Quédate conmigo #2

Igual que él

— ¿Con quién hablas? — me pregunta Corina.

— Con Tomás. — ella asiente y le sonríe a Óscar antes de darle un beso.

— ¿Qué cuenta? — pregunta distraídamente.

— Nada especial. — sonrío mientras sigo tecleando.

Me apoyo en un coche para seguir contestando a Tomás. Me estaba contando que su novio le había dicho que quería volver, pero él ya no sabía si sentía lo mismo que antes. Al parecer estaba conociendo a otro chico de nuestra clase, y no me quería decir quién era.

Mientras tanto Óscar, Corina y yo, esperábamos a Alex, que tenía que venir a recogernos para ir a comer a casa de su tía. Había invitado a Óscar y a Corina porque quería conocer a ésta.

— ¿Estás nerviosa? — pregunta Óscar a Corina.

— No, normal, estaría más nerviosa si fuesen tus padres.

— Es un cielo, no te preocupes. — le digo a Corina para calmarla.

— Mis padres vienen hoy, ¿no te lo había dicho? — pregunta él serio. Corina se tensa y me mira. Yo miro a Óscar con media sonrisa. — Es broma, cariño. — se ríe él abrazándola, ella se intenta apartar y Óscar y yo nos reímos.

— No hace gracia. — remuga Corina. — Vaya dos.

— Corina, siempre caes bien a la gente, así que hoy no será menos. — le sonrío yo.

— ¿Por qué tarda tanto? — pregunta Óscar.

— No sé, tenía que ir a buscar una cosa o algo así. ¡Ah! — chillo y ellos pegan un respingo. — Por cierto, antes de que se me olvide, tenéis que ayudarme con una cosa, es para el cumple de Alex.

— Elena. — suspira Corina poniéndose una mano en el pecho.

Óscar ríe.

— Sí, la semana que viene. — recuerda éste.

— Tengo pensado... — Suena mi móvil borrando el mensaje que tenía ya casi escrito para Tomás y del cual me había olvidado. Es un número que no conozco, descuelgo el teléfono haciéndoles una seña de disculpa.

— ¿Si? — pregunto sonriendo cuando Corina me hace una mueca.

— Elena, soy Javier, el padre de Alex. — Me quedo congelada unos segundos sin saber qué decir, me alejo de ellos unos metros. — Elena, siento no haber respondido tus llamadas el otro día, yo... — empieza cuando ve que no digo nada.

— Mira, será mejor que no vuelvas a llamar. — digo en voz baja, cortante.

— ¡Espera! — dice cuando sabe que voy a colgar. — Siento muchísimo lo del otro día. — dice con angustia.

— Ya, y yo también, pero ya no podemos hacer nada, tuviste tu momento y lo desaprovechaste.

— Dame otra oportunidad, por favor. — ruega.

— No, lo siento.

— Por favor. — suplica. Me lo estaba poniendo muy difícil, me costaba mucho decir que no a la gente.

— Mira, — suspiro. —aunque yo dejase que volvieses a entrar en la vida de Alex a riesgo de volver a hacerle daño, él no querría ni muerto. Así que mejor olvida el tema, y.... no sé haz tu vida.

Veo el coche de Alex acercarse.

— ¡Elena! Alex ya está aquí. — me chilla Corina.

— Si solo pudieras...