Verdad o Reto | #1

Especial 300K de leídos.

N.A:

YA 300K DE LEÍDOS.

VAN A MATARME POR UN PARO CARDÍACO. EN SERIO.

SON LOS MEJORES, DIOS MÍO ♥♥

Aún no comprendo qué le ven de bueno a esta novela xD

PD: El POV de este especial, es de Connor xD

________________

-Tenemos que devolvérselo a Gemma, Connor. Ella lo amaba -dijo Haddye, acariciando a Taz.

-Sí, creo que es lo correcto -resoplé. Ya me había encariñado con él.

-Acompáñame, la casa de Gemma está a unas pocas cuadras -dijo Haddye, yendo a buscar la correa del perro. Cuando volvió, se la colocó a Taz, y me hizo un gesto con la mano para que saliéramos de casa -. ¡MAMÁ, VOLVEMOS EN DIEZ MINUTOS! -gritó Haddye.

-¡ESTÁ BIEN, PERO VUELVAN PUNTUALMENTE! ¡RECUERDEN QUE HOY REGRESA LA TÍA CLAUDIA A LA CIUDAD! -se escuchó gritar a mi madre, por arriba de nuestras cabezas. Salimos, y comenzamos a caminar hacia la casa de Gemma.

Cruzábamos la calle, cuando de pronto, apareció un auto a toda velocidad.

No sé cómo, pero de un salto, lancé a Haddye hacia la acera, conmigo incluído.

Pero con Taz, no.

Se escuchó un chillido que provenía de Taz, pero aquel hombre que iba en el auto, no se percató de eso. Desapareció por la esquina.

Corrí hacia la calle, y sujeté a Taz.

-¡Haddye, a casa, rápido! -grité mientras corría, aún observando si Taz respiraba. Ella fue detrás de mí. Cuando llegamos a casa, abrí la puerta fuertemente, y comencé a gritar -. ¡MAMÁ, AYUDA! ¡ES TAZ! -logré visualizar a mi madre bajando a toda velocidad las escaleras. Ella es veterinaria, puede salvarlo, ¿no?

-¿Qué diablos le sucedió? -dijo mi madre, con los ojos abiertos como platos. Taz tenía toda una pata ensangrentada, y chillaba de dolor. No respondimos -. ¡Haddye, rápido, ve a buscar el maletín rojo que hay en mi habitación! ¡Corre! -Haddye salió disparada escaleras arriba -. ¡Y tú, Connor, dame al perro! -se lo entregué, al mismo tiempo que Haddye bajaba corriendo las escaleras.

Mamá abrió el maletín que Haddye le entrego sin cuidado, y comenzó a sacar artefactos.

Comencé a llorar.

* * *

-¡Connor! ¡Está bien, está vivo! -gritó Haddye, con una sonrisa en el rostro. Rápidamente, me sequé las lágrimas que caían de mis ojos, y observé a Taz. Estaba en la mesa, encima de un almohadón. Tenía una pata vendada, y algunas partes de su cuerpo sin pelo.

-¿Piensan entregárselo a Gemma así? -dijo mamá -. Ella se pondrá peor de lo que está, ¿lo saben? -los tres nos miramos, y supimos lo que íbamos a hacer.

Taz iba a quedarse con nosotros.