Buenas noticias.

2K 62 13
                                    

Todo a mi, todo al mismo tiempo.

Cody, mi padre, todo.

Media hora debíamos esperar para saber lo que sucedería.

Pero se hacía tarde, yo estaba cansada y quería volver pronto a casa.

Le hice una llamada a Kenny, para confirmar lo acordado.

-Hola Kenny.

-Hola Aria.

-Al fin vienes?

-Si claro, donde nos encontramos?

-Este... Pues, tengo problemas, pero llámame cuando estés en el aeropuerto y te salgo a buscar.

-Vale, nos vemos.

No habían noticias de mi padre, tenía miedo de perderlo, igual que a Cody, habían sido golpes duros, para una joven tan débil como yo, un parecido tenía con mi madre, no me gustaba que me vieran triste o débil, con la única persona que había sido transparente era con Cody, con nadie más.

Volví a mi casa después de recibir la noticia de que mi papá estaba mejor, había reaccionado bien, ahora sólo esperaban 12 horas para saber si no tendría una recaída.

Entre a mi habitación, tan ordenada como siempre, todo en su lugar, todo totalmente limpio, esto era gracias a Ángela, quien por cierto sabía perfectamente mis gustos y me acomodaba todo a la perfección.

Eran casi las 11 pm, me acosté a dormir sin saber nada de mi madre ni de mi padre, pero que más da, ya habían sido suficientes preocupaciones para un día.

Me pareció haber soñando con Cody, algo me decía en el sueño, pero era bastante confuso, no lo recordaba bien.

Al día siguiente me levanté como todos los días, baje a buscar algo de comida y como ya era costumbre Ángela me tenía preparado un delicioso sándwich con pan árabe acompañado de un jugo de naranja y algunas rodajas de manzana.

Perdí mi teléfono para llamar a mi madre, quien al parecer había pasado la noche en la clínica.

-Como estas má?

-Bien Ari, un poco mejor. Me respondió con una voz un tanto cansada.

-Mm y papá como esta?

-Nada nuevo, aún no pasan las doce horas para saber con certeza si estará bien.

-Vale, tal vez vaya más tarde, porque estoy esperando a un compañero que viene de intercambio.

-No te preocupes linda, ven cuando puedas. Me dijo.

-Esta bien, adiós má.

-Cuídate.

La imagen que vi de Cody en mis sueños permaneció en mi cabeza todo el día. Aunque poco recordaba el sueño, era algo que no podía entender.

Recibí un texto de Kenny, me decía ya estaba en el aeropuerto y que todo había surgido bien.

Fui a recogerlo para guiarlo en la ciudad, debo admitir que aún el miedo me dominaba de tan sólo recordar lo que había pasado la última vez que lo había tenido cerca, pero bien, esta vez eran escenarios muy diferentes, además parecía que no tenía malas intenciones.

Cuando llegue compre algo de beber, una malteada de chocolate, mi favorita.

Él me abrazo por la espalda, lo cierto es que sabía perfectamente como volverme loca.

16 añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora