El cielo en tu mirada (Zanessa)

Capítulo 24. Presente y pasado

Después de lo sucedido con Matteo me quede pensando en "nosotros", desde que había llegado a la casa no podía dejar de recordar la escena en la que casi me besa. Eran las 7 de la noche cuando recibí una llamada entrante de Kendall

-¿Hola?

-Hola Van, ¿Qué tal? Tienes cosas pendientes que contarme

-Ah, ya vas a comenzar

-Vamos, te fuiste con Matteo, ¿Qué hicieron?

-No seas una mal pensada, sólo hablamos

-¿Nada más? No lo creo

-Y casi me besa

-¡Qué! Yo sabía que algo pasaría, pero ¿por qué no te beso?

-Me esquivé

-¡Vanessa! ¡No!

-Kendall, es que no sé lo que me pasa con Matteo, ¿Okay? Lo quiero mucho es un gran amigo, pero cuando estoy con él siento algo, que no sé cómo explicar

-¿Acaso amor?

-No creo que sea amor, pero creo que si me está gustando ¿bien?

-¡Ahh! No sabes lo feliz que estoy al escuchar eso, amiga por fin tendrás otra oportunidad en el amor

-Sólo espero poder olvidarme de Zac y que en verdad logré amar a Matteo

-Vas a intentarlo y verás que sí

-Cierto ¿estamos juntas en clase de matemática?

-No, es en historia

-Bah, quería que me ayudarás Kendall

-¿Cuál es tu clase?

-La 9B

-Pero estas con Matteo

-Lo sé pero es que ya me han pasado muchas cosas con él en un fin de semana

-Amiga deja de pensar en eso y dile, ¿para cuándo tienes la prueba?

- Para el martes

Kendall sacó su celular y llamó a alguien, no tenía idea de quien era cuando...

-Hola Matteo, ¿Qué tal? ¿Me puedes hacer un favor? Es que Vanessa necesita ayuda para la prueba de matemáticas que tienen el martes, ¿la ayudas?. Listo muchas gracias, bye!

Colgó y yo me perpleja

-¡Kendall! ¡Qué has hecho!

-Ayudarte a que saques una buena calificación, eso hice

-Quiero matarte

-Me lo agradecerás querida, bueno te dejo, adiós

Así Kendall se despidió, salió de mi departamento y yo me quede sentada en el mueble con cara de una tonta confundida. Me recompuse de nuevo y pensé en llamar a mi familia

-¿Hola? ¿Mamá?

-¡Hija! ¿Cómo estás? Te extrañamos mucho

-Yo igual, no saben la falta que me hacen, ¿Cómo esta papá, Johann?

-Los dos bien, ¿y tus estudios?

-Hasta ahora he pasado muy bien mamá, no hay de qué preocuparse

-Me alegra mucho Vanessa

-Mamá... ¿has sabido algo de Zac?

-Pues no mucho realmente, pero he oído que ya tiene novia, ha estado yendo a fiestas y bueno me comprendes en esas cosas

-Oh, lo entiendo, parece que la está pasando muy bien

-Qué quieres que haga hija, después de estar como un loco buscándote y escribiéndote, cualquiera se cansa, ¿no lo crees?

-Mamá, ¡basta! No estoy diciendo nada malo, tú no sabes por qué me fui realmente, no me digas nada

-Vanessa, espera, ¿qué dijiste?

-Nada, olvida todo lo que acabas de escuchar

-Me estás dando a entender otra cosa, me dices ahora mismo

-No tengo nada que decirte mamá, adiós y cuídense

-Vanessa hablaremos de esto muy pronto

Lo último que dijo mi mamá solo lo escuche, ya no dije nada más y colgué, luego de eso fui a ver un vaso con agua para tranquilizarme, pero del coraje rompí el vaso con mis manos y me corte la mano izquierda por la mitad. No me cure la herida, ni nada, solo cogí una servilleta, limpie la sangre que estaba en mi mano y fui a dormir.