Capitulo 31: Todo acto tiene consecuencias...

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He llamado a Julia esta mañana, antes de coger el avión en el que me encuentro camino de Asturias, junto a Mara y Ángel. Parecía tranquila dentro del caos que se le ha venido encima. Soy consciente de que mucha gente no la entenderá y dirá por qué se precupa tanto de un hombre que le ha traicionado de esa manera. Pero yo si que lo hago.

Yo llegué a la vida de Julia hace ya algo más de diez años, las dos eramos unas pollitas, de apenas dieciseis años, que se conocieron en una tarde de cine cuando su hermano, al cual yo conocía del consevatorio y con el cual estaba empezando a tontear hacía ya un par de meses, nos invitó a ver Star Wars (no recuerdo cual, perdonarme pero soy un desastre para los titulos). Enseguida nos hicimos uña y carne, a las dos nos encantaba hacer el payasete, y meternos en lios que nosotras mismas propiciabamos, eso sí lo que nunca faltaba era una buena dosis de risas.

Pero a lo que iba, digo que la entiendo porque cuando Julia conoció a Carlos hubo algo en su mirada que cambió, se la veía feliz, contenta y motivada. Si, lo sé es lo que suele pasar cuando te enamoras y sobre todo al principio de cualquier relación, pero no me refiero a eso. Me refiero a que mi amiga siempre fue muy poco decidida, confiaba poco en si misma, y eso que vale su peso en oro, y Carlos era su salvavidas, era el empuje que ella necesitaba. Siempre animandola, motivandola, en época de exámenes cuando se ponía tan nerviosa que era incapaz de estudiar, ahí siempre estaba él con las palabras adecuadas o con una escapada de un par de horas que le permitiera desconectar y relajarse.

Por eso el día que me enteré de su ruptura, no me lo podía creer, eran la pareja ideal, se entendía tan bien, era totalmente enviadiable, pero esta claro que no hay nada perfecto en esta vida, sino nada más que hay que verme a mi. Yo creía que tenía una vida perfecta y de un plumazo todo se acaba, te das cuenta de que lo que para ti era perfecto para la otra persona era comodo, y el amor no es comodidad, el amor tiene que ser locura, pasión, peleas, reconciliaciones, lágrimas y demasiados besos.

- Creo que hemos llegado dormilona - me dice Ángel mientras me tiende mi bolso y mi chaqueta.

- No estaba dormida, solo me relajaba con los ojos cerrados.

- Oh sí, claro, por supuesto ¿y los ronquidos que eran una nueva técnica de relajación?

- ¡No ronco!!! - digo mientras golpeo mi puño en su brazo.

- No, en eso tienes razón - dice mientras no puede dejar de reírse - tú no roncas tu eres un auténtico ferrari mientras duermes jajaja

Ángel y Mara se levantan a coger las maletas, muertos de risa, mientras yo finjo haciéndome la indignada en mi asiento, aunque en realidad si que ha tenido gracia el comentario.

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Esta mañana me he despertado temprano, he intentado desayunar, aunque al final sólo he podido tomarme un café bebido y me vine hasta el hospital.
Carlos sigue inconsciente aunque los médicos son muy optimistas y dicen que es posible que reaccione de un momento a otro, ya que poco a poco le van bajando la sedación.

- ¿Julia? - Todo mi cuerpo se tensa y mis manos empiezan a sudar, solo hay una persona que me provoca eso.
- Aitor - digo mientras me levanto de mi silla, en la sala de espera, y me acerco a él.
- ¿Cómo estas? - dice mientras me rodea con sus brazos en un abrazo que me reconforta y me hace sentirme en casa.
- Bien, hoy cuando llegué hablé con el médico y me dijeron que es probable que hoy se despierte y que esperan que no hayan quedado secuelas del golpe en la cabeza.
- Voy al control de enfermería a ver si puedo sacar algo más de información.
- Aitor - se da la vuelta y me mira con esos ojos picarones, que hoy parecen cansados e hinchados. - ¿Estas bien? Tienes mala cara.
- Sí, sí, sólo es que no he dormido muy bien. Voy a ver de que me entero, ahora vuelvo.

Observo, al hombre que ha protagonizado todos mis pensamientos los últimos meses, como habla en un tono profesional con una de las enfermeras del control.

No discuto que no haya dormido bien, pero lo conozco lo suficiente para saber que hay algo más. Quizás el plantón de ayer en el ascensor o la llamada de teléfono no ayuden mucho a mejorar su humor. Pero sinceramente, si hay algo que odio es que el resto de personas se empeñen en decirme lo que debo pensar, sentir o decir. ¿Estamos locos? Hace tiempo que deje de ser una cría inocente. Soy adulta y actúo como lo hago porque así me nace, ni más ni menos.

- Parece que la evolución es buena. Le están bajando ya la sedación, así que es probable que en breve recupere la consciencia. - Me dice Aitor mientras se sienta a mi lado en una de las sillas de la sala de espera. - Tú tampoco tienes buena cara.
- Tampoco he dormido muy bien - digo sin desviar la vista de mis manos. - Julia... - Aitor se levanta y se sitúa de cuclillas delante de mi, entrelazando nuestras manos sobre mis muslos - siento haberte colgado el teléfono ayer. Estaba enfadado, no quiero que me alejes de tu vida. Quiero estar contigo.
- No te alejo Aitor, solo pretendo que me entiendas. Carlos, independientemente de lo que haya pasado entre nosotros y cual sea el motivo de nuestra ruptura, ha sido una persona importante en mi vida durante mucho tiempo. Y no estoy aquí en condición de ex-novia arrepentida que busca una nueva oportunidad, estoy aquí por el cariño que nos hemos tenido y que sigo sintiendo.
- Pero... - le pongo mi dedo índice en la boca para indicarle que me deje terminar. Necesitó aclarar esta situación absurda.
- Igual no me entiendes. No todos somos iguales. Te pueden romper el corazón, pueden matar por completo a la novia enamorada, pero los sentimientos de amistad que compartía con él, siguen ahí. No sé si me estoy explicando... - me suelto de sus manos y llevó las mías a la cabeza en gesto de agobio. - Estoy hecha un lío - digo casi llorando.
- Shh, no pasa nada. Te entiendo, te lo prometo. - me abraza y me acurruco en su pecho, donde podría quedarme a vivir para siempre.

No podría decir si fueron segundos, minutos o incluso horas el tiempo que estuve abrazada a Aitor, lo que si puedo asegurar es que estaba a gusto, tranquila.
De repente, una voz desde el otro lado de la sala me baja de mi nube.

- ¡Aitor!, pero bueno hermano ¿qué haces tú por aquí?
Siento como Aitor se tensa, y me incorporó separándome de él.
- Hola Nico, pues aquí intersandome por un conocido. - Dice mientras se levanta poniéndose a la altura de su amigo.
- Te hacía en la cama, durmiendo la fiesta de ayer jaja.
- No... En fin...
- No, si oye me parece muy bien, eso demuestra que aún tienes aguante, como en los viejos tiempos - y le da una palmada en el hombro, en un gesto muy masculino- pero la que veo que no tiene tanto es Sonia ¿eh? , vaya ciego que llevaba ayer la pobre. - dice mientras se ríe, a la vez que Aitor comienza a rascarse el cuello como un loco.
- Nico, si no te importa, ahora estoy ocupado...
- Oh si claro, perdón. Nada hermano, que ya hablamos - dice mientras se estrechan la mano- Por cierto, - se voltea antes de irse- que me hizo mucha ilusión que ayer te pasaras por mi local con tu chica, hacéis muy buena pareja.

¿Con su chica? ¿Ayer se había ido de fiesta con Sonia? ¿Y ahora venía a pedirme a mi explicación por preocuparme por Carlos? No... Esto no me puede estar pasando.

- Julia - se acerca a mi mientras yo me paseo de un lado al otro de la sala intentando calmarme.
- No Aitor, ni se te ocurra decirme nada.
- Pero... Quiero explicarte...
- ¿Explicarme? ¿El qué? Que ayer saliste de fiesta con "tu prima", a no espera que no es tu prima, es tu ex novia... Y por lo que veo quizás lo de ex ya no tenga mucho sentido decirlo ¿no? - digo mientras subo ligeramente el tono, intentando controlarme por el sitio en el que nos encontramos.
- No, vale... Quizás no estuvo bien lo de salir con ella de fiesta... Pero yo no tengo nada con ella...
- Callate de verdad, callate y vete.
- Pero escuchame... - dice mientras intenta cogerme del brazo, gesto que yo esquivo como si de un cinturón negro se tratase.
- Ya he escuchado suficiente. Quiero que te vayas YAAA.

Sin insistir más se da la vuelta y se aleja por el pasillo a la misma velocidad que empiezan a brotar las lágrimas de mis ojos.

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⏰ Última actualización: Dec 18, 2015 ⏰

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