☆ ᴄɪᴇɴᴛᴏ ᴅᴏᴄᴇ

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Jisung largó un suspiro muy largo, estaba aburrido. Cansado de leer y de dibujar, hasta de ver la serie nueva de Song Kang, quería dormir su siesta, pero la jornada estudiantil no terminaba aún. 

Todo porque su profesora de Artes no fue, y sobre todo porque quería esperar a sus amigos, así que andaba paseando por los pasillos de la escuela, completamente solo. Felix estaba en su taller de cerámica, lo mismo con Jeongin, pero este de computación, luego Minho, Changbin y Hyunjin, quienes estaban en su entrenamiento. Ah, también era culpable el director, de decir que se podían ir libremente, hacía la espera mucho más pesada de lo que ya era. No encontraba nada para distraerse, quería ir a donde estaba su novio, quizás así, se entretenía mirando como entrenaba, pero la realidad era que no quería encontrarse con Wonwoo. Aun así, la idea de irse, por más que quisiera, no la iba a concretar si no era con sus amigos, o con su novio.

Aunque estaba ciertamente cerca de aquel lugar, parecía que inconscientemente se dirigió allí, por mas que su mente diga lo contrario, solo quería estar con su hyungcito.

Sin embargo, alguien se interpuso en su camino. Primero, notó los zapatos, eran unos muy bonitos, casi parecidos a los que llevaba en el día; se trataba de unos negros, elegantes, los cuales se ajustaban por una tira de abrojo que traspasaba el grueso del pie, junto a unas medias blancas, con la terminación de un bordado con una tela brillante. Jisung ladeó su cabeza, sin poder comprender: sus piecitos estaban vestidos iguales. ¿Así eran las coincidencias?

—Hola, Sunggie —habló y alzó sus ojos lentamente hasta encontrarse con los de Wonyoung, y una sonrisa bastante grande.

—Hola...

—Te he estado buscando, para agradecerte las tutorías, me dieron la nota del examen, aprobé gracias a ti —dijo, en una fingida felicidad

—Te felicito, en serio—le sonrió amablemente—. Parecía que no se te dificultaba mucho química... se ve que aprendes rápido —le sonrió.

—Cuando presto atención, siempre obtengo lo que quiero —le lanzó, y Jisung no supo como comprender aquello—. ¿Puedo pedirte otra cosa?

El rubio la miró extrañada, no sabia que era lo que podía decir, así que con un poco de miedo, asintió.

—Claro —no podía mirarla a los ojos, así que agacho su mirada, en señal de que lo estaba intimidando. Llevo sus manitos para unirlas y jugar sus dedos, no sabia que le estaba pasando.

—Aléjate de Minho.

Ni siquiera pudo tragar saliva de lo sorprendido que estaba. Separo sus manos y levantó su cabeza, no podía creer lo que le estaba diciendo. El aire comenzó a faltarle poco a poco, sentía como su corazón palpitaba con desespero y con ganas de no haber escuchado aquello, retrocedió un par de pasos.

—¿Qué? Pero es mi novio, mi hyungcito —afirmó, sintiéndose totalmente descolocado, al borde de las lágrimas.

—¿Y? El puede ser mi oppacito, hasta ese apodo suena mejor. Vamos Sunggie, si lo amas, lo dejarás ir, ¿tú quieres la felicidad de Minho, no? Tienes que saber que él va a ser muy feliz a mi lado, y yo también lo seré. ¿O acaso eres capaz de arruinar la felicidad ajena?

¿Por que decía esas cosas? Estaba seguro que Minho le amaba, a el, y que ambos eran felices con la presencia del otro en sus vidas. ¿Por que Wonyoung decía cosas que no eran?

—Por favor, no digas esas cosas. Me pongo nervioso y me altero, no quiero, no quiero. 

Llevó sus manos para colocarlas en sus orejas y apretarlas, no quería escuchar ninguna otra palabra. Solo quería encontrar la forma de calmar su corazoncito, pero el temblor de su cuerpo, acompañado por la falta de aire... estaba seguro que iba a tener un ataque.

━ 𝐼𝑛𝑓𝑎𝑛𝑡𝑖𝑙 ⟩⟩ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora