☆ ɴᴏᴠᴇɴᴛᴀ ʏ ᴏᴄʜᴏ

10.4K 1.2K 2.3K
                                    

La noche había caído y consigo, un muy triste Jisung, porque Minho tenía que irse a su casa. Pero no entendia, si ya se había quedado aunque su madre esté presente, ¿por qué no podia quedarse esta noche?

El pequeño descubrió que Lee jamás había visto Blancanieves, y quería hacer un maratón de todas las princesas de Disney, pero no podia hacerlo, si es que se iba. Sí, sabía que podia tener otros dias para ver esas peliculas, pero pensaba que era un momento especial para hacerlo, y que si lo hacía otro dia, perdería ese toque.

Aunque pensándolo bien... Cualquier momento con su hyung era especial, así que no había diferencia. Aún así, quería verlo ese dia.

Y Minho ya no sabía qué excusa ponerle, porque era obvio: no quería que se enterara que iba a ver a su padre. No quería ponerlo triste. Era la única opción.

—No pongas ese pucherito —pidió, mientras tomaba su mochila, para luego dirigirse hacia la puerta principal.

—¿Tan urgente es que se deba ir? —preguntó, pegándose a su cuerpo con un abrazo.

—Sí, bebé, necesito ducharme y preparar las cosas para mañana, hay partido —mintió, pero no tanto. Había partido, solo que no jugaría, porque le tocó estar en la banca.

—Pero no va a dormir conmigo, y yo quería abrazarlo... —murmuró.

Lee cerró sus ojos fuertemente, podia ignorar todo para que Jisung cumpla su turno de abrazarlo, pero no podia ignorar la situación. Su padre iría pronto a la cárcel y necesitaba saber qué era lo que tenía para decirle, aunque suponía que solo se reiria en su cara.

—Bebé, tu madre está en casa, no creo que sea adecuado tampoco.

—¿De dónde cree que saqué lo de dormir como un oso? Acaba de regresar de Estados Unidos, dormirá... ¡cómo mamá oso! No se enterará...

Minho alzó una ceja y llevó sus manos hasta los hombros del menor y lo alejó un poco, mirándolo con una expresión de confusión.

—¿Y qué haremos, eh?

—Maratón de las princesitas de Disney... Hyungcito, por favor... —hizo una expresión de llanto, consiguiendo que el mayor caiga por completo.

—Está bien bebé, no me pongas esa cara. Hacemos una cosa, iré a casa, haré lo que tenga que hacer y volveré con pizzas, ¿de acuerdo?

Los ojitos de Jisung brillaron, una sonrisa se asomó por sus labios y pequeños saltitos de felicidad, fue lo que pudo observar de su novio.

—¡Me gusta! Aprovecharé el tiempo para buscar las películas... A veces es bueno que no se duerma, siempre quise hacer maratón, pero todos se duermen...

—Oh, bebé —lo acercó de nuevo a su cuerpo, pero no colocó su cabecita sobre su pecho, sino que le dejó un beso sobre los labios—. No me dormiré, lo prometo.

Y el menor solo sonrió, para luego despedirlo. Subió corriendo las escaleras emocionado ante la búsqueda de las peliculas.

 Subió corriendo las escaleras emocionado ante la búsqueda de las peliculas

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
━ 𝐼𝑛𝑓𝑎𝑛𝑡𝑖𝑙 ⟩⟩ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora