Capítulo 7. De amigos a novios

244 24 0
                                    

Zac visitaba mi casa frecuentemente, y eso me encantaba, con él podía ser libre, podía demostrar mis verdaderos sentimientos y lo que pensaba de todo. Recuerdo tanto, que un día, él y yo nos encontrábamos en el jardín de mi casa, ambos sentados en un mueble, él me miró fijamente a los ojos y dijo:

-Vanessa, no sé cómo decirte esto, pero es que no puedo seguir guardando este sentimiento que tengo hacia a ti...

Baje la mirada, y yo misma podía sentir a mi corazón latiendo a mil kilómetros por hora. Luego él alzo mi cabeza y me dijo:

-¿Quieres ser mi novia?

Yo solo lo miraba sorprendida de lo que estaba pasando, hasta que dé un impulso de mis labios salió la palabra sí, los dos nos abrazamos muy fuertemente, como si lo hubiéramos planeado juntos, sin duda ese día fue el mejor de mi vida, a más de ser Zac mi enamorado, era la primera vez que tenía uno.

Ya en la noche, le conté a mi madre, ella se puso muy emocionada, podía ver en su rostro la felicidad que sentía al igual que yo. Me dio algunos consejos y como ella sabía que la relación entre la familia de Zac y yo no era tan buena, me dijo:

-Tienes que luchar por este amor, tanto Zac como tú deben hacerlo, si en verdad se aman mutuamente, nada ni nadie podrá contra ustedes.

Le agradecí a mi mamá por sus sabias palabras y fui a dormir, estaba feliz, pero no dejaba de pensar en mi hermano.

Al día siguiente, Zac dijo que quería verme en el parque, y con gusto acepte.

Eran las 5 de la tarde cuando no vi a nadie allí, pensé que él se había olvidado de venir, pero de repente lo vi salir escondido de un árbol, tenía un oso de peluche enorme, con una caja de chocolates y un letrero mediano que decía: Gracias por ser mi novia, te amo.

Las lágrimas no tardaron en caer de mis ojos, todo era tan nuevo para mí, tan especial, que corrí hacia él y lo abrace por un largo tiempo, luego nos sentamos a comer un picnic que él mismo había preparado, me sentía tan dichosa aquella tarde, que no quería que se terminara nunca.

El clima cambió y comenzó a llover, Zac y yo estábamos corriendo hacia una parada de bus, cuando él se detuvo, me tomo del brazo y dijo:

-Este es el momento perfecto...

Vi como sus labios se acercaban lentamente a los míos, pero yo giré mi cabeza hacia la derecha, estaba muy nerviosa, era la primera vez que iba a dar un beso. Zac espero unos instantes y finalmente me tomo de la barbilla, ambos nos miramos con dulzura, e hizo un intento más, yo solo cerré mis ojos y sentí como nuestros labios se enlazaban, ese fragmento de tiempo fue mágico.

El cielo en tu mirada (Zanessa)Where stories live. Discover now