Caraespatula

55.4K 3.2K 284
                                    

Elena.

Salgo a la calle respirando aire frío y limpio, me estaba ahogando, necesitaba eso. Me apoyo en una pared pequeño apartado de la entrada. Alex se estaba comportando como un idiota, aunque había fingido normalidad, aún tenía muchas cosas dentro. Entendía que estuviese enfadado y dolido, pero yo no le estaba recordado día sí día también sobre lo que había hecho, para mí ya estaba olvidado, y con ello todo lo que pasó antes de la reconciliación. De todas maneras Alex estaba en su derecho para pedirme tiempo, yo misma me huí de todo porque necesitaba estar sola, pero estaba actuando con demasiado resentimiento. 

- Lo siento.- oigo a mi derecha, me sobresalto. Alex está allí de pie con las manos en los bolsillos de los pantalones.- Me estoy portando muy mal contigo. 

- Tienes tu derecho a enfadarte conmigo y a estar dolido, pero recuerda todo lo que ha pasado e intenta entenderme. No me estoy excusando, pero no me trates mal. 

- No quiero tratarte mal.- frunce el ceño preocupado y da un paso hacia mí.- Lo siento.

Suspiro. 

- No quiero que nuestra relación se vuelva algo tóxico, te quiero y no quiero que estemos siempre poniéndonos a prueba.- dice.

- No tenemos por qué hacerlo, nos va muy bien cuando estamos juntos. 

- Antes has dicho que...

- Sí, sé lo que he dicho.- le corto.- Y es lo que hacemos, cada vez que discutimos nos ponemos a prueba porque estamos tan seguros de lo que sentimos que pensamos que eso puede soportarlo todo, y muchas veces el amor no basta.

- A nosotros nos basta.

- Ahora sí, pero no siempre es así. Una relación sin amor no es nada, pero una sin respeto, confianza y admiración tampoco. 

- Tienes razón.

Levanto la vista cuando me da la razón.

- Y yo creo que tienes razón cuando dices que necesitamos un tiempo, hasta que se te pase y sepas si puedes perdonarme o no. 

- ¿Me estás dejando?

- No, tú me dejaste, y no te culpo. Pero igual que yo necesité mi tiempo no puedo exigirte que lo hagas ya, necesitas pensar, solo han pasado unos días. 

Se queda callado mirando el suelo, me acerco a él y toco su cara. 

- No debería haber venido. 

- No digas eso.- susurra.- Me alegra que estés aquí. 

- Ya, pero no debería haber venido porque esto solo lo hace más difícil.

- No sé si quiero estar lejos de ti, tengo miedo a que te vayas. 

- Yo voy a estar, por eso no te preocupes, solo tienes que decidir y cuando lo hagas hacerlo de verdad. ¿Puedes perdonarme ahora? ¿Puedes garantizar, como hice yo, que cada vez que haya un problema no pensarás en este tema?- le miro y él me mira, pero no dice nada.- Por eso necesitamos estar separados, así cuando lo decidas lo harás de verdad y no estaremos haciéndonos daño gratuitamente. 

- Está bien.- su boca está muy cerca de la mía.

- Todo saldrá bien,- le coloco la corbata centrando mi mirada en ella.- Vuelve a tu fiesta y pásatelo bien, estoy muy orgullosa de ti, no lo olvides.- le miro de nuevo.
- Lo sé.- susurra, estamos muy cerca el uno del otro.- ¿Puedo darte un beso?- pregunta rozando mis labios. 

- No creo que sea lo mejor,- sonrío ligeramente y le doy un beso en la mejilla.- Va, vuelve, voy a estar bien.- le aseguro.- Vamos a estar bien.- sonrío.

Quédate conmigo #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora