Llamadas inesperadas.

1.2K 48 19
                                    

Esa tarde Irish llegó temprano a casa, había pasado por el supermercado y comprado los ingredientes para una gran comida y muchos postres, sabía que en cuanto sus amigos se pusieran en contacto con sus amigas ella iba a tener problemas, muchos problemas.  

Sonrió y de repente estalló en carcajadas. 

Hizo una rica ensalada con lechuga, aceitunas negras, hongos, pollo y queso parmesano. Era realmente una delicia. Preparó también un enrollado de pollo bañado en salsa bechamel y gratinado con más queso parmesano y de postre soufflé de chocolate. Puso una botella de vino chileno a respirar y se dispuso a servir la mesa con los manjares que había preparado. 

Cuando todo estuvo listo se bañó y se cambió de ropa.  

Se veía como siempre, pero un poco menos ruda. Llevaba una blusa negra, caída de un hombro que le llegaba a las caderas, leggings negros y botas sin tacón hasta la mitad de la pantorrilla. Ese día lucía unas hermosas y sonoras pulseras doradas y cobrizas que le había regalado Tai en sus cumpleaños y pendientes y gargantilla con el símbolo de la paz, regalo de Dharma, en forma de indirecta hacia sus amigas. En ese momento llegó Potter.  

-¿A que se debe el banquete? ¿Qué has hecho esta vez Irish Thomas-Zimmerman? -Dijo Potter intentando no reír.  

-Digamos que hice una travesura -Dijo Irish riendo.  

-Ok, ahora me cuentas, porque si no, no te contaré lo que me pasó hoy... Creo que me están acosando -Dijo esto ultimo susurrando como si alguien más pudiera escucharlas y aguantando la risa por la cara que había puesto Irish.  

Irish se ponía como una tigra mariposa si alguien osaba siquiera a molestar a alguna de las personas que ella quería y en ese momento eso a Potter le divertía.

-¿COOOOOMOOOO? ¿Cómo que alguien te está acosando? ¿Le conoces? ¿Sabes donde trabaja o donde vive? ¿Quiénes son sus amigos? ¿Dónde estudió? ¿Qué sitios frecuenta? ¡Dímelo ya, por el amor a Dios! -Dijo inhalando aire a sus pulmones que de pronto se habían quedado vacíos con la retahíla que había soltado, estaba entrando en pánico. Potter soltó entonces la carcajada que había estado aguantando, reía como posesa, mientras Irish la miraba con el ceño fruncido y la confusión reflejada en la mirada.  

- ¡¿Es mentira?!  

-No del todo, solo estaba exagerando un poco, pero no te contaré nada hasta que no me digas tu travesura. Si no me lo cuentas, ¿Cómo se supone que te defenderé?  

-Está bien, escucha con atención, solo lo diré una vez y luego negaré que lo hecho -Irish sonrió.  

-Escucho. 

-Alex y Dave quedaron impresionados con las chicas en la fiesta. Son buenos chicos Potts, Dave es súper dulce aunque parezca un Don Juan con ese físico tan espectacular que tiene, es un actor de teatro muy conocido y a pesar de eso la fama no lo ha afectado ni un poco, sigue siendo un tipo normal que anda en metro, hace sus propias compras en el súper y conserva amigos como Alex y yo, aunque podamos dañar su reputación, es muy tierno. Alex por otro lado es propenso a los excesos, pero cuando alguna chica le gusta de verdad se olvida por completo de sus escarceos, para él no existe otra mujer que con la que esté y aunque sé que nunca se ha enamorado, sabe como comportarse, Alex también puede ser todo dulzura, pero no ha encontrado una mujer que sepa llevarle el trote o cuando ponerle un alto. Se que ellos serían perfectos para las chicas. Tu sabes que yo soy una imbécil de primera, pero sería incapaz de presentarle a las chicas a alguien que no fuese merecedor de ellas, pero no puedo decirles nada de esto, porque se cerrarían en banda y quiero que sean felices.  

Dijo esto mirando a Potter directamente a los ojos. Sirvió una copa de vino para ella y otra para Potter, pusieron la mesa y Potter le contó lo de los encuentros con el tipo extraño.  

Somos las BookwhoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora