"La venganza"

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~Will'PDV~


Estaba conversando con una chica rubia. Ella hablaba, hablaba y hablaba.


-Hola-dice esta chica, Mackenzie -Hola Will.

La miro confundido. ¿Qué diablos quiere ahora? Cuando veo su sonrisa maliciosa, lo entiendo todo. Maldita sea.


-Oh no, Mackenzie, ahora no.


Maldita sea, ella va hacer cualquier cosa por avergonzarme.


Es su jodida especialidad.


- ¿Cómo te fue con los exámenes, Will?  -me preguntó.


Quería matarla, matarla y tirarla al río.


- ¿Qué exámenes?  -pregunta la chica, ella era la hermana de Lily.


Miré a Mackenzie, esta seguía sonriendo. Maldita sea.


-Para saber si tiene o no, la enfermedad de transmisión sexual-responde, abrí mis ojos como plato.


¿Ella dijo....ella dijo Enfermedad de transmisión sexual? La mataré. Oh claro que lo haré.


- ¡¿Qué?! -grita la chica mirándome.


-No, no...ella miente. Yo...no -traté desesperadamente de arreglar esto.


- ¡Oh vamos Will! Que no te de vergüenza admitirlo -dijo Mackenzie, ¡LA QUERÍA MATAR!


La chica se da media vuelta y comienza a marcar en su teléfono.



-Cassie…Will, nuestro Will tiene…una enfermedad de transmisión sexual –le dice.


Miro a Mackenzie con ganas de matarla. Ya no me parecía tan adorable. Pequeña demonio. Nunca he odiado a una chica, pero ella parece dispuesta a buscar y ganarse el mío.


- ¡Ups! –susurró con voz de niña pequeña. Comienza a reír.


Siento como mi rostro arde. Apreté los puños. Estaba imaginando sus muerte.



-Eres una…eres una… -una maldita hija de...



- ¿Soy qué Willcito? -recordé a Juls, solo ella me decía Willcito. Mis ganas de matarla aumentaron.


-Una zorra –le suelto, su sonrisa se esfuma. Sentí una satisfacción, ella parecía enojada.



-Repítelo… –se acercó a mi, demonios. Pensé que se pondría a gritar, no a amenazarme- Y te quedaras sin descendencia.



No me di cuenta de nada, hasta que siento el peor dolor de la vida.


Ella me había golpeado en mis bolas.


Diablos, ellos no tenían la culpa.



- ¡Joder! –Grito de dolor, me agarro mis bebés y trato de calmarlos- ¡MIERDA! HIJA DE… ¡MACKENZIE TE MATARÉ!



Y la muy cobarde comienza a correr.


Cuando siento que mis chicos volvieron a su estado natural, corro hacia esa pequeña golpeadora de bolas.



La agarró desde atrás y hace algo que me sorprende aún más.


Comienza a gritar como loca.




¡PUTA MADRE!


- ¡Ayúdame pendejo, no te me quedes mirando! –le grita a un chico.


Mackenzie  MorganDonde viven las historias. Descúbrelo ahora