Capitulo 8

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Gellert se despertó temprano, con mucha paz y tranquilidad, también se sentía muy feliz, llevaba saliendo con Albus desde hace un mes.

Había decidido dejar de buscar las reliquias por ese día, quiera hacer algo especial con Albus, se levantó, se dio una ducha, se vistió y bajó a desayunar con su tía-abuela.

Después de desayunar salió de su casa y se dirigió a la de la familia Dumbledore, cuando llegó se paró frente a la puerta y tocó dos veces, después de unos segundos Aberforth abrió la puerta.

-Oh, hola Gellert
Dijo un poco seco

-Hola Aberforth!, esta Albus?
Preguntó Gellert

-Salió un momento, llegará pronto, pasa, puedes esperarlo adentro.

Le contestó Aberforth y se apartó para que Gellert pudiera entrar a su casa, los dos se sentaron en dos sillones diferentes, estaban en silencio, no se llevaban muy bien, la única razón por la que Aberforth no lo "odiaba" era porque era el novio de su hermano, claro, pero si no fuera por eso ya le habría dicho todo lo que odiaba de él, Gellert sabía esto a la perfección, pero si alguien lo odiaba prefería que le dijeran las cosas de frente, no que se las guardaran como hacía Aberforth.

-Escucha Aberforth, se que no te agrado, así que si tienes algo que decirme, dímelo de una vez.

Dijo Gellert con calma, no le importaba que le dijeran, en Durmstrang todos lo odiaban y en su primer año había recibido muchos insultos de sus compañeros, que lo llevaron a deprimirse, cualquier insulto de parte de alguien como Aberforth no le afectaría en nada.

-Bien, para empezar, quiero advertirte que si le haces algún daño a esta familia, me encargaré de que sufras las consecuencias, segundo; aléjate de mi hermano, no lo mereces y además, se que nada más lo quieres para algo en especial y luego lo dejarás botado, porque eres un monstruo, eso es lo que eres, un monstruo y cuando Albus se de cuenta, te dejará y se dará cuenta de lo que le hiciste, así que ¡VETE! Y jamás regreses!

Aberforth dijo todo eso en un tono enfadado, desahogándose de todos su problemas.

-Es todo lo que tienes por decirme?

Pregunto Gellert en un tono un poco triste, aunque odiara admitirlo, si le había dolido lo que le dijo Aberforth, no lo de que era un monstruo, eso se lo habían dicho muchas veces, lo que le dolió fue que dijeran que no merecía a Albus, "de cierta manera es verdad" pensó Gellert, "Albus es tan perfecto y yo un monstruo".

-No, me gustaría decirte muchas cosas más, pero ya llegó Albus.

Respondió Aberforth y se fue a su habitación, Gellert se quedó ahí un momento, hasta que sintió unos brazos rodeándolo, volteó su cabeza y se encontró con Albus, quien le sonreía, Gellert imitó el acto, fingiendo que no pasaba nada.

Albus y Gellert fueron a las montañas y se sentaron debajo de un árbol, comenzaron a hablar mientras se hacían cariñitos el uno al otro (y se daban uno que otro beso), disfrutando cada segundo juntos, disfrutando su compañía, se miraron, Gellert apartó la mirada al recordar lo que dijo Aberforth, de verdad que si le dolió, Albus noto que algo no estaba bien, así que se acercó a Gellert y lo abrazó, el rubio comenzó a llorar, no mucho, solo un poco, unas cuantas lagrimas.

-¿Que sucede?
Pregunto Albus un poco preocupado por él.

-Yo...e-estoy b-bien
Mintió Gellert.

-Estoy seguro de que no lo estás.
Contestó Albus

-Yo... lo lamento, no soy suficiente para ti, perdóname, tu mereces más que un monstruo como yo.
Dijo Gellert con la voz entre cortada.

-Claro que no, Gellert! Ey mírame
Albus tomó al rostro de Gellert entre sus manos e hizo que lo mirara.

-Tu no eres un monstruo, jamás digas eso de ti, eres perfecto, tal y como eres, yo solo te amo a ti, y solo a ti, eres lo mas preciado en mi vida, Te amo
Gellert sonrió ligeramente y abrazó con fuerza a Albus, quien correspondió el abrazo, Gellert se sentía protegido, amado y sentía que había encontrado a la persona indicada

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Nuestra historia de amor (Grindeldore)Where stories live. Discover now