un instante de los labios de Zayn, lo suficiente como para tomar aire. Sus besos no eran salvajes, pero me cortaban la respiración a cada instante.

-Zayn... - susurré, mientras nuestras miradas se cruzaban. No era una suplica. No era un ruego para que volviera a unir sus labios con los míos. Era una declaración de amor, camuflada en cuatro simples letras.

Zayn se mordió ligeramente el labio.

-_____... - me susurró, con el mismo tono que yo había utilizado.

Sonreí, y rocé sus labios con los míos muy suavemente, sin dejar de mirarle a los ojos.

-_____ - repitió, mientras se ponía lentamente de pie, y tiraba de mi hacia arriba.

Zayn me llevó de la mano hasta la orilla de la playa. Nos quitamos los zapatos, y dejamos que nuestros pies se mojaran con las suaves olas que iban y volvían.

Zayn se acercó un segundo al mantel, dejó los zapatos allí, e instantes después volvió a mi lado.

Me rodeó la espalda con el brazo, y me acercó a el. Había subido el volumen del radiocaset.

-Princesa... - Zayn me hizo darme la vuelta, para quedar de frente a el. Acercó sus labios a mi oído, y me habló muy suavemente - ¿sabes bailar?
Solté una pequeña carcajada, y sentí como las mejillas se me encendían.

-N... no – admití, susurrando.

Zayn soltó una pequeña carcajada al ver mi gesto avergonzado.

Me atrajo hacia si, hasta que solo quedaron un par de centímetros entre nosotros. Me alzó un poco, y puso mis pies encima de los suyos.

-No importa – susurró – pero intenta no caerte.

Solté una pequeña risa. Zayn sonrió, y me dio un fugaz beso.

Una nueva canción empezó a sonar en el radiocaset. La reconocí al instante: Moments. Una canción lenta...

Alcé la mirada. Zayn me sonrió, y yo le devolví el gesto, mientras juntaba sus labios de nuevo con los míos. Después, bajé la cabeza y la enterré en el hombro de Zayn.

Él se movía muy docilmente, como si fuera un bailarín profesional. Hacía movimientos perfectos – o quizá mi falta de entendimiento me los hacía ver así – y hacía que pareciese que flotavamos.

Sonreí, y me dejé llevar. Zayn nos guiaba a los dos como si fuésemos uno solo, y esa sensación de cosquillas en el estómago se hacía cada vez mas intensa.

Cerré los ojos. El suave viento me mecía el pelo en el aire, y atraía el olor de Zayn hacia mi. Me estremecí, y sonreí.

Zayn juntó sus labios con los míos muy lentamente, sin dejar de bailar.

Los pies de Zayn rozaban la arena, cada vez mas rápido, mientas el nos hacía movernos en círculos a ambos. La canción acabó.

Zayn me bajó, y juntó sus labios de nuevo con los míos.

-Mi madre me enseñó a bailar – susurró, con una media sonrisa en la cara.

Entrelacé mi mano con la suya, y lo atraje hacia mi. Le besé muy lentamente.

-Hizo un gran trabajo – le susurré – y no solo enseñándote a bailar. Eres increíble Zayn.

Una sonrisa se dibujó en los labios de Zayn.

-Vamos a casa – le pedí.

El sonrió, y asintió.

Entrelazamos nuestras manos, y caminamos juntos hasta el coche.

Zayn me abrió la puerta del coche. Me acomodé en el asiento, y sonreí. Zayn encendió la radio, y se puso a cantar. Poco a poco, mis ojos se cerraron, y me dejé llevar por el sueño.