18. Rencores.

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Owen se encontraba esperando por Went y una vez que llegó, suspiró aliviado al ver que nada había sucedido con él. No iba a negar que había estado preocupado por su amigo y compañero, pero ya estaba a su lado en la batalla como tanto quería Owen. Cuando Went se había marchado y los había traicionado, él se había sentido solo en las batallas. Aquel hombre era su espalda, eran sus ojos y toda la protección que Owen olvidaba utilizar a la hora de pelear. Nunca pensaba en protegerse, en cubrirse o atacar sin parecer un suicida, Went tenía esa función en las batallas y más de una vez había salvado su vida.

Tener a Went a su lado en esa batalla por su cuartel, lo aliviaba por completo. Los Guardianes habían decidido atacarlos y según la dirección por dónde venían estaba seguro que había encontrado los túneles que unían Misery City con su ciudad. Las explosiones habían detenido el silencio lleno de calma que estaba viviendo, creando una locura que nadie estaba preparado para vivir. Owen no había tenido tiempo para dar órdenes a sus compañeros, simplemente había corrido para prepararse. Sabía que ellos estaban cerca, seguramente esperando por el mínimo error de los Iluminados.

—¿Hablaste con Molly? —preguntó Owen cuando Went tomó el chaleco antibalas que le había pasado su compañero. Notó la sorpresa en el rostro del chico, pero no dijo nada mientras se lo colocaba. Estaban gastando un chaleco en una persona que antes los había traicionado, pero Owen confiaba ciegamente en él. Como si fuera su hermano, su mitad faltante. No lo uso—. ¿Se esconderá?

—Sabes cómo es ella, es muy probable que esté armándose ahora mismo —le recordó Went algo que los dos sabían. La salvadora de Farewell tenía un gran problema con respecto a las peleas, en vez de cuidarse y esconderse, peleaba con uñas y dientes sin importarle nada—. ¿Cuánto tiempo consideras que tardarán?

Ambos se encontraban en las entradas del Cuartel, escondidos detrás de lo que antes había sido una muralla. Del otro lado se encontraban varios Iluminados esperando las indicaciones de Owen, eran tan pocos que ni siquiera podía observarlos. Estaban enviando a pelear a jóvenes, desde que lo habían perdido casi todo. Pudo ver a Dexter nervioso, siendo aquella su primera pelea. No tenían más soldados, casi todos habían muerto o se encontraban heridos y sino estaban del lado de Gabriel, escondiéndose del terror.

—Veinte minutos supongo, si vienen a pie.

—¿Y si no vienen a pie? —preguntó un Went preocupado, sabiendo que los Guardianes no iban a moverse a pie en esos lugares desconocidos. Owen hizo una mueca expresando la preocupación que tenía en ese momento y que carcomía a todos los presentes.

—Si no vienen a pie... ya deberían estar aquí.

—¡Estamos siendo atacados!

Molly entraba a todas las habitaciones gritando aquello, con el arma en sus manos y el chaleco listo por cualquier accidente que podía llegar a tener. Las personas trataban de seguir las indicaciones de Molly pero se notaba el miedo que todos sentían en ese momento. Una sola vez habían sido atacados por Guardianes y había sido la noche que Molly perdió a Lisa. El miedo crecía en su cuerpo temiendo perder a alguien esa noche, pero trataba de eliminar el fantasma del pasado a toda costa. Era una tarea realmente difícil por más que lo intentara.

Sally apareció a su lado, con ventas y materiales dignos de una enfermera pero no mantuvieron conversación en ese momento. Molly sentía algo de negación por esa chica pero supuso que se debía a los celos que tenía a todo momento con Owen. Ella sabía que ya no podía tener ese tipo de sentimientos por él, pero siempre iba a quererlo a su modo. Sally le comentó que iba a reunir a las personas que le quedaban, que ella se encargara de unirse a la lucha. Molly asintió y comenzó a correr hacia una de las salidas que podía llegar a ser atacada.

Misery City [Farewell City #2 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora