7. Temor

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Me desperté gracias los rayos del sol que asomaban por la ventana y reflejaban directamente en mi cara. Me sentía aún adormecida, y un latente dolor en mi cabeza me castigaba, consecuencia del alcohol de la noche anterior. Sin embargo, mentiría al decir que amanecí con mal humor,  cuando tuve una mejor visión del lugar dónde estaba, me encontré con la hermosa imagen de Maya durmiendo a mi lado y eso hizo que me olvide de lo demás inmediatamente. 

Su pelo, un poco despeinado, estaba desparramado a lo largo de la almohada, formando tenues ondas que probablemente ella se encargaría de desarmar al despertar.  Solo un pequeño mechón se cruzaba por su cara, pero aún así permitía ver sus rasgo a la perfección. Tenía los ojos cerrados, y una respiración lenta y profunda, nunca la había visto tan tranquila. Verla en ese estado me generaba la sensación de seguridad que había estado perdiendo últimamente. 

Le hecho un vistazo a mi celular para saber la hora, a mi parecer aún era muy temprano, pero sabía que la rubia se estaba por despertar, Maya entraba antes que yo al trabajo, así que decido ir a hacerle el desayuno. Comienzo a ver lo que hay en su cocina, me fijo con cautela en los cajones y alacenas, tenía mayoritariamente cosas sanas, frutas y verduras sobre todo. Cuando llegó el turno de indagar en la heladera, lo primero que asoma es el olor de los fideos que se encontraban guardados,  entiendo que eran lo que había prometido anoche, por lo que debo admitir que un sentimiento de culpa me inunda casi al instante. 

Hasta ese momento me había olvidado casi todo lo sucedido, incluso me costaba entender como amanecí en esa casa. Pero ahora la realidad me invadía,  los flashbacks de la noche caían con velocidad en mi cabeza. Me detengo a pensar en el enojo de maya, desde su punto de vista parecía que me había olvidado de alguien como ella, que siempre esta para mi, por mi ex, quien decidió acostarse con otra mientras luchamos por mantener la relación. Era justo su enojo, aunque la historia no era así, ayer simplemente estaba fuera de mi eje, no entendía nada ni a nadie, y la segunda vez que nos vimos ella ya me había visto así, en serio no quería hacerla pasar de nuevo por eso. Me daba terror espantarla.

Intento dejar de atormentarme y continuo cocinando. Llego a la habitación antes de que suene su alarma, para mi sorpresa  ya se encontraba despierta.  Yo llevaba una bandeja con  unas tostadas y unos huevos revueltos, acompañaban el menú dos cafés y una jarra de jugo de naranja exprimido. Le muestro todo con una sonrisa amable en mi cara, pero su rostro al verme estaba lejos de mostrar alegría, por el contrario, se mostraba asustado. 

- Buen día bella - posiciono la bandeja en su mesita de luz al ver que no reaccionaba y me acerco, aunque lo único que recibo es que se aleje en forma de rechazo.

- Te hice algo? - yo no entiendo a que se refiere así que mi cara es de confusión

- Que paso bambina? - me siento a su lado para poder calmarla, se encontraba agitada - Maya? - sus ojos no lograban concentrarse en un punto fijo, parecía aturdida por algo

- Nada, solo un mal sueño - me muestra una sonrisa forzosa que me da más miedo que tranquilidad - donde estabas? Por qué te fuiste? - se levanta de la cama y con pasos ansiosos comienza a recorrer la habitación, sus formas de caminar, mirarme y hablar eran un poco bruscas

- Estaba intentando hacer el desayuno, sabía que te estabas por despertar y quise sorprenderte - parece ignorar mi comentario, tan solo sujeta la botella de agua que se encontraba a su lado de la cama y la toma completa en cuestión se segundos

- Entonces, estas bien? - dice luego de terminar de beber. No entiendo su pregunta ni por qué yo debería estar mal si es ella quien esta reaccionando raro, de todas formas no parecía ser el momento de preguntar algunas de esas cosas, así que solo asiento 

Jugando con fuego (FanFic de Marina - Carina y Maya)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora