Capitulo 4

10.3K 792 125
                                    

Me preparo para esta noche, aún tengo una sensación extraña en mi cuerpo luego de esta mañana, Alexander me dejo más confundida de lo que pensaba.

Algo que me sorprende por completo es que estamos entrando a invierno, pero el clima cambio a uno más cálido, así que me pongo una pollera de tabla negra y un top blanco.

No tengo problema de portar ropa así y más cuando hace machismo calor como hoy.

Nose si ponerme botas o unas zapatillas normales, cuando digo que hace calor significa como si esta noche estuviéramos cerca del fuego, no pienso más y pongo las botas, me llevo un abrigo por si las dudas.

Dejo todo en orden y me preparo para salir, pero antes un poco perfume, toco el ascensor viene de arriba así que espero.

Cuando las puertas se abren me quedo quieta un segundo y observo al hombre de traje que está en el medio.

Astor.

Entro cuando él se hace hacia atrás, tengo respirar, ¿cómo se respira?

Inala, exhala, por lo menos tres veces repito.

Una risa del hombre que está detrás enciende mi cuerpo por completo, si me viera en el espejo ahora estoy segura que estoy roja como un tomate.

Trato de relajarme, ¿que es lo peor que podría pasar?, ¿que se detenga el ascensor?, no hay que pensar en negativo.

— Tranquila — su voz gruesa me sorprende — no te hare nada.

No me volteo, pero respondo.

—No te tengo miedo — bueno en realidad no se que me pasa cuando estoy con el.

— Aja — noto como se aproxima hacia a mí, no me muevo no puedo hacerlo, siento su cuerpo en mi espalda no me toca, pero su energía es abrazadora, me corre un poco el pelo y si antes estaba roja ahora debo parecer el rojo en persona — tu cuerpo dice otra cosa — susurra en mi oído.

—No sé de qué hablas — miento.

— Si lo sabes — antes de que pueda decir algo se abren las puertas y salgo más apurada de lo normal, hago un saludo rápido al de la recepción y me dirijo hacia el estacionamiento.

Cuando entro en el auto suelto todo el aire que tenía adentro, que es lo que tiene Astor que altera todo de mí, tendre que sacarle más información a alexander.

Manejo hacia al bar lo más tranquila posible, espero que Astor no decida ir por una copa porque no se si me atreveré verlo a la cara.

Alexander me recibe con su sonrisa carismática.

— Buenos días — habla entregándome el delantal.

—Querrás decir buenas noches — refuto.

— Es lo mismo, estoy a cargo.

—Belcebú... - divago antes de preguntar — ¿es un demonio también?

— Claro y uno de los más fuertes.

Bueno a partir de ahora tendre más cuidado.

— Vamos a preparar todo.

Acomodamos las mesas y las copas nos aseguramos que estén limpias.

—¿Por qué decidiste trabajar como cantinero? —pregunto una vez que abrimos el bar.

— No lo sé solo vine aquí, Belcebú necesitaba a alguien y me quedé — se sirve un poco de vino.

—¿Cuánto tiempo?

— ¿Cuánto llevo trabajando aquí? — pregunta y yo asiento — ciento cincuenta años.

Un vínculo oscuro (Borrador) Where stories live. Discover now