" - ¿Sabes?, me haz parecido bastante buena onda, chico. ¿Cuántos años dices que tienes? - Tengo diecinueve. - Respondió tontamente el castaño, bebiendo más alcohol del vaso de plástico que tenía en su mano. - Cool, es una edad legal. Así que, ¿qué te parece si me acompañas a mi apartamento..? - La mano del rubio artificial corrió por la espalda baja del otro para luego abrazarle por la cintura, acercándoles. El menor sonrió captando lo que pasaba. - Me parece increíble, rubio sexy. - Bill. - Como mierdas sea. - Me gustan los atrevidos. - El castaño acortó el espacio entre ambas bocas, iniciando un fogoso beso." (...) - Y así fue como empezó lo que terminaría en f- - ¡No hables! - Gritó un avergonzado Dipper Pines, un día viernes en un café local.