Capítulo 34. Fortalezas

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Habían pasado dos semanas más hasta que los doctores me dieron el alta, estaba completamente recuperada y me sentía con muchas fuerzas, era domingo y el sol brillaba, el día estaba templado, sentía la brisa recorrer por mi cuerpo, me hacía falta salir de esa habitación de la cual ya estaba harta.

Mi mamá y yo estábamos recogiendo mis cosas, cuando la puerta se abrió y entro Zac.

-¡Zacky! –corrí hacia él- ya estaba extrañándote

-Ya estoy aquí Vane -me decía mientras me cogía con sus brazos y me elevaba muy alto-

-Los dos se ven tan lindos juntos –dijo mi madre-

Zac y yo sonreímos mientras nos mirábamos.

-Gracias Sra. Kristin

Al fin salimos del hospital y volví a recordar las congestionadas calles de Nueva York, la inmensa cantidad de personas moviéndose de un lado a otro.

-¿Quieres ir a casa? –preguntó mi madre- ¿O se van a algún lado?

-Sí, de hecho quería llevar a Vanessa al cine. Claro si ella quiere.

-¡Por supuesto que quiero!

-Está bien chicos, diviértanse mucho.

Mi madre comenzó a caminar y poco a poco fue desapareciendo entre la multitud, Zac tomó mi mano y yo apreté la suya fuerte, ambos nos vimos y me acerqué hasta sus labios, lo necesitaba, puse mi otra mano en su mejilla derecha y me incline para darle un pequeño beso, mientras me acercaba el poso su otra mano en mi cintura y me atrajo más hacia él, y fue ahí cuando mis labios tocaron los suyos y el pequeño beso que le quería dar se convirtió en uno muy apasionado, prácticamente Zac estaba devorando mis labios, sentía mis mejillas arder pero a la vez lo estaba disfrutando, hasta que me separe de él riendo.

-¡Ya! Hay mucha gente.

Zac soltó una risita.

-¿Y eso que tiene? No tienen por qué meterse en la vida de otra persona.

Lo fulminé con la mirada

- Mejor vamos al cine.

-Tienes razón, se hace tarde. Pero eso si te digo, quiero más de esos beso Vane.

Ambos nos miramos de forma "picara" y nos tomamos de las manos mientras nos dirigíamos al cine que estaba a 3 cuadras del lugar donde nos encontrábamos.

Llegamos al cabo de 5 minutos y había muchas películas.

-Zac hay muchas no sé cuál elegir

-¿Qué tal si vemos una de terror?

-Mm sí, bueno me dan miedo pero las ganas de ver son más

Zac me sonrió y entramos a comprar las entradas, luego fuimos hacia la sala del cine y estábamos esperando por la película, esta demoraría 1 hora con 30 minutos en reproducir, tenía los pelos de punta, soy muy miedosa pero a la hora de ver películas de terror soy la número uno y no sé por qué.

Ni bien empezó la película mis gritos se comenzaron a escuchar por todo el lugar y Zac solo se reía de ver las caras o de los sustos que me llevaba, ya la gente estaba molesta, frecuentemente regresaban a verme y yo solo trataba de ocultarme en medio de la oscuridad. Al fin la película termino y literal salí corriendo del lugar mientras Zac seguía riéndose de mí.

-Deja de reírte ya, en serio esa película me dio miedo.

-Vane eso no dio para nada de miedo, eres una dramática.

-No lo soy. Quiero ir a casa.

-¿Ya te molestaste? Ay Vanessa y creer que con todas tus virtudes y defectos medios raros que tienes me vuelves loco.

Cuando escuche eso, no pude evitar sonreír, fui hasta él y lo abracé. Alce la mirada y él también estaba viéndome, tomo mi mano y empezamos a caminar, cuando Zac se detuvo.

-¿Qué pasa? ¿Por qué te detienes Zacky?

-Mira a esa familia Vane.

Aquellas personas eran una pareja que tenían a su hijo entre sus brazos, dándose cariño, realmente era una escena muy linda.

-Que bonitos se ven.

-Vane, promete que nosotros también formaremos nuestra propia familia y disfrutaremos de hermosos momentos como ese.

-Claro que sí Zacky –le dije mientras nos mirábamos con ojos de ternura, ambos con la misma razón de seguir estando juntos; fortalecer nuestro amor, disfrutar los buenos momentos y superar los malos que la vida nos pone-

Zac me fue a dejar a mi casa, luego el también regreso a la suya, no sin antes decirme que mañana era el juego de básquetbol que tenía.

-Mañana es el juego Vane.

-Sí, no creas que me olvide. Voy a llegar muy temprano no quiero perderme de nada.

-Sé que así lo harás, y también será el primero en el que me veas jugar fuera de Estados Unidos.

-Es verdad, tanto ha cambiado nuestras vidas en tan solo meses.

-Lo bueno es que después de todo esto,  nuestra relación sigue en pie, porque solo nosotros sabemos cómo estar distantemente juntos y potencialmente unidos.



El cielo en tu mirada (Zanessa)Where stories live. Discover now