- ¿Vas a comerte eso? - pregunta Corina mirando, con deseo, el medio sándwich que queda en mi plato.
- No, cómetelo. - Hago un gesto con la mano para que vea que no me importa.
- Podríamos ir un día al pueblo. - digo ella tose porque se ha atragantado. Yo le sirvo un vaso de agua.
- ¿Qué? - pregunta con la cara blanca.
- Ya sabes, ver a Emma, recordar...
- Y no quiero recordar, no quiero recordar nada de lo que pasó allí.
- El curso está a punto de acabar, ¿qué vamos a hacer?
- ¿Qué quieres hacer? Nos quedamos aquí, ¿no?
- ¿Y qué haremos después? ¿Vamos estar siempre aquí encerradas?
- ¿Qué te pasa? - se acerca a mí. - pensaba que eras feliz.
- ¡Y lo soy! - exclamo negando. - Estás aquí, conmigo, Alex también. Todo está bien ahora. - suspiro. - Pero sabes que siempre he querido viajar, quiero hacer cosas. No quiero tener que trabajar en el Laos hasta que tenga treinta y tres años y luego tener hijos y pensar que no he vivido.
- No te veo teniendo hijos. De todas maneras, eso tienes que hablarlo con Alex. Estáis en un punto en la relación que estas cosas se tienen que hablar. No veo a Alex queriendo vivir una vida monótona tampoco, no como Tomás.
- ¿Y tú?
- ¿Yo? Yo siempre estaré donde tú estés. - sonríe. - Por lo menos de vez en cuando visitándote. Sabes que yo quiero que seas feliz y que cada una tiene que hacer su vida, separadas, pero juntas.
- Me apetece hacer un viaje. - digo en voz alta.
- Hazlo. - me anima.
- Sí. - asiento. - Voy a hacerlo.
- Te diría que te acompaño, pero me imagino que querrás hacerlo con Alex.
- Bueno, no de...
- No pasa nada. - me interrumpe. - ¿Decías en serio lo de ir al pueblo?
- No sé, tengo que pensarlo. Dentro de nada ya habrán pasado doce años y se celebrará el juicio de mi padre. Quiero estar.
- Está bien, cuenta conmigo.
Veo a Alex acercarse mientras sonríe ampliamente y habla con Óscar. Me quedo embobada mirándole, y él posa su mirada en mí. Su sonrisa se vuelve traviesa y me guiña un ojo.
- Buenos días. - saluda Óscar educadamente, era asombroso lo poco que se parecían Alex y él. Se inclina para besar a Corina.
- Hola. - saludo yo. Alex se sienta a mi lado, coge mi cara y a la vez que me besa mueve la silla para que quede más cerca de él.
- Nosotros nos vamos. - dice Corina sonriendo. - Nos vemos luego.
- Adiós. - me despido riendo mientras Alex levanta la mano a modo de despido y muerde mi cuello juguetonamente.
- ¿Cómo ha ido el día, nena? - pregunta poniéndome el pelo detrás de la oreja.
- Bien, aún me queda otra clase.
- ¿En serio? - pregunta decepcionado.
- Sí. - sonrío y le atraigo a mi boca para besarle. - Pero si me propones un plan mejor me lo pienso.
- Vamos a comer. - dice él rápidamente.
Frunzo el ceño y miro al cielo.
- Eso podemos hacerlo cualquier día, prueba otra. - sonrío divertida.
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Quédate conmigo #2
RomanceSegunda parte de "Déjame amarte" Corina había despertado, y con ella cientos de secretos que pondrían en peligro la relación entre Alex y Elena. Por lo menos volvían a estar juntas, eran un equipo, y eso nadie lo cambiaría. Alex tendrá que luchar...