Capítulo 36

129 13 8
                                    

Matteo comprendió que yo lo vi y salió caminando con tanta naturalidad que ni yo me creí que lo estaba haciendo, estaba impactada.

-¿Vane? ¿Qué pasa? –dijo Zac al verme-

-No, nada, ya regreso

Salí corriendo porque ya había perdido bastante tiempo, temía no encontrarlo, necesitaba hablar con él, no sabía si se trataba de otras de las trampas de Rosaly pero verdaderamente necesitaba enfrentarme a Matteo.

Al llegar al pasillo vi que me estaba esperando y entro al salón de bilogía, los recuerdos inundaron mi mente al recordar que allí fue donde nos conocimos.

Cuando entré él se encontraba mirando hacia un punto que no logré divisar, luego me miró fijamente a los ojos y pude notar maldad, arrepentimiento y decepción en su mirada lo que hizo que me produjera escalofríos.

-Sólo vine a advertirte –dijo- Rosaly no se detendrá hasta acabar contigo, te quiere muerta.

-Deja a Rosaly para después, sólo dime, ¿por qué lo hiciste? ¿Por qué permitiste que ella casi me mate?

-¿Por qué? Todavía lo preguntas –soltó una sonrisa fingida- Vanessa desde que llegaste me atrajiste desde el primer momento, y conforme paso el tiempo me enamoré de ti, y preferí verte muerta antes que estar con ese tipo. No te pido disculpas, porque tú también me traicionaste.

-Yo no te engañé, nunca te traicioné. Matteo lo intenté, intenté enamorarme de ti, intenté olvidar a Zac pero no pude y en verdad lo lamento, lamento haberte herido de esta forma hasta el punto de que llegues a desear mi muerte.

Su mirada se suavizo un poco y se quedó mirando hacia la nada, pero luego su expresión cambió a una dura, me miro de nuevo y dijo:

-Debo irme.

Se estaba dirigiendo a la puerta cuando tome su brazo.

-Por favor Matteo, sé que no eres como ella, por favor, ayúdame y discúlpame por todo esto, no fue mi intención.

-Ya no estoy con ella, le dije que no quería estar bajo sus mandados, así que no te preocupes por mí ahora, preocúpate por ti, ella quiere acabar contigo cueste lo que cueste, es por eso que vine a decírtelo.

Se soltó de mi agarre y salió.

Me quedé allí como un robot estático, sin poder pronunciar nada o al menos moverme, nunca llegué a imaginar de lo que era capaz Rosaly, ahora tenía miedo, con la advertencia de Matteo, la felicidad que estaba sintiendo hace poco tiempo en el partido se había esfumado.

Me quedé en ese estado por unos minutos tratando de asimilar cada una de las palabras que dijo Matteo, hasta que sentí que la puerta se abrió.

-¡Vane!

Zac entró y me fije en que ya hasta se había ido a cambiar y que me había estado esperando para ir a la celebración en la casa que arrendo el equipo de baloncesto.

-¿Que tienes?

-No es nada Zacky, perdón por demorarme tanto.

-Sé que me estas mintiendo, dime que pasó.

-Matteo estuvo aquí.

-¿Qué? ¿Cómo se atreve?

-Hablo conmigo sobre Rosaly, me quiere muerta Zac –lo miré con lágrimas en mis ojos- No sé qué hice para que me llegara a odiar tanto.

Zac me atrajo hasta él y me dio un cálido abrazo.

-Tranquila que nada te va a pasar, ¿me oyes? Yo estoy aquí para protegerte de ella y de quien sea.

Levantó mi rostro y mis ojos fueron directo a los suyos, me encantaba verlos, nunca olvidaría aquellos hermosos ojos azules.

-Todo estará bien, ¿sí?

Asentí y luego el me dio un pequeño beso en la frente.

-Vámonos de aquí –le dije- te están esperando en la casa, estas atrasado.

-No iré si tu no vienes Vane, quiero que estés ahí. Tú eres parte de mi vida y quiero que estés siempre conmigo.

