Capítulo 33 (REESCRITO)

26.7K 3.2K 1.2K
                                    

Las siguientes semanas fueron una montaña rusa de emociones

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las siguientes semanas fueron una montaña rusa de emociones. Ahora que Dani sabía de la existencia de Keith no tenía que disimular cuando estábamos los tres juntos. Le conté cómo él me había ayudado a superar los exámenes chivándome alguna respuesta, la forma en la que nos conocimos... ¡e incluso hice de intérprete entre los dos para que pudiesen mantener una conversación! O lo más parecido a una conversación, vaya.

Mamá y papá planearon una escapada en familia. Decían que un fin de semana todos juntos, en la playa, nos vendría muy bien después de todo lo que habíamos pasado. Y yo no podía estar más de acuerdo. Me llenaron de más besos y abrazos que nunca, mostrándome siempre que yo era importante para ellos.

Los padres de Danielle finalmente se tranquilizaron, pero avisaron que si no mejoraba sus notas y su comportamiento, habría consecuencias. No queríamos saber cuáles eran esas consecuencias.

Y Keith... Uff. Seguía sacándome de quicio de vez en cuando, pero... madre mía, el sexo con él cada vez era mejor. Y sé que tiene muchísimas más cualidades además de esas, pero iba aprendiendo qué era lo que a mí me gustaba con demasiada facilidad. Yo también, por supuesto.

No avanzó mucho en la búsqueda del gobernador, o si lo hizo, por mucho que le preguntaba, no me contestaba.

Y lo que más daba la vuelta a la montaña rusa de mis emociones: mi padre biológico. Casi mes y medio después continuaba sin poder llamarle papá, y francamente, dudaba que algún día lo hiciera. Mamá no quería saber nada de él, pero al final yo acabé por ceder.

Sentía curiosidad, y aunque nos hubiese abandonado, quería conocer un poco más sobre él, sobre mis abuelos, mi familia...

Empezamos a reunirnos un sábado sí, un sábado no. Él pedía comida china, que me encantaba. Me daba clases de dibujo gratis para hacerme sentir más cómoda, y poco a poco las preguntas surgían.

"¿Por qué te cambiaste el apellido a Routh?".

—Soy adoptado. Cuando tus abuelos murieron, decidí volver con mi apellido real.

"¿Recuerdas algo de tus padres biológicos?".

—Muy, muy poco. No eran buenas personas.

"¿Alguna vez pensaste en mí, o en mamá?".

—Todos los días.

"Entonces, ¿por qué te fuiste?".

De esa nunca obtuve respuesta.

Una noche en la que me estaba preparando para ir a cenar con él, porque al siguiente fin de semana, Keith se plantó de brazos cruzados frente a mí y dijo:

—Te acompaño.

Me volví hacia él, terminando de acomodar el suéter que minutos antes él mismo me había quitado. Me había dicho eso mismo la primera vez que Garrik y yo quedamos a solas, pero le había dicho que no. Quería conocerle en privado, y eso implicaba no solo sin mis padres, sino también sin él.

El sexy chico invisible que duerme en mi cama  © | REESCRIBIENDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora