Capítulo 1. El inicio de algo nuevo

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Todo cambio dentro de mi vida cuando mi familia decidió mudarse a la ciudad de Nueva York, yo me encontraba muy asustada, pues no sabía con qué me iba a topar, con qué tipo de personas iba a pasar el resto de mis días, pues todo daba vueltas en mi cabeza.

El día 26 de septiembre del 2006, partimos de Montpelier hacia Nueva York, estaba tan preocupada de lo que sería mi vida y la de mi familia en otro tipo de ambiente, yo había hecho todo lo posible para convencer a mi madre de no irnos hacia esa ciudad, pero todos mis intentos fracasaron. Y en parte logré entenderla, ya que la situación económica en Montpelier iba de mal en peor. Llegamos al cabo de 12 horas de estar en un avión, que por cierto era la primera vez que me subía en uno.

Cuando salimos del aeropuerto, estaba impactada, Nueva York era totalmente diferente, había muchísimo tráfico, las personas iban de un lado a otro, en fin era un megalópolis. Mi padre llamo a un taxi y nos embarcamos en el, dentro de 30 minutos llegamos, a lo que llamaría de ahí en adelante mi hogar, todos entramos y cada quien tomo una habitación y comenzamos a desempacar.

Al día siguiente, mi hermano Johann, toco la puerta de mi habitación y me grito desde afuera: Vanessa! Vístete tenemos que irnos a inscribir en la universidad hoy mismo. Al escuchar eso, mis nervios se alteraron aún más. Después de unos minutos baje, salude a mi padre y me dijo: Come rápido y anda con tu madre y tu hermano que ya te están esperando afuera. Entré en la cocina, apenas cogí un trozo de pan y salí corriendo.

Al llegar a la universidad, vi todo a mi alrededor, había muchos chicos guapos, chicas con un estilo único y sentí demasiada vergüenza, porque mi estilo era tipo campestre, ya que Montpelier es una pequeña localidad que se encuentra en el estado de Vermont. Todos nos miraron de una manera muy extraña, tanto a mi mamá, a mi hermano y a mí. Cuando entramos a la universidad, llamada Harvard, me quede con la boca abierta, los salones eran inmensos, había una tecnología de punta, los profesores y las autoridades estaban muy elegantes y tenían un léxico increíble. Nos detuvimos frente a la oficina del director, mi mamá tocó la puerta y él sonriente la abrió.

-Pase señora Kristin. Sean bienvenidos a la Universidad de Harvard. Mi nombre es David Anderson.

Luego el director nos miró a mi hermano y a mí y comenzó a tratar de hacernos sentir en confianza.

-Hola chicos, Vanessa y Johann, ¿cierto?. -Yo asentí. Su madre me ha hablado mucho sobre ustedes, por lo que tengo entendido son estudiantes muy responsables e inteligentes, es un placer tenerlos aquí.

Johann y yo solo permanecimos callados. Mi mamá le entrego al director Anderson nuestros documentos, él los reviso uno a uno, con mucho cuidado.

-Bueno señores, desde mañana pueden comenzar sus clases, les deseo éxitos.

Yo estaba ida en ese momento, y Johann me dio un golpe leve en el pie, reaccioné y ambos dijimos gracias.

Esa noche me puse a pensar en que pasaría mañana, y lo que hice fue pedir que mi día no fuera una catástrofe, como yo la estaba imaginando.

Y bien, llego el 'gran día', Johann y yo bajamos iguales, al entrar encontramos la mesa repleta de deliciosos platillos, sabía que eso era un intento de mis padres para que nos levanten el ánimo, pero obviamente no funcionó, al menos no para mí.

A eso de las 7:45 arribamos a la universidad, y se repitió lo mismo que pasó ayer, todos se burlaron de nosotros, Johann me abrazó y me dijo al oído: Tranquila Vane, no les des importancia, tú eres una gran persona, eres mi ejemplo a seguir. Sus palabras me conmovieron y alce la mirada, escuchaba las risas de los demás, hasta que entramos en el salón de biología, Johann me dejo allí y se retiró. Tengo que decir que realmente me gusto como dan clases en Harvard, y por lo menos los profesores no eran de la forma en que lo eran sus alumnos.

El cielo en tu mirada (Zanessa)Where stories live. Discover now