-Tienes razón Zacky, no me voy a poner así por ella. Vamos ya.

Llegamos en 15 minutos, todos estaban bailando, corriendo, jugando, bebiendo, el equipo directivo de la universidad de Harvard festejaba, los alumnos que vinieron a apoyarlos desde Estados Unidos también se encontraban allí, todo era una locura.

Salimos del auto de repente todos comenzaron a gritar por la llegada de Zac.

Sus compañeros de equipo lo arrastraron hasta donde estaba la copa y empezaron a tomarse fotos, reír y cantar el himno de Gryffindor, yo no sabía que hacer así que comencé a buscar un lugar calmado, no era que no me gustaba celebrar pero no estaba en confianza, después de caminar un rato salí al patio trasero y habían pocas personas, en su mayoría eran parejas, divisé una pequeña casa del árbol, me aseguré de que no esté ninguna persona y subí, me senté en la orilla apreciando la grandeza de la ciudad, el aire fresco recorría por mi cuerpo, me sentía un poco aliviada y relajada estando allí.

Escuché un ruido y rápidamente gire para ver que o quien era, y encontré a Zac acercándose a mí.

-Pensé que ya te habías ido.

-Cómo crees, te estaba esperando Zacky, linda vista, ¿no?

-Muy linda, no había venido aquí, imagínate de lo que eres capaz de encontrar y yo no.

Una sonrisa se formó en mi rostro.

Zac comenzó a cantar y al instante mi corazón latió con más velocidad, aquella canción era mi favorita.

Can you imagine?
What would happen?
If we could have any dream
I wish this moment
Was ours to own it
And that it would never leave
Then I would thank that star
That made our wish come true (come true) oh yeah
Cause he knows that where you are
Is where I should be too

Right here, right now
I'm looking at you and my heart loves the view
Cause you mean everything

Right here, I'll promise you somehow
That tomorrow can wait for some other day to be (to be)
But right now there's you and me

Zac y yo estábamos cantando juntos sin ninguna distracción ni descoordinación, en ese momento solo éramos él y yo. Dimos algunas vueltas y recorrimos la pequeña casa del árbol mientras íbamos imaginando el sonido de la música a través de nuestro canto. Finalmente nos detuvimos en el punto más alto de la casa donde se contemplaba a un cielo estrellado, me acerqué a él y con mis manos acaricié su rostro, él era tan hermoso y me hacía sentir tan viva que deseaba que ese momento fuera eterno.

Zac se soltó de mi agarre e inclino su cabeza acercando sus labios hacia los míos, hasta que sentí su roce, yo sonreí contra ellos y él lo sabía, luego me volvió a besar pero esta vez fue un beso más profundo, las manos de Zac viajaban alrededor de las curvas de mi cuerpo, me sentía arder, sentía que el aire me faltaba y supuse que lo mismo iba para él, pero ninguno de los dos nos detuvimos, el asunto estaba yendo más allá de lo que debía ser, hasta que desde abajo gritaron.

-¡Zac! –Era Corvin, uno de sus mejores amigos-

Ambos nos separamos rápidamente con el temor de que él o alguien más nos hayan visto.

Zac se asomó y le hizo un gesto a Corvin.

-Bajemos, me están esperando para un asunto de la directiva.

-Es mejor que me vaya Zacky, gracias por este día.

-¿Irte sola? No, ni loco te dejaría irte así.

-Me voy en un taxi, ¿está bien?

-No me convence pero bueno, ve con cuidado.

-Sí, no te preocupes

Luego le di un beso en la mejilla y baje, mientras él también lo hacía, ya estando en el patio me dirigí directo hacia la puerta mientras Zac se quedaba junto a sus compañeros.

Regresé mi vista hacia él y ya me estaba mirando, hizo un guiño con su ojo derecho y yo le dediqué una sonrisa.

El cielo en tu mirada (Zanessa)Where stories live. Discover now