El cielo en tu mirada (Zanessa)

Capitulo 42

Es hoy, hoy tengo que enfrentar al padre de Zac y decirle que no pienso darme por vencida, así que mientras transcurría el día me sentía cada vez más nerviosa, pero sin más vueltas hoy tenía que hacerlo.

Zac me dijo que me ponga un vestido medio formal, ya que sería una reunión importante con su familia y por casualidad yo había comprado un vestido justo para la ocasión cuando estaba en Inglaterra.

Estaba alistándome pues faltaba menos de 30 minutos para que Zac, llegara, mi familia me había estado dando ánimos durante las últimas horas, sabían que no era fácil para mí, pero podía hacerlo.

La hora de ir llego, ya me encontraba yendo a casa de Zac junto con él, cuando nos estacionamos, tome una gran bocanada de aire y luego la solté, Zac se bajó y me abrió la puerta del auto. Salí y ambos nos miramos.

-Estas hermosa.

-Gracias Zacky.

-Y bueno, ¿estas lista?

-Sí.

-Bien, entremos

Nos acercábamos a la casa y tome la mano de Zac y él se encargó de entrelazarla con la mía.

Finalmente entramos y su madre nos recibió.

-Hola Vanessa, que bonita te ves, pasen.

-Buenas tardes Sra. Alexa, muchas gracias.

Nos dirigimos hacia la oficina del padre de Zac, el mismo lugar donde me deje vencer, pero ahora no sucederá.

Cuando entramos el sr. Efron se encontraba apoyado sobre su escritorio, nosotros nos sentamos en los muebles, incluyendo la madre de Zac.

-Bueno, primeramente, hola Vanessa. –dijo él-

-Buenas tardes –respondí lo más fría posible-

-Te ves bien, mucho mejor que la última vez que estuviste aquí. –seguía-

-Papá –dijo Zac-

-Está bien, está bien – el sr. Efron alzo sus manos- me impresiona que Vanessa haya regresado. ¿Tan rápido terminaste tu beca?

-Vine a recuperar mi vida y lo que quiero en ella. –dije finalmente- usted me quito lo que yo más quiero, pero ahora regrese para quedarme con Zac.

-Mira, Vanessa –continuaba- ya te dije que tú no puedes estar con mi hijo, no tienes una buena familia y me refiero a lo económico y social, mi hijo no puede caer tan bajo al estar contigo.

Me disponía a hablar pero Zac me interrumpió.

-Escúchame bien papa, es mi vida, no la tuya, es mi felicidad, no la tuya, así que te pido por favor me dejes estar con Vanessa, nadie me hará tan feliz y dichoso como lo hace ella. Ya deja de ver en lo que al dinero y la clase social se refiere, si ella está en Harvard es por alguna razón, ¿no crees? Es excelente estudiante y estudiara ciencias químicas próximamente. Y eso me parece hasta mucho mejor que el básquetbol, no tienes idea como estará ella en el futuro, pero yo sí, ella será una grandiosa profesional y eso mejorará su vida, para que ya gente como tú con ese pensamiento deje de criticarla. Ya no nos puedes separar, ella está conmigo, y la amo, padre.

La habitación se quedó en un silencio incómodo.

Y luego la Sra. Alexa habló.

-Daniel, por favor, déjalos, ellos se aman verdaderamente, no te parece suficiente el gesto de Vanessa al regresar de allá y no importarle la supuesta 'beca'. Déjalos estar juntos, déjalos ser felices.

Todos estábamos impacientes por la respuesta del sr. Efron, él estaba con su mirada hacia el suelo, hasta que la alzo y nos miró a mí y a Zac, luego miro nuestras manos entrelazadas.

Suspiro.

-Está bien, chicos, los dejare que sean felices.

Zac y yo nos abrazamos, estábamos contentos de que por fin su padre haya aceptado nuestra relación.

-Gracias papá.

-Gracias –repetí yo-

-No hay de qué y Vanessa perdóname por lo que te dije y te hice pasar, por favor.

-No se preocupe, todo queda olvidado a partir de hoy.

Zac me trajo de vuelta a casa y yo aún no podía creer lo que estaba pasando, tenía una felicidad inmensa.

Estábamos fuera de mi casa, estacionados.

-Vane, estos dos días han sido increíbles espero todo siga así.

-Espero lo mismo –sonreí-

-¿Te das cuenta que nos graduaremos juntos?

-¡Sí! No puedo estar más feliz.

Zac vino hacia mí y nos empezamos a besar, luego yo fui hasta su asiento y me subí sobre él mientras seguíamos besándonos.

-Con este vestido me dan ganas de hacerte muchas cosas.

Sonreí sobre sus labios.

-Podrías hacerlo pero no en esta ocasión.

Me desprendí de sus labios y salí del auto.

-Me vengare por dejarme así.

-Está bien. –nos miramos intensamente- nos vemos mañana.