☆ ᴄɪɴᴄᴜᴇɴᴛᴀ ʏ ɴᴜᴇᴠᴇ

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—¿Y te llevó allí para limpiarte las manos? —preguntó Felix de nuevo para entender mejor las cosas

—Así es —contestó con una sonrisa

—¡Es un romántico! —estalló Jeongin, muriendo de ternura.

—No, Innie, por la culpa de Minho no pude ir al baño hasta que apareciste, JiJi... Ah, en realidad, es la culpa de Wonwoo... —se corrigió enseguida—. Ojalá se caiga por ahí, se lo merece.

—Pues, Minho hizo una maravillosa entrada, como en los dramas, cuando la chica se está por caer y de repente aparece su amor... —comenzó explicando, con un brillo en sus ojitos que sus dos amigos notaron enseguida, y por ende, sonrieron—. ¡Así apareció Minho hyung! Y le dió un golpe en la cara a Wonwoo, con la puerta del cubículo.

—¡Eso sí es romantico! —confesó Felix, le encantaba tanto como Minho lo hacía callar.

Al fin y al cabo, compartía al cien por ciento lo que le dijo una vez Changbin; odiaba la violencia, pero a Wonwoo, un par de golpes no le venían nada mal.

—Aún así... con todo lo que Minho le hizo, no entiendo por qué se sigue metiendo en el mismo agujero si sabe que va a salir lastimado... —comentó Innie, con sus ojos puestos en sus frios pies, no se le calentaban ni con la bolsa de agua caliente.

El silencio llegó a la habitación y consigo, una ola de pesamientos en las cabecitas de los tres, ¿Por qué? Era la pregunta principal del trio. Se miraron, pero Felix fue el único capaz de dejar salir su cavilación.

—Bueno, tengo dos ideas, y si las dos son erróneas, prometo comprar muchos dulces —Jisung y Jeongin se miraron confusos, esperando lo que Lee tenía para decir—. O le gusta Minho, sabiendo que la única atención que tiene de él son los golpes, ya sabes, cualquier persona masoquista y psicópata. O...

—Me estás dando miedo —susurró Jisung, sin saber si taparse sus oídos para no escuchar o simplemente seguirle la corriente a su amigo.

—Le gustas tú. Sé que tiene un grupo de idiotas atras de él, y que te hicieron cosas desde el primer año, pero, si lo pensamos así, siempre fueron por órdenes de Wonwoo. Ahora que se enteró que Minho y tú andan juntos, el hostigamiento hacia ti empeoró. Te dice cosas más feitas para que te alejes de él.

—Ahora que lo escucho... tiene sentido, una de dos —le siguió Innie, totalmente pensativo hacia la idea que acababa de dejar sobre la mesa.

—Uhm... no lo sé, no creo... También hay personas a las que les gusta molestar porque sí, porque no tienen donde sacar su frustración y lo único que hacen, es molestar a otros porque se ven reflejados.

—Lo sé, solo que me gusta ser delulu —afirmó Felix, escuchando las risas de sus amigos—. Pero no pienso descartar ninguna idea, porque, todo es posible, JiJi. Aún así, trataré de saber algo por parte de Changbin... espero que no se entere porque sino, no me llevará al acuario como dijo...

—No hagas esas cosas... sácale la información luego —aventuró su hermano, entre risas.

—Esas cosas están mal, no tienen por qué hacer eso —Jisung desvió la vista, un poco triste.

—Ji, si eso ayuda para que Wonwoo te deje de molestar, lo haré.

—Concuerdo con Lixie.

Jisung sonrió y concordó con algo, pero no lo dijo en voz alta: tenía a los mejores amigos del todo el mundo.

Jisung sonrió y concordó con algo, pero no lo dijo en voz alta: tenía a los mejores amigos del todo el mundo

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Jisung largó un suspiro, ¿cuando vendría su hyungcito?

Estaba solo y, a pesar de que se estaba entreteniendo con el drama nuevo que encontró y pintando los libros que Minho le regaló en su cumpleaños, en serio ansiaba la llegada del mayor. No se pudieron ver en casi todo el dia, y ahora que lo pensaba, el único momento en que se vieron fue en la mañana cuando él limpió sus manitos... por las clases especiales y el entrenamiento del pelinegro, no pudieron verse.

Necesitaba darle besitos, ¡amaba darle besitos!

Como si sus pensamientos lo llamaran, escuchó el timbre y salió rápido a abrirle, pero se detuvo en cuanto las palabras de su madre chocaron en su mente: siempre debía preguntar quién estaba detrás de la puerta.

—¿Quién es? —preguntó mientras pegaba su oreja a la puerta, para escuchar mejor.

—¿Si digo que soy el amor de tu vida, dirás que es verdad? —escuchó a la perfección de la voz de Minho y sonrió.

—Oh... pues... —pareció pensarlo y Minho lo pudo oir. 

—Te traje jugo de manzana.

Pensó que no funcionaría, pero en un pestañeo tuvo el cuerpito de Jisung abrazándolo con fuerza. Lo recibió gustoso entre sus brazos, devolviéndole el abrazo con la misma intensidad que el menor. Dejó un beso en su cabeza, pero la realidad era que quería besar sus labios cuanto antes.

—Eres el amor de mi vida, Minho.

El nombrado no se lo esperó, pero fue la sorpresa más bonita de todas. Más porque sabia que lo estaba diciendo con todo el amor del mundo, y en la forma en que lo dijo, le transmitía seguridad. Entonces, Minho se quedó tranquilo, también compartían aquel sentimiento.

━ 𝐼𝑛𝑓𝑎𝑛𝑡𝑖𝑙 ⟩⟩ 𝑀𝑖𝑛𝑆𝑢𝑛𝑔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora