Capitulo 12

334 20 2
                                    

-¿Que te parece hacer un pacto de sangre?

Gellert se sorprendió bastante por la pregunta de Albus, realmente no supo con exactitud si había sido una pregunta o un aviso, pero no sonaba tan mal la idea.

-¿lo dices de verdad?

Le pregunto el rubio al pelirrojo, aun sobre sus labios

-Sí... así sellaríamos nuestro amor para siempre.

Contestó Albus, Geller se quedó un momento en silencio, no sabía que contestar. El amaba a Albus, más que a nada en el mundo. Pero ¿no era demasiado? Es decir, no es que no quisiera que su amor durara para siempre, pero de cierta manera tenía miedo, miedo de morir por algo así. Se quedó en silencio un rato más pensando. "Yo amo a Albus, haré lo que sea por el" pensó al final Gellert y subió su mirada hasta los ojos color marrón de su novio.

-Esta bien, hagamos un pacto de sangre...

Le dijo, Albus sonrió y se volvieron a besar, esta vez con más tranquilidad.

(...)

Pasaron unos días en los que Albus no regresó a su casa, estaba muy centrado en planear como hacer el pacto de sangre con Gellert que no se molestó en regresar. También estaba muy emocionado y feliz de que Gellert hubiera aceptado a hacer el pacto, por un momento creyó que no aceptaría. Gellert en cambio estaba muy nervioso de que pasaría cuando hicieran el pacto, aunque no se arrepentía de su decisión, seguía preocupado por que pasaría ¿y si algo salía mal?, ¿y si se arrepentía una vez realizado el pacto?, muchas preguntas más como esas rondaban por su cabeza las 24 horas del día desde su charla con Albus.

Unas semanas después, el tan esperado día de hacer el pacto había llegado. Albus se despertó sintiendo un peso sobre el, abrió los ojos y vio a Gellert acostado en su pecho, sonrió de lo tierno que el rubio se veía. Se quedó unos minutos haciéndole cariñitos en el cabello, sin moverse para no despertarlo, hasta que Gellert se despertó por unos rayos de sol.

Después de darse los buenos días, ambos chicos se ducharon por turnos y se vistieron. Luego bajaron a la cocina a desayunar y salieron un rato al pueblo para después ir al bosque, se sentaron bajo un árbol a charlar y a leer unos libros que habían pedido prestados de la biblioteca. Entonces oyeron una voz muy conocida; Aberfoth, acompañada de otra voz un poco más aguda; Ariana.

Albus y Gellert pensaron en esconderse por un momento, pero tarde o temprano tenían que hacer las pases con Aberforth, no podían odiarlo para siempre.

-Albus! Al fin te encuentro! Estaba muy preocupado por ti
Dijo Aberforth cuando vio a su hermano mayor, se acercó para abrazarlo pero Albus se alejó, Aberforth un poco enojado por la acción siguió hablando.

-Escucha, lamento lo que pasó ¿si? Estaba enojado y las cosas se salieron de control, ya no exageres.
Dijo Aberforth, a lo que Gellert se enojó a tal punto que quería ir a golpearlo, pero Albus lo detuvo poniendo una mano es su pecho para impedir que avanzara, sin embargo él se acercó amenazadoramente hacia Aberforth y se paró frente a él.

-"No exageres" ME LANZASTE UN CRUCIO! ¡¿Y ME PIDES QUE NO EXAGERE?!
Le gritó Albus logrando que Aberforth diera un paso hacia atrás.

-No fue a propósito...
Replicó Aberforth

-Pero sin embargo sí lo hiciste...
Dijo Gellert, que al parecer nunca perdonaría a Aberforth por lo que le hizo a Albus.

-Agh, veo que ninguno de los dos quiere hacer las pases, así que nos vamos.
Dijo Aberforth con fastidio para seguido llevarse a Ariana, Albus y Gellert se miraron unos segundos y suspiraron.

Se quedaron un rato más en el bosque hasta que cayó la noche, Albus se levantó del suelo y le extendió una mano a Gellert, quien la tomó con una sonrisa en el rostro. Albus ayudó a Gellert a levantarse y los dos fueron tomados de las manos a hacia un granero donde no había nadie... era el momento de hacer el pacto...

.
.
.

Nuestra historia de amor (Grindeldore)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora