☆ sᴇsᴇɴᴛᴀ ʏ ᴅᴏs

15.2K 1.7K 1.4K
                                    

-Meti la pata hasta el fondo -se quejó Jisung, mientras comía un dulce que Minho le regaló para su cumpleaños.

Limpió su rostro de las lágrimas que le hacían cosquillas y se acomodó en la cama, siendo inspeccionado por sus dos amigos.

-Ay, JiJi, la metiste en cemento, no se como vas a hacer...

-¡Jeongin! -interrumpió su hermano mayor, escuchando el llanto desgarrador del rubio.

Se acercó a él y pensó en las palabras que le dijo Changbin por la tarde. Había veces en la que se sentía un poco inútil al aconsejar, pero sin duda, sabía que Minho quería a su mejor amigo, así que con unas disculpas sinceras por parte del menor, todo se arreglaria. Han escondía su rostro en la almohada y comenzó a acariciarle el cabello, para que sientiera el apoyo.

-Ji, tenías tus razones. Tú mismo dijiste que Minho es impulsivo, cosa que todos sabemos. Y hay personas que solo hablan por hablar y era más que claro que podías creer en eso sabiendo como es... él se ofendió porque no preguntaste qué fue lo que pasó primero, sino que fuiste directo a preguntar si era cierto, dando por hecho que fue así, ¿me explico? Es por eso que Minho se ofendió. Tampoco lo justifico, no tenía por yque hablarte de la manera en la que lo hizo... no te preocupes mucho, pensaremos en algo para que puedas pedirle disculpas.

-A-A Minho hyung le gu-gusta mucho el pastel de cho-chocolate, puedo hacerle uno y... darle un pe-pedazo muy grande, ¡el pastel entero! -saltó de la nada, asustando a los dos chicos. Pues una maravillosa idea se puso en su cabeza y eso le dió felicidad-. Le puedo preparar un enorme pastel de chocolate y haré lo que él hace conmigo, lo secuestraré.

-¿Qué? -preguntó Jeongin, abriendo su boca en grande.

-¿Cómo...? ¿¡Cómo que te secuestra, JiJi!? -preguntó Felix, un poco alterado.

Las mejillas del rubio se volvieron rojas, ahora metió los dos pies en cemento; nunca les dijo que Minho lo llevaba a un aula vacía para estar juntos.

-Pues... hay veces en el que aparece de sorpresa y me tira de la mano, para dejarme en un aula vacia, luego me sube a una mesa y me da besitos... juro que solo es eso.

-¿Y que otra cosa podria ser, Han Jisung? -preguntó Felix, con las cejas alzadas.

-Pues... podemos hacer la tarea y no la hacemos, aún no hemos terminado el trabajo. Siempre que nos vemos o estamos juntos, son abrazos o besitos. Ahora que lo pienso... no se si podré subirlo a la mesa para besarlo -dijo, con una clara señal de tristeza-. ¡Pero haré el pastel más rico del mundo!

-¡Te ayudaré! -exclamó Innie, llevando otro dulce a su boca.

-Ayudaremos -corrigió Felix.

Estaba feliz por haberlo ayudado, aunque sea un poco.

Minho largó todo el humo que contuvo por dos segundos, sintiéndose totalmente vacio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Minho largó todo el humo que contuvo por dos segundos, sintiéndose totalmente vacio.

La última vez que se sintió así fue cuando le dijo esas cosas a Jisung, con tal de alejarlo. Ni siquiera se sintió así de mal cuando su madre le avisó que su padre estaba en la carcel, cosa que fue hace dos días. Cuando eso pasó, solo sonrió.

Valio la pena. Todos los golpes que ese hombre le proporcionó, durante su infancia y adolescencia, valió la pena haberlos aguantado.

Estaba feliz por esa parte, en la que él y su madre podrán ser libres desde ahora, y quizá, Jisung pueda conocer una parte de su vida. Si es que lograba que Jisung lo perdone.

Carajo, ¿cuándo dejaría de meter la pata? Aunque, fue Jisung quién lo ofendió, sí reconocía que el tono en el que le habló no era el correcto. Y se lo hizo saber las lágrimas en el rostro de su niño, ¿qué tan malo había sido? Solo necesitaba que alguien lo golpeara.

Claro que eso lo hizo Changbin en cuanto pisaron el departamento, para luego darle un sermón de dos horas, pero debía dejar en claro, que sin ese sermón, no se hubiese dado cuenta del error que había cometido.

Quería salir corriendo hasta la casa de Jisung y abrazarlo con todas sus fuerzas, pero tambien necesitaba tiempo para estar solo y sabía que el menor también.

-¿Sigues meditando? -Changbin interrumpió sus pensamientos y todo los ojos por eso.

-Algo así.

-¿Aceptaste tu error?

-Sí.

-¿Lo volverás a repetir?

-No.

-¿Actuarás como el maduro que dices ser?

-Sí.

-Genial. Espero que me estes diciendo la verdad, porque, si Jisung llora, Felix también, y no quiero que él llore por tu humanidad inexistente e inoperancia.

-¿Ya me insultaste lo suficiente? -Seo asintió-. Pues vete y déjame fumar en paz, el afectado soy yo.

-Oh, lo siento princesa. Por cierto, dejarás de fumar en mi casa.

-Lo tuyo es mio, asi que es mi casa también y yo fumo en donde quiera.

-Te estas ganado una patada en el culo y que tire tu ropa por el balcón y me importe tres carajos que no tengas casa.

Lo vió sentarse en el sofá a su lado y le compartio el cigarrillo, el cual Seo aceptó. Rodó los ojos.

-Creo que sí tengo una casa.

-¿La de Jisung? Ese niño creo que no te quiere ver ni en pintura.

-Lo sé y no, no es la de él. La de mi madre. Mi padre esta en la cárcel y supongo que ya puedo ir a vivir allí.

-Oye, lo de la patada era broma, ¿me dejarás solito? -los ojos de Changbin brillaron en un tristeza fingida.

Aquel diminutivo le recordó la manera de hablar de Jisung, y descubrió lo mucho que lo extrañaba, sobre todo a las minis peleas que solian tener. Volvió a darle otra calada al cigarrillo. Mañana todo estaria bien.

-¿Quieres que siga viviendo aquí?

-Pues sí, eres inoperante, pero eres mi inoperante, ¿entiendes?

-Ve con tus cosas gay con Felix.

-Como si tu no tienes cosas gay, te escuche decirle bebe a Jisung. Eso es mas gay que todas las cosas gay juntas.

-Y tú le dices amor. Yo le digo bebé, porque es un bebé.

-Y yo le digo amor, porque es un amor.

-Ya, ya, entendi -dijo, calando lo último que quedaba del cigarrillo antes de aplastarlo en el cenicero.

Bebé, bebé, bebé.

Su bebé.

━ 𝐼𝑛𝑓𝑎𝑛𝑡𝑖𝑙 ⟩⟩ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora