Capítulo 65| "Ahora o nunca"

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Capítulo 65| "Ahora o nunca"

Narra Alison.

Vamos Alison, respira tu puedes, inhala, exhala. Vamos una vez más inhala, exhala.

¡Dios! se están acercando, qué hago.

¡Colton ayúdame!

Cerrando los ojos, trato de calmarme pero esto es imposible, las lágrimas caen en mi mejilla, mi respiración se comienza a acelerar haciéndome cada vez más difícil inhalar oxígeno.

- ¡Sabemos que estas aquí mocosa!-escucho como alguien grita desde afuera tratando de tirar la puerta ya que antes le había echado el seguro.

- ¡Que la abras maldita perra! -

Trato de arrinconarme en una esquina, lo único que me queda es esperar. Ya no tengo escapatoria, estoy sola, ya no hay salida.

Y con las lágrimas saliendo de mis ojos dificultando mi vista me acuerdo de mi celular que lo traigo en el bolsillo con estúpidos y apresurados movimientos lo saco de mi bolsillo y marco el número de Colton.

-Co...Colton-le digo en voz baja, limpiándome la nariz con mi otra mano y sorbiendo mis mocos.

- ¿Qué ocurre? -le escucho decir desde la otra línea, pero en ese momento otro ruido desde afuera se escucha y me hace temblar.

- Te... te quiero -digo con la voz entrecortada dejando escapar un silencioso sollozo desde lo más profundo de mi ser.

- ¿Qué sucede bebe? -pero por más que intento escuchar llamarme bebe me rompe el corazón. Pensar que quizá esta será la última vez que escuche su voz me mata por dentro.

-Alison habla más fuerte, no te entiendo-escucho su voz desesperada junto con la de otras personas. Pero los golpes constantes en la puerta me distraen constantemente.

Pero un fuerte golpe me hace levantar la vista hacia la puerta donde esta tiene una gran grieta dejando ver dos figuras moverse y empujarla tratando de derrumbarla.

Rápidamente me tumbo debajo de la cama con mis manos tiritando pero que aun así no sueltan el teléfono donde aún escucho la voz de Colton llamarme desde el otro lado.

- ¿Alison por qué estas susurrando? -y es ahí donde otro ruido de algo quebrarse es lo que me dice que ya están dentro del cuarto.

-Es que hay alguien aquí-le digo lo más silenciosa posible y el celular me corta la llamada por la falta de saldo.

Con toda mi cara contraída por las lágrimas veo como unos pies comienzan a recorrer todo el cuarto y las voces de esos hombres hablando entre ellos.

-Sal de donde quiera que estés pequeña, no te aremos nada-apretando mis puños, sigo las pisadas de cada uno, pero en ese momento al moverme mi pie choca con algo asiéndome contener la respiración.

Lentamente volteo la cabeza suplicando interiormente que no sea ninguno de esos tipos y para mi muy poca suerte solo es una caja de zapatos.

Escucho como uno de los tipos se dirige al baño y el otro revisa el closet y el guarda ropa tirando todo al piso, algo me dice que vea esa caja, y con silenciosos movimientos comienzo a acercármela con el pie.

-Solo un poco más- me dijo interiormente aguantando la respiración, hasta que lo consigo y para mi suerte los tipos aun no revisan debajo de la cama, saco la tapa y la dejo a un costado, haciendo que y mi corazón se vuelve a detener.

-mi familia- leo lo que dice en una carta donde hay una foto de mi familia cuando pequeños, las lágrimas no demoran en salir por mis ojos y mi respiración se contrae con cada exhalada que hago, las gotas de mis lágrimas chocan con la fotografía humedeciéndola un poco con el dorso de mi brazo me limpio la nariz, y cuando iba a volver a mirar la caja los zapatos de los dos hombres se detienen al lado de la cama y sin decir nada ya se lo que harán.

Hasta aquí llegue, hasta aquí llego Alison Palvin. Es lo primero que me viene a la mente y en un rápido movimiento vuelvo a mirar a la caja y mis ojos y lágrimas es como si se detuvieran al ver lo que hay dentro, un arma, no sé qué tipo o calibre es, pero solo sé que es un arma.

Al sentir como los hombres comienzan a sacar las cosas de arriba de la cama, levanto mi mano y tomo el arma de la caja y sin importarme nada me acomodo para cuando ellos decidan atacar.

Mientras escucho como gruñen al no encontrar nada, tomo la foto de mi familia y me la guardo debajo de la polera, por si es que me llega a suceder algo siempre los tendré en mi corazón.

Y cuando siento que uno de ellos se comienza a agachar saco la pistola y la tengo lista para quien me ataque.

-Aquí estas preciosa-dice riendo un tipo robusto con bastante bello en toda su cara, pero sin fijarme en qué más, le apunto justo en la cara y cerrando los ojos aprieto el gatillo, sin antes haber revisado si estaba cargada o no, pero para mi sorpresa si lo estaba, y al sentir el fuerte tirón del disparo un grito sale de m boca al ver caer al tipo con un agujero en su frente y quedándose quieto con los ojos abiertos como si aún me estuviera mirando.

Vuelvo a gritar cuando siento que alguien me toma del pie, y rápidamente me arrastra haciendo que mis uñas se claven en el piso evitando que me arrastren y cuando veo la luz de la habitación lo primero en que pienso es en darme la vuelta y dispararle al otro sujeto.

Quien se queda quieto unos minutos al sentir la bala atravesar su pecho para luego ir cerrando sus ojos y tambalearse hasta caer encima mío.

Aun en shock y sin moverme, mi cuerpo comienza a temblar y como si fuera un tic. Mi cordura reacciona y comienzo a gritar y a patalear hasta quitarme al sujeto de enzima que me ha llenado la cara y el cuerpo de su sangre.

Gateo hasta un lado con el arma aun en mi mano y me siento apoyando mi cara en las rodillas con mis lágrimas y gritos descontrolados escuchándose por todos lados, mi respiración se dificulta y no puedo pensar en nada, solamente en los dos cadáveres que tengo frente a mis ojos y en la sangre que me cubre de ellos.

Cuando siento que de verdad me está costando un mundo respirar, me acelero y trato de verdad que trato de tranquilizarme pero las lágrimas y los llantos no me dejan, siento que estoy teniendo un infarto y mi cuerpo comienza a tiritar y a convulsionar, mis ojos cada vez se vuelven más pesados pero aun así mis lágrimas y sollozos se escuchan muy fuerte.

- ¡Alison! -escucho a alguien gritar, pero por más que trato de concentrarme en la voz no logro reconocerla y mi pulso se vuelve a acelerar.

Cuando ya ciento que está más cerca y que me vuelven a llamar por mi nombre, levanto el arma aun tiritando sin lograr mantenerla quieta y firme ningún momento, es ahí donde alguien se asoma por los escombros de la habitación.

-Pequeña- es lo primero que dice Colton al verme apuntándolo con el arma.

Pero por más que lo vea no bajo la pistola y lo sigo apuntando, con el shock de todo lo que ha ocurrido no puedo diferenciar en lo que estoy haciendo.

Mis manos tiritan no puedo ver bien por las lágrimas, estoy llena de sangre mi capacidad de razonar entre lo bueno y lo malo se ha ido, y ahora estoy sola como si no tuviera a mi subconsciente indicándome de lo que estoy a punto de hacer.

-ya bebe, soy yo. Colton- me dice acercándose despacio con temor de que yo le pueda disparar.

-Baja el arma princesita, ya acabo todo acabo- y al escuchar eso, bajo el arma y lo dejo a un costado, haciendo que Colton se precipite hacia mi tomándome entre sus brazos en un fuerte abrazo.

-lo... los maté-susurro sin quitar la vista de los dos cuerpos que hasta esta hora están rodeados por un charco rojo.

-Yo... yo los maté-

-Sh..... Tranquila, solo te estaba defendiendo-me dice para tranquilizarme, aunque no lo logra del todo, cierro los ojos y por un momento me siento bien, a salvo, protegida.

-Ya se acabó pequeña, ya todo acabo-

Mi nuevo amor...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora