Capítulo 26

98 18 5
                                    

Zara toma asiento de golpe en el sofá molesta con la actitud de su abuela.
María, con paciencia le habla haciéndole entender de cuánto quiere protegerla.

- Hija, entiendo que estés enfadada conmigo, pero es así como se hacen las cosas, no puedes ir creyendo en palabras bonitas y cuando se aprovechan de tí ya no les sirves y buscan otra cosa.
El matrimonio se hizo para algo, si no quieres estar juntos existe el divorcio, pero al menos ese hombre que dice querer hacer tantas cosas debe de hacerse responsable de tí.
Las palabras hay que cumplirlas no engañar para sacar provecho y después quien lo pasas mal es una misma.

- Abuela, entiendo que trates de protegerme por lo que le hizo mi padre a mi madre. - María abre sus ojos al máximo sorprendida por lo que le cuenta Zara.

- ¿Quién te ha contado todo eso? - Pregunta María aguantando su dolor al recordar el pasado y cuanto sufrió su hija.

- Mi tío Oriol. Él fue quien me contó todo. En un principio entiendo a mi madre, de hecho quiero apoyarla y darle otra oportunidad.
Aún así, su comportamiento me ha dado de qué pensar y ya no puedo dar marcha atrás en mi decisión. Abuela el roce hace el cariño y Yassir hasta el momento está demostrando que me ama, pero entiende que necesitamos tiempo para conocernos.

- ¡Ay mi niña! Ilusa eres en pensar que vas a terminar de conocer a una persona. Tú crees que la conoces, pero no es cierto, te puede saltar con algo nuevo, algo que tú misma desconoces de esa persona.
Da igual el tiempo que lleves juntos, cuando la libre salta, huye al monte.

- Abuela, amo a Yassir, y quiero que sea mi primera vez con él, déjame equivocarme por mí misma o seguir amándole más.

- Todo eso lo puedes hacer cuando estéis casados. Además, llevas veinte y tres años sin catarlo porque estés un poco más de tiempo no te va pasar nada.

- ¿Cómo que no? Me va dar un infarto por no tener sexo.

- Deja de pensar en bobadas y vayamos a comer algo.
Que yo no conozco a nadie que se haya muerto por no tener sexo, pero si he escuchado que están muy bien sin hombres.

- Abuela eso lo dicen las divorciadas. Pero entiéndeme abuela, que una ya le vence la tentación.

- Sí, y yo me chupo el dedo. Eso sí, no pienso dejaros solos ni un minuto.

Zara la mira enojada cruzándose de brazos, y si María se pone en modo sargento no hay quien pueda con ella.
Y demostrado queda cuando pone a comer a Yassir en la otra punta de la mesa y Zara a su lado, y siempre está pendiente de los dos.
Porque quiere que su nieta sea feliz, confía en Yassir y sabe que es el hombre adecuado para su nieta pero el dolor al recordar como vino al mundo su nieta la hace de ser demasiado precavida, por no querer que su nieta sufra como lo hizo su hija.
Esa a sido siempre su prioridad, educarla bajo la sensatez y con sus ideas aunque sean antiguas, aún así ha conseguido que Zara sea una mujer independiente, que tome sus propias decisiones pero siempre bajo el concepto del respeto marcando una línea entre ella y un hombre.
Ya lo pasó mal cuando se enteró de la traición de Fernando, quedando por una mujer fácil, al igual que le ocurrió a su madre. No quiere ver más cómo una mujer de su casa cae de nuevo en el dolor del sentimiento más hermoso y a la misma vez más cruel.

La mañana era soleada, y en el pueblo se encuentran preparando todo para dar comienzo a la verbena, donde los más jóvenes del pueblo se reúnen para intentar encontrar pareja o simplemente querer pasarlo bien.
Es una tradición muy antigua que los mozos del pueblo bailen con las mozas con la intención de cortejarlas para llegar a contraer matrimonio con ellas.
Zara y Yassir ayudan a su abuela en las labores del hogar y campo hasta que llega la noche y empiezan a vestirse con los trajes típicos del pueblo para asistir a la verbena junto María, la cual terca se empeña en no separarse de ellos.
Acuden a la plaza del pueblo donde ya hay bastante gente y en mitad de la plaza se puede ver una orquesta donde no dejan de tocar para animar el ambiente.

Emoción Versátil Onde histórias criam vida. Descubra agora