5 km

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Los ojos de todos los presentes estaban en ese momento concentrados en Justin, Cameron y otros muchachos, los cuales se habían reunido en la esquina de la calle y hablaban entre ellos mostrando expresiones serias. El grupo de Green Porter también se enfrascó en una charla tensa.

—No te preocupes. Ese Porsche tiene prácticamente el mismo nivel de aceleración por segundo que tu Mercedes... — Indicó Luke.

—Sí, maldita sea, pero dijiste que lo importante era la potencia ¡y sus caballos de fuerza casi redoblan a los míos! — Repuso Green, evidenciando su molestia.

Kim tomó con suavidad el codo de Lila, llamando su atención, e hizo un gesto con su cabeza señalando la multitud esparcida al costado del camino. La incitó a caminar con ella en esa dirección.

—Vámonos antes de que esto empeore — Sugirió, aunque parecía estar divirtiéndose con la situación.

Se apartaron al borde del punto de partida, donde se encontraba ubicada una joven con un porte similar al de Kimberly.

—Lila, ella es Mary, la chica de Luke — Presentó. —Mary ella es Lila la... amiga de Green — Titubeó al final.

Mary enarcó una ceja maquillada, mirando a ambas muchachas con intriga. Todos los que pertenecían a aquel ámbito sabían que Kim tenía un tipo de obsesión con Green. De hecho, sus insistentes celos la habían llevado a lograr ser la chica exclusiva de aquel talentoso corredor y hacer desaparecer a sus demás conquistas. Que, de repente, apareciera una amiga del chico que Kim aprobara era demasiado extraño.

—Amiga de Green ¿eh? — Mary finalmente ofreció su mano a Lila para que ésta la estrechara. —¿Es tu primera vez en los arrancones?

—Sí. Se podría decir que estoy perdiendo mi virginidad en lo que se refiere a carreras clandestinas — Bromeó la joven, haciendo estallar en carcajadas a sus dos acompañantes.

—Bueno, esto es sencillo — Comenzó a explicar Mary. —Hay diferentes formas de correr. Usualmente primero se enfrentan miembros del mismo grupo y luego corren contra los pilotos del contrario. Los ganadores de esa segunda ronda compiten la final de la noche, pueden ser del mismo equipo o no. Todas las carreras, excepto la final, están planificadas con anterioridad. Este mes mi hombre va a correr contra Bieber — Concluyó, sonando orgullosa.

—Pareces emocionada por eso — Observó Lila, con curiosidad. —¿Justin Bieber es bueno?

Kim y Mary volvieron a reír, aunque esa vez la tercera muchacha no entendía el motivo.

—¡Lila! Justin Bieber es el mejor piloto de Mahogany... al menos en el ambiente ilegal — Informó Kim.

—El único a quien Green jamás ha logrado vencer... Claro, supongo que él no te diría eso — Aportó Mary.

El barullo que comenzó a oírse de repente hizo que las chicas llevaran su atención a la calle. Pronto la carrera dio comienzo.

El corazón de Lila trabajaba con la misma fuerza que aquellos motores. Sus latidos estaban desbocados y sentía la pasión adueñarse de su sangre mientras los autos aceleraban en la pista ilegal. El público ubicado en el punto de partida lograba verlos solo cinco minutos hasta que sus faroles traseros se perdían en la oscuridad yendo hacia el norte. Sin embargo, siempre volvían al cabo de otros cinco minutos.

Los jóvenes que pasaban juntando el dinero de las apuestas en unos baldes iban y venían entre la multitud. Lila metió varios dólares en el recipiente que representaba a su hermano y se llenó de orgullo cuando los vítores y los chiflidos de apoyo se dirigieron a éste tras tomar el volante.

Al principio compitieron entre los miembros de los mismos bandos, tal como Mary le había advertido. Green venció sin inconvenientes a Luke y a sus otros dos amigos, así como Justin lo hizo con Cameron y compañía. A ambos le fue otorgado dinero como premio por ganar esa primera ronda.

Los pilotos se posicionaron para empezar a correr entre grupos rivales. Green estaba acercándose a un desconocido cuando Cameron detuvo el ajetreo.

—Quiero ir contra Luke hoy — Anunció serio.

Las expresiones de confusión y sorpresa resaltaban entre los rostros de los espectadores.

—¡Por mí está bien! — Respondió Luke, desafiante.

Green se colocó en medio del pavimento. Enseguida, Justin avanzó hasta quedar frente a él. Los chicos intercambiaron una intensa mirada cargada, que emanaba invisibles pero potentes emociones negativas, y la tensión era tal que el silencio se hizo presente aún por sobre la enorme cantidad de personas.

—¿En serio? ¿Quieres correr conmigo, Bieber? ¿Me extrañabas? — La rabia brotaba de la lengua de Green junto con esas palabras.

—¿Qué mejor medio para alimentar mi ego que un rival tan mediocre como tú, Porter? — Lo denigró el otro, con tono aburrido.

—Sube a tu juguetito y veremos que pasa. Voy a bañarme en dinero esta noche — Escupió Green.

Justin negó con la cabeza y dio un paso atrás, tomando distancia de él.

—He perdido la cuenta de cuantas veces hemos corrido uno contra otro, pero sé que te he vencido en todas esas ocasiones — Apuntó el muchacho. —Sin embargo, veo que estás muy seguro hoy ¿no es así? Entonces ¿Por qué no dejamos el dinero para la tercera ronda y arrancamos solo tú y yo ahora? — Lo retó.

Los músculos de Green comenzaron a temblar visiblemente debido a la rabia. Controló su estado con una profunda respiración y asintió en acuerdo.

—Bien. Esta apuesta va entre nosotros— Green se tomó un par de segundos para meditar sus siguientes palabras, hasta que las soltó. —Si gano, quiero esa linda Ferrari tuya, Bieber... Es decir, cuando gane esta carrera, me darás tu Ferrari negra.

Su enemigo se encogió de hombros en respuesta, todavía demostrando aquella inquietante seriedad en su rostro.

—Acepto — Dijo, impasible.

—¿Y tú? ¿Qué se supone que reclamarás como premio? — Lo instó Green, ansioso por ingresar a su Mercedes y comenzar la carrera.

Los ojos de Justin se desviaron a un punto exacto.

—A ella — Contestó, mientras su dedo índice apuntaba directamente hacia Lila.


-TatianaRomina

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