Verdad o Reto | #1

18

 A lo lejos, había una pequeña sonriendo. Esa chica agarró su teléfono movil, y llamó a alguien.

—Funcionó. ¿Me escuchás? ¡Funcionó! —por poco gritaba la chiquilla, agitando su cabello rubio. 

—¿Hablas en serio? ¡Dime que no mientes! —se escuchó por la otra línea.

—¿Y yo por qué diablos tendría que mentirte? —preguntó la niña, confundida.

—No lo sé —dijo la otra niña, que estaba detrás de la línea —. Ahora, cuéntame, ¿cómo fue que sucedió?

—Bueno, te contaré. Ella salió de casa, y ni se dio cuenta de que yo la seguía. Creo que hasta olvidó que tenía que cuidarme... —empezó diciendo la niña de cabello rubio. Fue interrumpida.

 —¡Ve al punto! —le gritó. 

—Ya, ya, cálmate.

—Está bien, ¡pero sigue contando!

—Bueno, ella olvidó hasta las llaves. Lo que hace el amor, ¿no? —dijo la niña de cabello rubio, más para sí misma que para la otra niña —. Gracias a Dios que yo me llevé unas, o no podríamos entrar a mi casa —suspiró —.  Yendo al punto, ella comenzó a caminar, y puso música. En medio de la canción, creo que se dio cuenta de que no llevó llaves, y se fue al parque. Siempre le gustó ese parque en especial —estaba yéndose del punto otra vez —. Se sentó en una banca, y, creo que sin darse cuenta, dijo en voz altaque le gustaba Luke, como si quisiera que la escucharan todas las personas, aunque estaba vacío, ya que... —otra vez, la niña fue interrumpida.

—Grace, otra vez te fuiste del punto —dijo la otra niña por la línea.

—Siempre me sucede, y lo sabes —dijo Grace —. Myra, ¿cómo salió tu parte del plan?

—Excelente. Si ella no proponía el verdad o reto, iba a tener que proponerlo yo, y encima, puede que tal vez haya dicho que no —explicó Myra.

—¿No crees que fue demasiado decirte lo del primer beso de mi hermana? —preguntó una entristecida Grace; se sentía culpable.

—Grace, ¿acaso no ves que funcionó? Ya relájate. Ella cree que Luke fue su primer beso, aunque realmente no sabemos quién fue —dijo Myra. 

—Myra, ¡no me gusta mentir! Luego me siento culpable, y más si la mentira es para mi hermana —dijo Grace —. Es más, me siento culpable ahora mismo.

—Grace, la que le mintió, si te hace sentir mejor, fui yo. Ella creyó que yo era Luke, aunque es obvio que yo tenía su teléfono —dijo Myra, como si fuera obvio.

—Me siento culpable igual —se produjo un silencio, en el cual ninguna de las dos niñas dijo nada —. ¿Y qué está haciendo Luke en estos momentos?

—Debo ir a pedirle que me lleve a ese parque. Espero que acepte, y que esté de buenas —comenzó a decir Myra —. Ya que, si no lo está, no me traerá hasta allí. 

—Esa parte del plan ya la sé, pero dime que hace él ahora mismo —dijo Grace.

—Está cocinando —Myra se alejó el teléfono de la oreja cuando escuchó el pequeño grito de Grace.

—¿Él cocina? —Grace se mostraba realmente asombrada.

—Realmente, no... —se escuchó decir a una Myra desconcertada. De pronto, cayó en cuenta de algo —. ¡OH POR DIOS, LO OLVIDÉ! ¡ÉL NO SABE COCINAR! ¡MI CASA SE PUEDE ESTAR EN LLAMAS! —dicho esto, se escuchó al teléfono caer al piso. 

—¿Hola? —ese "Hola" vino desde la línea de Myra. No era la voz de ella, puesto que la voz era más grave —. ¿Quién habla?

—Ehm... —Grace no sabía que decir —. La pizzería de la esquina —dijo con voz grave.