Capítulo 42 de 75 -Capítulo 6

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AURORA

Estaba sentada en el salón de mi casa, ojeando el libro que me había recomendado Remus. No estaba segura de querer leerlo, pero necesitaba respuestas.

Así que me armé de valor y empecé a leer.

Miles de años atrás, el gran titán Hiperión, desposó a su hermana, Theia.

Dio a luz a Helios, el dios del sol, a Eos, la Diosa del amanecer y a Selene, la Diosa de la Luna.

Selene, era una hermosa deidad, con un cabello rubio plateado que caía en cascada hasta sus pies, una piel tan blanca que parecía casi translúcida y unos ojos que brillaban como el oro.

Estaba a cargo de la Luna, y se le concedió el poder de crear a los licántropos, que eran criaturas que tenían la capacidad de transformarse en lobos.

Estos licántropos estaban dotados de un poder increíble, y se les confiaba la protección de las puertas del Olimpo frente a los mortales.

Un día, mientras patrullaba y supervisaba a los licántropos, Selene se encontró con un humano curioso. Se enamoró perdidamente del mortal, que se llamaba Endymion.

Él, que buscaba el amor de Hera, rogó a Zeus que le permitiera el sueño eterno, para no tener edad, como los dioses.

Zeus aceptó y puso al mortal bajo el encantamiento. Luego le dijo a Selene que ella sería la única responsable de vigilarlo.

Selene se sintió complacida con el deber que se le había encomendado y cuidó del mortal dormido noche y día.

Un día, no pudo evitar preguntarse cómo sería besar al hombre que le había robado el corazón y decidió aprovechar su estado de sueño.

No sabía que un beso rompería el hechizo. El mortal se despertó para encontrar a la hermosa deidad de cabello plateado besándolo.

El mortal vio aquella belleza ante él y se olvidó de su enamoramiento de Hera. Se enamoró profundamente de Selene y le propuso matrimonio, queriendo pasar el resto de su vida con ella.

Ella aceptó de inmediato, y corrieron con Zeus para pedirle permiso para que se quedara en la Tierra con su amado mortal.

Zeus aceptó, con la condición de que nunca olvidara su deber como guardiana de las puertas del Olimpo.

Selene y Endymion volvieron a la tierra, y tuvieron una vida normal y feliz. Finalmente, ella dio a luz a una hermosa niña, que fue conocida como la descendiente de la Luna.

Selene vivió junto a su amado Endymion hasta que éste murió de viejo.

Una vez que pareció, Selene regresó al Olimpo y continuó con su deber como Diosa de la Luna, pero su descendiente permaneció en la Tierra.

La hija de Selene tuvo su propia familia, apareándose con un licántropo alfa.

Fueron nombrados rey y reina de los hombres lobo, y gobernaron todas las manadas de la tierra como miembro de la realeza.

Odiada Por Mi AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora