CAPÍTULO 15

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                                 HARRY

Coloqué mis brazos alrededor de la cintura de Louis

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Coloqué mis brazos alrededor de la cintura de Louis. El arrancón provocó que apretara mis manos para no caerme hacia atrás. El aire me golpeó el rostro y me escondí detrás de su cuerpo.
Cuando llegamos a mi casa me ayudó a bajar de la motocicleta y le agradecí el favor con una sonrisa. De pronto vi que llevó sus manos hacia mi rostro. Por un momento pensé que pasaría lo que hubiera querido que pasara. Cerré los ojos y esperé. Pero en lugar de sentir sus labios en los míos, me di cuenta de que solo estaba desabrochándome el casco.
Sentí como me sonrojé.

—Te acompaño a la puerta –me dijo.

Asentí y comenzamos a caminar juntos.
Durante el trayecto, que fueron solo unos cuantos pasos. Louis permaneció callado. Se hizo un silencio de esos incómodos, que sabes que suceden porque los nervios juegan con tus sentidos. Yo también permanecí callado mientras buscaba en mi cabeza cualquier tema que pudiera funcionar para romper aquel silencio.
A ninguno de los dos se nos ocurrió nada.
Nos sonreímos mutuamente cuando llegamos hasta la entrada de mi casa. Fue entonces que se me destrabó la lengua.

—Gracias por el aventón –le dije.
—Fue un placer.

Dudé entre abrir la puerta o no, como si supiera que me hacía falta algo.

—Hazz –me dijo.
—¿Sí? –volteé.
—¿Me das tu número?

Louis sacó su celular y se preparó para anotar.

—Claro –traté de disimular mi emoción–. —¿Cuál es el tuyo? –le pregunté después de que se lo dicté.
—Ahorita te mando un mensaje para que lo tengas –me dijo. Seguía apuntando en su celular.
—Adiós –finalmente me despedí y me metí a la casa.

Después de cerrar la puerta caminé rápido hacia la ventana para verlo alejarse por la acera. Obviamente lo hice detrás de la cortina, para no verme como una freak.
Entonces escuché la voz de mi mamá.

—Harry, ¿eres tú?
—Si mamá, ya llegué.

Mamá me llamó la atención por haberme ido a casa de Liam sin avisar.

—Tienes suerte de que tu papá no ha llegado. Ya ves que se pone de mal humor.
—Papá siempre está de mal humor.
—Tú sabes que eso no es cierto –me dijo.

No pude discutir, pues tenía razón. Papá es el Osito Bimbo la mayor parte del tiempo. Nada más que no se trate de mi y un chico porque entonces se convierte en un oso rabioso.
Di la vuelta y fui a mi habitación. Me disponía a leer un libro cuando escuché la alerta del WhatsApp. Esperaba el mensaje de Lou en cualquier momento, así que miré la pantalla con emoción.

MATT: ¡Hola! (5:32pm)

En ese momento tuve sentimientos encontrados. Quizá fue que no me lo esperaba, pero el mensaje de Matt no me causó tanta emoción. Lo supe porque dudé por un momento antes de contestar.

¡Hola! (5:33pm)

Me pareció extraño que después del saludo, Matt ya no me respondió nada. De igual manera fue extraño que jamás recibí un mensaje o una llamada de Lou para compartirme su número. Me quedé esperando toda la tarde y nunca llegó. Como un loco, me puse a pensar en los diferentes motivos por los cuales no me había escrito. Tal vez me lo pidió solamente por compromiso, para no hacerme sentir mal. Pero, entonces, ¿por qué se ofreció a llevarme a casa?
A veces la mente es tan poderosa, que funciona en nuestra contra, sobre todo cuando intentamos adivinar lo que los demás están pensando.

ANÓNIMO ||TERMINADO||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora