Capítulo 1

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Eran pasadas las diez de la noche cuando el sacerdote, se marcha de casa de los Castelo de darle la unción de enfermo a Mariano, un hombre de setenta y dos años que debido a su enfermedad se encontraba agonizando.
A ambos lados de su cama se encuentran llorando por su despedida, María, su esposa y Zara, su nieta, rezando por él, siendo arropadas por sus vecinos, amigos y algún familiar, los cuales en silencio viendo el cuerpo inmóvil del anciano se despiden de él.
Antes de que amaneciera, Mariano ya dejaba este mundo y la triste despedida se podía ver en los rostros de su nieta y esposa y aquellas personas que lo habían conocido y tratado.
Ambas le dan el último adiós a su familiar.
En mitad del velorio, donde su esposa y su nieta lloran amargamente vestidas de negro, aparece ante ellas, Leonor, la hija de Mariano y madre de Zara.
María mira a su hija incrédula debido a que habían pasado más de diez años desde la última vez que se vieron.
Exactamente fue cuando Zara tenía apenas nueve años y la llevó hasta el pueblo porque según ella debía de continuar con su vida y no tenía tiempo para cuidar de su hija.
María y Mariano se encargaron de cuidar a su nieta sin que nada le falte, ocultando la verdad sobre las intenciones de su madre a Zara.
Exactamente, dejó a su hija al cuidado de sus padres por casarse con otro hombre.
Zara miró con detenimiento a su madre la cual permanecía quieta sin hablar observando el cuerpo de su padre sin vida.

— Siento no haber podido venir antes. — Habla afligida dirigiéndose a su madre.

— Es un pena que no hayas podido despedirte de tu padre en vida, estarás tan ocupada como siempre nos has dicho cuando te hemos llamado para poder verte y estés al lado de Zara.

— Madre no empiece, sabe que me he preocupado de mi hija. — La respuesta por parte de Leonor es áspera e hiriente.

Desde aquel día que se enteró que se había quedado embarazada no podía creerlo.
Intentó ocultar su embarazo por miedo a las críticas constantes de sus vecinos.
Cuando dio a luz a Zara la despreció por completo cargando su odio en su hija por haber sido engendrada de la última forma que ella hubiera deseado.
Intentó querer a su hija, se preocupó por ella y la llevó a vivir con ella en su pequeño apartamento en la ciudad donde debía de trabajar para mantenerla hasta que pasados tres años, conoció un hombre que quiso hacerse cargo de ella y su hija pero la relación no terminó bien y tuvo que volver de nuevo a trabajar para mantener a su hija.
Aquello le fastidiaba demasiado a Leonor, ella era una mujer muy hermosa, siempre ha querido encontrar un hombre que tenga dinero y la mantenga, pero su hija era un obstáculo para ella.
Por ello, cuando conoció al rico y empresario Raphael Okesty, no dudó ni un minuto en arriesgar todo y conseguir su propósito. Y vaya si lo consiguió.
Años después de comenzar con una aventura, Leonor se las ingenió para convertirse en la señora Okesty, donde se quedó embarazada a propósito y así poder cumplir con su deseo.
De ser la amante a convertirse en su esposa nada más enviudar él.
Por ello tuvo que deshacerse de su hija, ocultar ese detalle a su marido, y marcharse a vivir con él dejando a su hija con sus padres.

Ahora años después, tras haberse enterado del fallecimiento de su padre había vuelto, nada más ver a su hija sintió remordimiento dentro de su ser.
Pero Zara, ya no era esa niña que dejó al cuidado de sus padres.
Ahora tenía veinte y tres años, había terminado su carrera y quería emprender por sí misma.
Por esa misma razón se lo dijo a su madre, la cual no sentía demasiado cariño por ella, simplemente la trata con cordialidad y respeto, porque en el corazón de una niña que ha debido de vivir alejada de su madre con sus abuelos en un pueblo donde todo el mundo te conoce y todos los niños se burlaban de ella porque no tenía padres y esa misma niña debía de confrontarse con su corazón herido porque nadie le decía la verdad hasta años más tarde supo del matrimonio de su madre, de cómo había cuidado del hijo de su marido y de su hija en común dejándola a ella a un lado.
Zara, aprendió la lección cuando trató de ponerse en contacto con su madre, donde claramente su madre le advirtió de forma amenazadora de no meterse en su vida, por lo que debe de dirigirse a ella con respeto ya que los únicos padres que había conocido y le habían dado cariño son sus abuelos.

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