Capitulo 13

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La noche no tarda en caer, mientras Astor prepara la cena a la cual insistí en ayudarlo pero el me negó, me vine a sentar a en los sofás y apreciar el cielo lleno de estrellas, creí que seria incomodo luego de lo que paso anoche, pero el no menciono nada, aunque eso me tranquiliza me pregunto si se arrepentirá.

— Nirelle — la voz de Astor me saca de mis pensamientos y me acerco a la cocina.

—¿Si? — la vista es demasiado sexi, aunque ya se quitó el traje porta un chándal y una remera gris, que dejan al descubierto sus brazos llenos de tatuajes, quiero tocarlos.

Hay que mantenerse sereno para no caer en la tentación.

— Los chicos vendrán a cenar si no tienes problema — trato de concentrarme en lo que dice, pero miro sus manos como hacen fuerza para cortar un pedazo de carne.

—No molesta — tener a más gente a mi alrededor será bueno para mi, necesito apartar mis pensamientos de Astor. — iré a ponerme otra ropa.

Pero antes de que me voltee él levanta su vista.

— No, te ves hermosa así — llamen a una ambulancia. — ¿pero no tienes frío? — no me deja responder que él me señala su sudadera — ponte mi sudadera, te puedes enfermar.

Trato de no sonreír, pero es imposible no hacerlo, caminó hacia donde está la sudadera, su olor se impregna en mi nariz al instante, eso no ayuda en nada mis pensamientos. ¿Qué se sentirá estar debajo de él? que sus dedos recorran todo mi cuerpo o su lengua.

— Nirelle — la voz de Alexander me sorprende — ¿En qué estás pensando mi pequeña pervertida?

Lo miro confundida, no lo sabe o ¿si?, no puede saberlo.

— Ven aquí — me acerco y me da un abrazo — te entiendo es sexi.

Miro antes donde estaba Astor y ya no está, no sé en qué momento salió de la cocina.

—No se de que estas hablando — trato de que mi voz salga lo más tranquila posible.

— ¿No sabes? — su mano pasa por mi torso — dudo que esta sudadera sea tuya.

Si fuese otra persona pensaría que el también tiene atracción hacia ami, pero después de haber compartido tantas noches en el bar con el puede ver que sus toques o sus cumplidos son parte de su personalidad.

—Tenía frío — en realidad no, pero eso él no lo sabe.

— Si claro, digamos que te creó — antes de que pueda responder Bruno y Rhett ingresan a la cocina junto con Astor.

— Bonita — habla bruno — ¿cómo es que puedes convivir con alguien tan gruñón?

— Ya te dije que no me digas así — Astor golpea suavemente el hombro de bruno y Rhett.

— ¿Y yo qué? — le pregunta Rhett.

— Controla a tu chico o yo lo haré.

Pero antes de que alguien pueda responder, Alexander me agarra por la cintura.

— Si me disculpan tengo que ponerme al día con mi pequeña pervertida — lo golpeó en su estómago pero él ni siquiera se mueve. — Ven llevemos copas, traje vinos.

Solo por que el me guia puedo salir de la cocina, mi cara esta llena de vergüenza por el apodo, nadie dice nada, al contrario los tres hombres se ponen juntos a cocinar es una vista agradable de ver, como si fueran una familia.

Puedo ver que la tensión de Rhett desaparece, incluso Astor se lo puede apreciar así.

Salimos afuera y el frío de otoño me recibe, ahora agradezco por tener la sudadera. Alexander prende un una fogata y nos sentamos uno al lado del otro.

Un vínculo oscuro (Borrador) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora