Jugando con fuego (FanFic de Marina - Carina y Maya)

11. Oxímoron

Pov Maya

Carina asintió y se fue por la misma puerta que había entrado hace no mucho tiempo. Aunque intentó disimular, las lagrimas que recorrían por su mejilla eran notorias, y pensar en que yo era quien se las había provocado generaba que se me estremeciera el cuerpo.

Había confiado en mi, incluso cuando la habían roto de todas las formas posibles, ella no se rindió conmigo. Quizás le quedaba una última esperanza de que las personas buenas existen y que hay gente que llega para hacernos feliz. Probablemente yo formaba parte de esa esperanza, y mis palabras no eran las más correctas para agradecerle eso. 

Sin embargo, no podía correr tras ella. Aun quedaban retazos de mi bronca, porque también había derribado mi confianza. Todavía estoy lejos de comprender sus intenciones, pero la contradicción que había sucedido instantes previos, no era algo en lo que quisiera estar involucrada. 

Se supone que estábamos siendo íntimas por primera vez, de una forma distinta a cualquier cosa que hayamos hecho, por un instante pensé que eso era el amor, estar a milímetros de distancia, rozar tu cuerpo y tu alma, y sentir al otro más tuyo que nadie. Querer un beso y no quererlo nunca, tocarse con cariño y no con lujuria. Por un instante llegué a pensar que íbamos a comenzar una historia, ya sea grande o chica, en el que el camino lo recorreríamos juntas. 

El mensaje no era más que la muestra de que no era el mismo sentimiento en ambas. Por su lado, parece que yo funciono como una mas, y ni siquiera la más importante.

Con estos pensamientos en mente, y unos ojos que se esforzaban en no largar lagrima alguna, me senté exhausta en el escritorio. Vi a  Warren correr tras Carina, quedándome sola con la psicóloga. 

- Terminaste, me puedo ir? -  digo mirándola, los más amable posible

- Creo que te tocaba a vos - dice sentándose en frente mío con una sonrisa - y creo que es un buen pie lo que acaba de suceder 

Obviamente solo a mi se me ocurre tener un ataque de bronca en frente de la psicóloga. Pero no pensaba hablar al respecto con un desconocido

- No tiene nada que ver con el fallecido lo que acaba de ocurrir, creo que usted esta para otra cosa, no tengo que dar explicaciones de mis errores interpersonales

- Oh, entonces de arrepintió? Digo, usted lo llamó "error" - recalca con un gesto de comillas

- Si, ella no merecía eso, así que supongo que es un error - continua hablándome pero yo la ignoro, tan solo me quedo mirando dos pájaros en la ventana, estaban construyendo juntos un nido en un árbol cercano. 

- Te gustaría? - me saca de mi vista para continuar con su charla - digo, construir una casa y una pareja estable como ellos - señala los pajaritos

-  No, me parece una ternura verlos, pero no vivirlo, sabe? - sonrío - para tener algo así uno tiene que ser muy débil... o demasiado disciplinado

-  Y por que te da ternura verlos?

- No se, porque están tan cerca de las nubes. Es una imagen que me da tranquilidad, porque es muy pacífica, no tiene nada material - no se porque una melancolía recorre mi cuerpo- creo que tienen libertad suficiente para poder elegir amar. Están más cerca del cielo que de la tierra, eso te hace un poco más libre de los pesos que nuestras obligaciones conllevan. Suelo tener problemas para dormir, sabes? - al tomar noción de que largue esa información bajo mi cabeza avergonzada - pensar en la libertad del cielo me ayuda a veces - suspiro pensando en la última noche que pase con Carina - Carina también

- Pero eso, que vos denominas cielo o libertad, no crees que es el amor? - mi cara es de confusión

- No, es justamente lo contrario- salto en un tono a la defensiva