𝐈𝐕. 𝐒𝐩𝐲 𝐠𝐚𝐦𝐞𝐬

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Reescrito <3

Hay momentos en la vida de un niño en los que crees que todo es posible. Cuando crees que lo tienes todo. Podrías, no sé, escalar El Capitán, ir a Marte o... ser elegido como presidente.

El mundo entero está ahí para ser dominado si estás dispuesto a arriesgarte e ir a por ello.

Pues ese, ese era nuestro momento.

Pero, entonces, cuando menos te lo esperas, aparece alguien y te dice que no hay nada de eso. Y toda esa charla de escalar y Marte y el presidente... mierda.

La magia coge cáncer y se muere.

—Saca el dron de ahí —le dijo John B a Kiara después de haber estado un rato buscando y no ver ni rastro del oro.

—Oye, podemos hacer otra pasada. Recargamos la batería y volvemos a bajar —le ofrecí, intentando animarlo.

—Chicos, lo hemos recorrido 3 veces, ahí abajo no hay nada —nos dijo JJ desde el timón.

—¡Cállate! —le gritamos Kiara y yo.

—¿Qué? Es verdad —se excusó él, encogiendo los hombros.

—¡El oro podría estar enterrado! ¡No lo sabemos! —le dijo Kie, proponiendo alternativas.

—Si estuviera ahí, lo habría detectado el detector de metales. Se nos han adelantado —dijo John B frustrado.

Tras sacar el dron el agua, JJ nos sacó de allí mientras yo intentaba animar a John B, pero éste no dijo ni una sola palabra e, incluso en el camino al Château se mantuvo en silencio, aún estando los dos solos.

Sabía que no quería hablar, pero necesitaba desahogarse, así que nada más entrar a su casa, empecé una de las peores conversaciones que jamás había tenido.

—Oye, John B, no te... —empecé a intentar decir, pero no me dejó acabar.

—Déjame en paz, ¿vale, Peyton? —me dijo frustrado.

—Sé que estás dolido, lo entiendo, pero... —intenté volver a decir, pero volvió a interrumpirme.

—¡Cállate! —me gritó, haciéndome dar un paso atrás por la impresión.

John B jamás me había hablado de esa manera, y aún menos me había gritado, así que escucharlo hablarme así, me impactó bastante.

—Tú nunca me habías hablado así —le dije mientras intentaba contener las lágrimas.

—Pues quizá ya es hora, ¿verdad, princesa? ¿O creías que tu cuento de hadas en el Arrabal iba a durar para siempre? No eres una Pogue, y jamás lo serás, porque no eres más que una asquerosa princesa Kook que juega a ser una de los nuestros —me dijo, haciendo que las lágrimas empezasen a caer de mis ojos.

𝗣𝗿𝗶𝗻𝗰𝗲𝘀𝘀 𝗮𝗹𝗲𝗿𝘁 ✓ ⭒ 𝗢𝘂𝘁𝗲𝗿 𝗕𝗮𝗻𝗸𝘀Where stories live. Discover now