Capítulo 45.

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James rápidamente se levantó del sofá y salió de ahí.

—Maldita, perra. Sabía que me estabas engañando —Mark me miró furioso.

Con la adrenalina en mi interior, tomé la espada y lo amenacé que no se moviera. Rió y sacudió la cabeza incrédulamente. Lo que él no sabía, es que estaba distrayéndolo. Tenía que ganar tiempo para que los demás subieran hasta aquí y así, podría manifestar mis habilidades en su contra.

—Emily, ¿de verdad piensas que me tienes? —sonrió y me abstuve a golpearlo—. Fui considerado dándote la poción, pero como te dije, no soy estúpido.

—Lo sé, la poción es falsa ¿no es cierto? —estaba preparada para eso, sin embargo, me sorprendí cuando negó la cabeza.

—Claro que no. Por un pequeño instante te creí, puedes quédartela. Vivirás, pero tus amigas no.

Mi cuerpo se congeló y la sangre me llegó a los oídos.

—¿De qué estás hablando? —exigí, presintiendo lo que iba a contestar.

—James las estuvo vigilando. Pensamos que tal vez te comunicarías con ellas, pero no lo hiciste —dio una paso hacia a mí y le apunté con el filo de la espada—. Así que para asegurarme que no estabas tendiéndome una trampa, lo cual fue cierto, las tengo. Están en las habitaciones contigüas.

—Estás mintiendo —dije, entredientes.

—James, ¿estoy mintiendo? —miró por encima de mi hombro y me estremecí.

Me volví y el corazón me latió dolorosamente. James sujetaba a Kim y Claire con cada brazo. Ellas trataban de zafarse, pero se veían tan frágiles y exhaustas que sus intentos no tenían éxito. El terror me desgarró y las lágrimas quemaron los ojos. Habían sido retenidas por mi culpa. La ira y la impotencia se apoderó de mí. 

—¡Suéltalas! —quise romperle la cara a James, pero en ese desenfoque, Mark me tomó por detrás y me quitó la espada. Lo empujé pero fue más rápido. Llevó mi espalda contra su pecho y mantuvo el filo en el pulso frénetico de mi garganta.

—¿Creíste que te ibas a salir con la tuya? —su voz resonó en mi oído y jadeé con un gruñido.

—¿Emily? —pudo decir Claire mientras se retorcía débilmente en el brazo de James.

—Oh por Dios —Kim me miró, sus ojos bañados en rímel y lágrimas.

—Déjalas en paz —mi voz se quebró.

Estaba consciente del confrontamiento que estaba ocurriendo abajo, pero lo único en lo que podía concentrarme, era en mis dos mejores amigas.

—¿Recuerdas que en una de tus pesadillas, alguien te degollaba? ¿Adivina quien era? —el filo de la espada comenzó a abrir mi piel sensible. Sentí el líquido caliente de mi sangre y gemí de dolor—. Tu pesadilla se hará realidad.

En ese instante, Max entró con el rostro endurecido. Jordan y Lander venían detrás y se detuvieron cuando notaron la abrumadora situación.

—Oh, tenemos compañía. ¿Qué tal hermanito? —dijo Mark, y su risa escalofríante vibró en su pecho.

La mirada de Max se encontró con la mía y apretó la mandíbula.

—Le estás haciendo daño —su respiración era pesada e incontrolable.

—No me digas —apretó la espada y protesté con un sonido sordo—. ¿Qué harás? ¿Utilizar tus inútiles poderes?

Sus puños temblaron y lo miró.

Atracción Mortal ✅ [ Disponible en físico ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora