Verdad o Reto | #1

Especial 2M de leídos.

N.A:

DOS MILLONES.

JURO QUE AÚN NO ME LO CREO, FDKJHNKJFHNKJFGNJHNF :0 ♥

GRACIAS. INFINITAS GRACIAS ♥

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La escritora se sentó en su silla, largó su largo cabello rubio hacia atrás, e inhaló y exhaló fuertemente: estaba lista para escribir.

Comenzó a mirar la pared de ladrillo que se encontraba a su derecha. ¿Sobre qué escribiría ese día? Tenía muchas ideas en mente, pero ninguna tenía coherencia; no por separado.

Así que empezó a unir sus ideas, hasta lograr una idea definitiva. Se acercó un poco más a la mesa, y en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba escribiendo palabras en un espacio en blanco.

Se apoyo en su mano izquierda al cabo de un largo rato; el capítulo estaba listo. Lo editó un poco, corrigió los errores que se producían por teclear tan rápido, y lo publicó.

De pronto, como un flash, una idea bailó libremente por su cabeza. Era realmente fugaz, y no se le había ocurrido antes. Era una idea de las que tenía siempre, de las que paseaban por su enredada mente todos los días, todas las noches. En resumen: todo el tiempo.

A comenzar otra vez con la escritura.

"-Luke, ¿te he dicho que eres aburrido? -dijo T, logrando que él hiciera una mueca de dolor, hasta comprender que era un chiste.

-De hecho, sí, muchas vec... -pero Luke fue interrumpido.

-Hola -dije yo, apareciendo al lado de mis personajes. Ellos abrieron los ojos y se quedaron boquiabiertos -. ¿Qué tal todo por aquí?

-Yo... -empezó a tartamudear T -, yo he visto a esa niña... en mis sueños... -se mostraba confundida -. ¡Lo juro!

-Yo también, T -dijo esta vez Luke. Se rascó la nuca -. ¿Cómo es tu nombre, niña?

-Camila -y al decir estas palabras, mis ya mencionados personajes abrieron aún más los ojos; no se lo podían creer.

-Espera... -dijo esta vez Gemma, apareciendo con Nicolás de quién sabe dónde -. A ti te conozco... -y Nicolás asiente -. ¡Lo juro, de algún lado te conozco! -sonreí con malicia. Tal vez sea hora de decirles, ¿no?

-Sí, mi han visto -dije yo -. Y yo sé su vida entera: cuando nacieron, cómo fueron criados, quiénes son su padres, quiénes son sus hermanos, las calificaciones... todo -y ellos comenzaron a hablar al mismo tiempo.

-¿CÓMO DIABLOS SABES ESO, MALDITA ACOSADORA? -dijo T. Lo decía por sus padres.

-Espera... ¿tú sabes mi cumpleaños? -se escuchó decir a Nicolás -. ¿Y POR QUÉ DIABLOS NO ME REGALASTE NADA?

-Eso es obvio, niña. ¡Todos saben mi vida entera, soy famosa! -dijo Gemma, lanzando su cabello hacia atrás. Aún no entiendo por qué la hice tan engreída.

-Tú... -comenzó a decir Luke, inhalando y exhalando rápidamente -. Tú... -estaba tartamudeando -. ¿SABES QUÉ CALIFICACIONES TENGO? ¡Oh, Dios, he quedado como un burro!

-Uhm, Luke, tus notas bajaron cuando comenzaste a hablar con T -dije yo. Ella entrecerró los ojos, y él se encogió de hombros -. Pero porque así lo quise, niño -y el barullo comenzó de nuevo.

Todos nos miraban; estábamos en la plaza.

-¡CÁLLENSE, ADOLESCENTES! -gritó una anciana que paseaba a su perro por allí. Tenía una falda tubo de color beige que llegaba hasta por debajo de sus rodillas, y un sweater del mismo color. Usar sweater en esta época era de lo peor; seguro se estaba incinerando allí dentro. Así que tomé el lápiz y papel que llevaba en mi mano y anteriormente había dejado sobre el piso, y comencé a escribir.

La anciana, ahora estaba vestida con la misma falda, pero una remera de mangas cortas color blanco. Se pudo observar cómo ella suspiraba de alivio.

-Gracias, jovencita -dijo la anciana. Asentí, mientras decía que no era nada, y ella se fue feliz. Nicolás, Gemma y Luke me miraban con los ojos abiertos. ¿T? Oh, ella estaba comprando un helado.

-¡T SMITH! -le grité. Ella, de pronto, soltó su helado que rápidamente cayó al piso. Hizo una mueca de tristeza. Iba a decir algo, pero Nicolás la calló.

-Cómo... comenzó a balbucear el castaño -. ¿Cómo hiciste eso? -yo reí.

-¡Magia! -dije yo -. ¡La magia de la escritura! -ellos estaban confundidos.

-¿Puedes explicar? No te entiendo ni un pepino -dijo Gemma.

-Ustedes son personajes. Mis personajes -y me alejé sin más, dejándolos con la duda y..."

El borrador quedó hasta allí, y jamás fue seguido.

Y jamás lo será.