¿Me lo prometes?

46.4K 3.4K 240
                                    

Cuando todo el mundo ha acabado de felicitar a Óscar, nos acercamos nosotros. Él no suelta a Corina, que tiene una sonrisa muy ancha, se borra al vernos. Alex abraza a Óscar y yo le doy dos besos.

Le damos el reloj que habíamos comprado entre todos, Corina también había participado, aunque ya le había comprado una cosa aparte. Óscar nos da las gracias a Alex, Marcos, Sandra, David y a mí y desaparece. Alex y yo nos quedamos de nuevo solos, sigo borracha y él me agarra cuando me caigo al intentar caminar con dignidad por delante de él.

- Puedo yo sola. - remugo recomponiéndome.

- ¿Adónde vas?

- A bailar, por supuesto. - digo girándome para que me vea. - Aunque tendré que ir con cuidado con este vestido tan... corto. - sonrío levantándolo ligeramente. Sus ojos se abren como platos y yo me río antes de salir de la habitación.

Alex y yo nos bebemos dos chupitos más cada uno y luego me pongo a bailar. Él me observa desde la barra y eso me gusta demasiado. Cuando ponen una canción movida que hace que mueva mis caderas, Alex resopla y me pega a él para bailar juntos.

- Pensaba que no te gustaba bailar. - digo divertida mientras bailamos muy pegados.

- Y no me gusta, solo contigo. Además, tú estás a punto de cruzar la línea en la que deja de ser baile, y no me da la gana que cualquier otra persona esté así contigo. - hace una seña incluyéndonos, lo cierto es que estábamos muy, muy juntos, pero todo el mundo baila de esa manera, así ¿qué problema había?

- Así que bailas conmigo para que nadie más lo haga. - digo en su oído, ya que la música está muy fuerte.

- Bailo contigo para tenerte así de cerca. - susurra él bajando su mano por mi espalda.

Bailamos con las caras pegadas, nuestras bocas están muy juntas. Se rozan, pero no se tocan del todo. Alex tira ligeramente de mi pelo para que mi cuello quede expuesto a su boca, y entonces lo besa suavemente, subiendo por mi barbilla hasta que llega a mis labios. Y volvemos a besarnos como minutos atrás.

Sus manos recorren mi cuerpo por encima del vestido, y acerca su boca a mi oído.

- ¿No tienes ganas de ir al baño? - pregunta él sensualmente.

Le miro divertida y cojo su mano mientras comienzo a caminar, pero de repente se para impidiéndome avanzar. Veo que tiene el ceño fruncido y la mirada ida.

- Espera, en el baño no, mejor vamos a casa.

- ¿No se enfadarán los demás? - pregunto acercándome a él.

- Son las cinco de la mañana, la mitad de la gente se ha ido ya. - remuga él.

- Espera. - digo mientras mi cabeza da vueltas, él me sostiene para que no me caiga. - Vamos a hablar con ellos.

Llegamos al reservado donde se suponía que estaba todo el mundo, ya solo quedan cinco personas y entre ellas Corina y Óscar.

- ¡Eh! ¿Cómo os lo estáis pasando? - pregunta Óscar borracho.

- Estábamos pensando en irnos a casa ya. - Corina no para de reírse, como siempre cuando está borracha.

- Nosotros también. - sonríe Alex. - Hala, entonces si estamos todo de acuerdo, vámonos.

Me pone el abrigo por encima de la cabeza y le da a Corina sus cosas, y esta las coge como puede. Tira de nosotras dos hacia la salida.

- ¿Qué le pasa a este? - pregunta Corina intentando no caerse.

- No lo sé. - me encojo de hombros riendo sin parar.

Nos tropezamos al abrir la puerta, sin dejar de besarnos. Alex me acorrala contra la pared mientras sube mi vestido y yo desabrocho su camisa sin delicadezas. Su boca devora mi cuello dejando un rastro de besos húmedos y caemos en la cama.

Quédate conmigo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora